"¿Reconciliación?"

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Narra Michelle:

Era un nuevo domingo, temprano, como solía acostumbrar despertarme. Había pasado una semana desde que decidí cortar aquella relación sentimental con Ryan y a decir verdad, dolía. Me dolía recordar aquella conversación y su confusión. Pero ¿que más podía hacer? Yo tenía una familia que cuidar y más con este nuevo integrante, y él tenía a su novia.... Esa mujer, con la cuál eligió reemplazarme. No lo culpaba, él estaba intentando rehacer su vida amorosa y por arte del destino, nuestro hijo hizo que nos reencontremos. Ahora con la cabeza fría y mis sentimientos a flor de piel, descubrí que a mí lado dormía un gran hombre, mi esposo, el padre de este bebé que espero.

Garrett dormía plácidamente y no me atrevía a despertarlo. Anoche había notado algunas ojeras debajo de sus ojos, su palidez y su seriedad, el trabajo continuo lo tenía estresado. Dejaría que descansará lo que necesite para que se sintiera mucho mejor. Me acerque a él y lo observé detenidamente, verlo dormir me causaba ternura y su perfección hacia inquietarme. Tenía ganas de tocar, rozar mi tacto contra su piel. Necesitaba afecto, amor de su parte. Sentirme amada y creer que hice bien en elegirlo. Porque era así, rechace a Ryan por estar con él.

Ryan... Ese nombre me inquietaba. Reconocí que me había portado mal con él, fui muy cruel sin pensarlo pero el también se lo buscó al tratarme de una ramera. Sabía que era terco, bueno, yo también lo era pero si algo estaba mal no tardaría en pedirle una disculpa.

Así que eso intenté hacer. Tomé mi móvil y me mandé un pequeño mensaje.

Hola Ryan, no sé cómo empezar pero quería disculparme contigo por lo de la otra vez. Espero que podamos llevarnos bien, por el bien de los dos y el de nuestro hijo.

✓ 07:48 a.m

Miré el móvil por varios minutos y la segunda tilde nunca había llegado. Suspiré y lo primero que fui a hacer fue tomarme un baño de agua caliente.

Tocaba mi vientre y mientras el agua caliente recorría mi cuerpo desnudo, sentía aquel anhelo de ser abrazada por detrás y soñar con unos besos sobre mi hombro. Cerré mis ojos porque sólo tenía aquel recuerdo con Ryan, luego de haber echo el amor nos tomamos una tina caliente. Negué varias veces, en mi mente y con este nuevo embarazo no cabía la certeza que Ryan ya no pudiera estar así conmigo, no podíamos.

Ahora mi meta era acercarme más a mi esposo y enamorarme de él. No es que no lo estuviera pero Ryan ha entrado nuevamente a mi vida a confundirla.

Luego del baño me alisté para preparar un buen desayuno, el preferido de mi hombre y aprovechando que es domingo, para poner mi jugada de sensualidad y reconquistarlo.

-¡Hola mamá! Buen día -menciona alegremente Alex acercándose a mi y se sienta en su lugar en la mesa-

-¡Oh mi vida, buenos días! -le conteste y me acerque a él a tocar sus mejillas- ¿Cómo dormiste hoy?... -saque el tema de conversación con una leve sonrisa haciendo énfasis que se había levantado tarde-

Alex con timidez agachó la mirada, bostezando un poco...

-es que anoche nos quedamos con papá jugando a los jueguitos hasta tarde -se rascaba la nuca algo nervioso, en la que solo me vé frunciendo mi ceño-

-Vale, espero que sea por única vez, sabes que el resto de la semana tienes que ir al colegio y tú papá a trabajar.

-Si -contesto serio, asintio obedeciendo mis órdenes-

-No es culpa de Alex, fue mía -escucho la voz perfecta de Garrett clamar por detrás mío, volteo a verlo y me quedo observando su figura, su cabello alborotado y su piel pálida junto a sus ojeras lo hacían ver qué no había descansado mucho, algo que me preocupaba- es que le estaba enseñando a nuestro hijo un juego que jugaba cuando era niño y nos emocionamos mucho -sonreia algo forzado, de seguro pensará que estoy molesta-

Prototipo BDonde viven las historias. Descúbrelo ahora