Capítulo 41

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-Oliver, amigo, si no me ayudas vamos a perder- soltó Greg, intetando vencer él solo al otro equipo en el videojuego. Pausé- ¡Hey!- se quejó y me miró. Se dio cuenta- ¿Qué pasa?

-¿Crees que Uma esté enamorada de mí?- escupí, sin poder más.

No paraba de pensar en eso, no había forma. El simple hecho, de que haya una mínima posibilidad de que sea verdad, me encogía el corazón.

-No lo creo- negó y lancé un suspiro de alivio- Lo sé- aclaró y el pánico volvió.

-¡¿Qué?!- grité, dejando el control del videojuego sobre la mesa ratona- ¿Cómo que lo sabes? ¿Te dijo algo? ¿Escuchaste algo?

-No, Oliver- revoleó los ojos- Es mi amiga y la conozco- siguió- Además, sé como se comporta una chica cuando le atraes y, déjame decirte, que Uma hace el doble de esas cosas. Te mira muy diferente- explicó.

-¿Y no te molestaste nunca en decírmelo?- pregunté molesto.

-No es mi lugar decírtelo- se encogió de hombros- Y, honestamente, creí que ya lo sabías y decidías fingir demencia- agregó- Entiendo que no quieras lastimarla si no te gusta.

-No es solo eso- me hundí en el sillón- ¿Qué le respondo si me lo dice algún día? ¿Cómo se supone que la mire a la cara ahora sabiendo esto?- me refregué los ojos muy estresado- Es mi mejor amiga y la quiero, pero no así.

Greg se relamió los labios y desvío la mirada. Quiere decirme algo que no me va a gustar y por eso se resiste. Siempre hace eso.

Lo miré para que entendiera que me había dado cuenta y suspiró antes de hablar.

-¿No te atrae tampoco?- preguntó- Porque... no sé... podrían darse el gusto y ya...

-No, claro que no- interrumpí seguro- Aunque yo estuviera atraída a ella, no haría nada, porque es lo que arruina las amistades.

-Ok, no puedes arruinar la amistad con sexo, sería como...- pensó- Arruinar un helado con chispas de chocolate- usó una metáfora que no entendí demasiado. No estoy de acuerdo- O sea: no puedes- aclaró- Pero... dime la verdad... Sé que te incomoda hablar de esto, pero quiero saber- siguió con una sonrisa y lo miré expectante- ¿Es por Sarah? ¿Te gusta? ¿Están saliendo? ¿La besaste? Cuéntame.

Me quedé callado solo viéndolo, sin poder creer sus preguntas.

-No a todo, amigo- le contesté.

Gruñó.

-¡Por Dios!- exclamó- Oliver, escúchame bien- se puso algo serio- Sarah es preciosa y sexy, muy sexy. Con esto, no estoy diciendo que estaría con ella, es la verdad- empezó- Si te atrae al menos un poco, te suplico que hagas algo al respecto. Porque te mereces esa historia, ¿sabes? Toda la vida dijiste que no, que eras un bueno para nada con las chicas, pero no es así- aseguró- Con Sarah, no tienes nada que perder, porque no es tu amiga- se detuvo un segundo y sonrió, volvidndo a ser él- Y si no es una historia de amor, que sea una historia porno.

Lo empujé, haciendo que se me escapara una risa involuntaria.

-Ya déjalo. No necesito novia- le dije.

-Piénsalo.

Asentí para que dejara de molestar. Pero, para decir verdad, me conmovió lo que me había dicho y tenía razón. No con el tema de Sarah, eso no me importa.

Vi a Ricky mirando por la ventana cuando escuché la puerta de un auto y asumí que era el de mamá. Mi perro, fue directamente a la entrada cuando ella llegó y pasó al living cuando nos vio a mi amigo y a mí.

-Hola, chicos.

-Hola, mamá.

-Hola, Lina.

Preguntó algo, pero no la escuché. No la escuché, porque mi vista estaba enfocada en su brazo derecho, un poco más arriba del codo, en el costado. Tenía un pequeño cuadrado de gaza pegado, pero lo suficientemente grande para que se notara.

-Mamá, ¿qué te pasó?- pregunté con la respiración agitada, con mil pensamientos en la cabeza, ninguno lindo.

-Ah...- se miró el brazo- No es nada- hizo un movimiento con la mano, restándole importancia- Me raspé con la madera limpiando los estantes de la oficina- respondió- Bueno, los dejo, voy a hacerme un café.

Miente. Sé que miente, porque la conozco y... mierda, sé que miente. Se le hostiga la voz, cambia de tema, habla rápido y se muerde el labio.

Miente ¿Por qué miente?

Miente, y la verdad, es que estuvo en el edificio de Rosè L'amour desactivando una alarma.

¿Por qué?

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