-Había empezado a investigar el caso ni bien me enteré. Me llamó la atención desde el primer momento, pero lo mantuve en secreto. No quería que nadie me dijera que era imposible o peligroso- empezó mi mamá desde el pequeño escenario, con un micrófono en la mano y su premio en la otra- Así que, hice todo lo posible por conseguirlo, pero sentí que en un momento había llegado a un callejón sin salida y me rendí- siguió- Pero hace poco, la historia empezó a crecer por si sola, y no me puedo olvidar de lo que más me ayudó... Ralph Jenkins- lo señaló desde donde estaba y lo invitó a subirse al escenario.
-Intenten no desnudarse en lo que me voy- soltó entre medio de los dos y pasó entre la gente para ir al escenario.
-Me odia- aseguré.
-Con lo que vio, si sigues vivo, no te odia- me respondió ella- Que por cierto, no terminamos con eso- la miré guiñándole un ojo.
-Bueno, gracias, Lina por darme la oportunidad de contar mi lado de la historia- habló con una sonrisa también y un micrófono- Eres una periodista de verdad.
Ambos se dieron un abrazo y bajaron del escenario, siendo saludados por varias personas.
-¿Sabes qué?- dijo ella sonriendo- He estado planificando algo que no te dije.
La miré confundido y ocultando un poco de miedo. No miedo exactamente, nervios quizás.
-¿Qué?- solté una risa.
-Haré un curso de verano aquí en Pensilvania para terminar la escuela- confesó emocionada.
-¡Sarah, eso es genial!- exclamé, feliz por ella y porque estaríamos cerca del otro.
-De hecho... no tengo ningún lugar para quedarme, vendimos la casa- se acercó más a mí.
-¿Quieres quedarte en mi casa?- pregunté sorprendido, pensando en su indirecta.
-Si no te molesta ni a ti, ni a tus padres, ni a Ricky- se encogió de hombros.
-No, para nada- sonreí, agarrándola de la cintura, increíblemente emocionado por el verano.
-Hay algo más- siguió- Mis padres piensan en mudarse a Nueva York definitivamente, pero el departamento en donde estamos es un poco caro y la zona no es la gran cosa- explicó y asentí- Cuestión que, casualmente a mi papá, le empezaron a aparecerle por internet unos edificios muy cerca de la universidad de Harvard, a un alquiler muy razonables, y que además, tiene precios especiales para los estudiantes- agregó aún sonriendo.
No lo podía creer. Estaba pensado en mí. No paró de pensar en mí. La miraba sin poder responderle, me quedé sin palabras y sentía un cosquilleo en el corazón, que no paraba y me encantaba.
-Es mucho, ¿no?- preguntó, al notar que no decía nada- No es que esté insinuando que nos mudamos juntos, ni nada- aclaró- Sé que así parece, pero te juro que es solo porque quiero que estemos cerca y...
-Sarah...- interrumpí y me relamí los labios- Me encanta- Me terminé de acercar a ella para darle un corto beso en los labios y sonreír.
-¿Lo sobrepensé demasiado?
-Lo sobrepensaste lo suficiente.
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Mastermind 💻
Ação¿Y si te digo que nada fue un accidente? Oliver, un chico tímido, pero increíblemente inteligente, siempre que lee una novela de misterio sabe perfectamente quien es el culpable después de la página 6, muy responsable y amable. Se le dan muy bien es...