Estaba en una plaza un poco solitaria caminando y conmigo traía una pelota, una perrita color chocolate corrió hacia mí contenta y movía su cola para jugar.
-Amor... Cariño ¿Donde estas? -escucho a la lejanía la voz de mamá, cuando aparece por detrás de unos arbustos la veo suspirar de alivio, ella era más joven- Alex bebé...
Corrimos emocionados hasta ella y le entregué el balón, mientras ella me abrazaba vi por detrás una silueta oscura... no me dio miedo pero si mucha intriga... Esa silueta no tenía rostro, era una figura oscura que se escondía por detrás de mamá.
Me quedé mirándola fijamente para ver qué hacía pero hasta la perrita fue hasta esa figura y la sostuvo entre sus brazos.
No podía dejar de ver y de pensar de quién se trataba...
-Tu padre... -decia una voz en mí mente-
Cuando volteé no vi a mí padre por detrás mío, y cuando enfoque de nuevo mí vista en mamá aquella silueta había desaparecido y mí perrita también.
-¿Mami y mí perrita?
-¿Que perrita amor? -ella observó hacia todos lados- estabamos jugando al soccer un poco. Toma, es tu turno de patear...
Empecé a observar hacia todos lados y no vi peligro inminente... sólo me quedo la inquietud.
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Al despertar abruptamente unos ruidos molestos me hicieron abrir los ojos y esta vez no era Leah. Ella llegó al cuarto enseguida, iba y volvía con sus libros a no se donde.
Me restregue los ojos de la pesadez y ví la hora en mí mesa de noche: las 7:30AM. Que descaro de despertarme tan temprano un sábado cuando no tengo colegio ni entrenamiento.
Leah entra con una escoba y la pala para juntar la basura, empieza a barrer y a juntar lo que no sirve...
-¿Me vas a ayudar? ¿O voy a tener que juntar tus porquerías? Estás bolsas de frituras son tuyas. -empieza a retarme pero no le hago caso ya que ayer obligatoriamente me tocó limpiar a mi-
A cambio le saque la lengua...
-Tu limpia, no estaba en los 10 mandamientos de mamá que debía ayudarte. -segui acostado y tome mí móvil, Oh cierto que hoy era la fiesta de cumpleaños de Melissa. Nicky y mis amigos estarán ahi así que les envié mensajes-
De la emoción que sentía era muy importante para mí ir asistir a esa fiesta. No por las chicas sino porque nunca había ido a una fiesta con mis amigos. Quería divertirme como cualquier adolescente normal estadounidense.
De pronto entra mamá de golpe y me cubro con mis sábanas.
-buenos días mis niños, está su desayuno en la mesa. -menciona ella muy tranquila (que extraño, seguramente planeaba algo)- Alex ya se que estás despierto te vi en línea por Whatsapp, los espero a los dos abajo. -anuncia y se marcha-
