Capítulo 19

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Por lo visto, había funcionado esa falsa escena de sexo, porque no se escuchó nada más detrás de la puerta. Odio admitir que fue divertido.

Me acosté junto a Sarah después, aún había que esperar a Noah.

-¿Crees que en realidad esto sea una pérdida de tiempo?- soltó ella mirando al techo, al igual que yo.

-Eh... ¿Quién fue la que tuvo la idea?- pregunté irónico.

-Solo...- suspiró- ¿Qué tal si Mario es gay y quiere cogerse a un tal Noah sin que nadie se entere?

-¿Por eso no querría que nosotros dos estemos espiando?- contesté- Literalmente, fuimos a preguntarle sobre Ralph, tiene que tener que ver- agregué.

Volví a escuchar la puerta de al lado, me di cuenta que Sarah también, porque ambos nos sentamos al mismo tiempo y nos miramos. Rápidamente, nos arrodillamos en la cama y pusimos la oreja en la pared, justo como antes.

-Llegas tarde- Mario, un poco molesto.

-Tengo muchas cosas que hacer, no me siento detrás de un escritorio dando ordenes... como otros- ¿una mujer?

Nos miramos con Sarah, completamente confundidos y muy expectanetes. Y si, me cayó la ficha de que Noah es también nombre te mujer, no es tan común, pero no es imposible. Me siento un estúpido por no haber pensando en esa posibilidad.

-Como sea, no la hagamos larga- empezó Mario, sonaba muy ansioso- ¿Dónde está Ralph?- preguntó serio.

Ella soltó una risa.

-En Denton Hill- le respondió con simpleza.

-Noah... deja de jugar- sentenció- No está en ese maldito bosque ¿Dónde está? No voy a permitir que se salga con la suya.

-Escúchame bien- le dijo ella con un tono casi rasposo y directo- Tu eres el culpable de esto, te guste o no. Tu hiciste esto. Lo construiste para hacerlo caer. Pero, mala suerte para ti, no cayó, al contrario, está más arriba que tu.

Escuché un suspiro, deducí que fue de Mario.

-Me estoy quedando sin botellas...- otra risa, sé que fue de ella- ¡Si se comunicó contigo, me lo vas a decir!- alzó la voz- ¡Soy tu esposo, por Dios!

Sarah abrió la boca y yo los ojos. Quise gritar, probablemente ella también, pero lo ahogamos mordiéndonos los labios para evitar arruinar algo que iba tan bien.

-EX esposo- le aclaró ella en un tono suave, pero remarcando la primer palabra.

Sarah se separó de la pared un segundo para darle un puñetazo a la almohada y volvió.

-No puede ser- moduló sin emitir sonido, muy sorprendida.

-Déjame decirte porque te pedí que vinieras- empezó ella otra vez, muy tranquila aún- La única forma de salir de todo esto, es la verdad- siguió- Si tu ego es más importante que la cárcel y una reputación inexistente, pues bien...- hizo una pausa- Si Ralph se comunica conmigo, te lo haré saber, aún... te tengo cariño. Pero, no voy a limpiar tu desastre, Mario- le dijo- La última vez... fue la última vez.

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