Sarah... Sarah... Sarah...
Finalmente entiendo lo que es, que tu cerebro no pueda hacer otra cosa, más que pensar en una persona y, que simplemente, sonrías cuando lo haces.
Me está empezando a gustar. A gustar en serio. Mierda, no. Nadie me dijo que que me gustara alguien, se iba a sentir tan incómodo y confuso.
No sé nada de ella y me gusta ¿Cómo es eso posible?
No podía pegar un ojo pensando en todo eso, así que prendí el velador de mi mesa de noche y agarré mi celular, recordando que no había buscado la dirección que encontré en el refrigerador de Mario.
Necesitaba despejar la cabeza.
Ella se fue un rato después de que terminamos de comer, y yo me fui a (intentar) dormir, con todo el peso de lo que había pasado en el sillón encima.
Entré a Google Maps y la tipeé en el buscador. Empezó a acercarse a un punto en el sur y abrí el street view.
¿Qué?
Mi respiración empezó a agitarse, y tuve que sentarme en la cama, viendo el celular con más atención. Pensando que había copiado mal la dirección, que el Google Maps estuviera desactualizado, que estaba mirando mal.
Pero no.
Era la casa de Sarah. Ese día que nos detuvieron, ella no dio su dirección, solo le dio indicaciones a mi papá, nada más. Y yo, estaba mas preocupado por qué mierda les iba a decir a ellos, que por el nombre de las calles.
¿Por qué Mario tenia la dirección de Sarah en su refrigerador?
"Me envió un email, diciendo que necesitaba saber donde estaba la hija de Ralph", palabras exactas de Madame Krishka, fue lo primero que se me vino a la cabeza. No, claro que no.
"Podríamos buscar a su hija, parece ser bastante clave", mi sugerencia ese mismo día, la cual ignoró por completo, haciéndome creer que no era para nada importante.
"Mi papá solía hacer unos brownies para morirse", tiempo pasado, indicando que ya no más.
"Mi papá tomó muy malas decisiones y... está pagando las consecuencias".
Salí de la cama volando y prendí mi computadora. Eso fue tan, pero tan clave. Dios, por favor que esto no sea real.
Esperé con ansiedad a que se encendiera, entré al buscador y simplemente escribí: Ralph Jenkins. Aparecieron mil artículos sobre el maletín y muchos otros sobre el licor y su trabajo en Rosè L'amour.
Suspiré sin encontrar nada, pero no me iba a rendir. Entré a la página oficial de la licorería. Ofertas, packs, una foto de Mario sonriendo.
Me recargué en la silla muy frustrado, confundido, triste y sintiéndome un verdadero estúpido.
Recordé algo que me había dicho Sarah acerca del historial de las páginas: si cambias la fecha Google, puedes ver la página en esa fecha, hay un registro de publicaciones y puedes elegir el que quieras.
Lo hice recordando donde cliquear y como, y me fui a uno dos años antes. Nada realmente importante. Cliqueé en "Nuestro Staff" y vi el nombre de Ralph, lo apreté y me derivó a otra parte de la página, donde solo aparecía su foto y su información.
"Ralph Jenkins - Encargado en distribución
'La familia es lo más importante'-Administrador empresarial y maestría en marketing de la Universidad de Yale.
-Nació: 19/09/86.
-Egresado en: John Quincy Adams High School, Nueva York.
-Habilidades: experto en programación y diseño de códigos".El cumpleaños era la contraseña del teléfono de Sarah y, al parecer, aprendió todo lo que sabe sobre hackear, de parte de su papá.
💻💻💻
-Hola- entró a mi habitación sonriendo- Me abrió tu mamá ¿Por qué no contestaste mis mensajes? No sabía si venir o no.
Saqué la vista de la computadora. Creo que he estado ahí desde la una de la mañana de anoche y ya era más del mediodía. Estaba cansado y destruido, tanto física, como emocionalmente.
Me levanté de la silla y cerré la puerta, sin decir nada.
-Encontré algo- solté serio, agarrando la pila de papeles que había impreso.
-¿Qué?- preguntó.
Se los extendí muy molesto y los agarró, ojeándolos, a medida que iba pasando las hojas. Veía su cara transformarse a una casi triste, pero no había forma que le creyera ese papel de víctima.
Me miró con los ojos llorosos.
-Quiero la verdad y la quiero ahora.
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Mastermind 💻
Action¿Y si te digo que nada fue un accidente? Oliver, un chico tímido, pero increíblemente inteligente, siempre que lee una novela de misterio sabe perfectamente quien es el culpable después de la página 6, muy responsable y amable. Se le dan muy bien es...