"Mi chica especial"

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Narra Alexander:

Domingo, primera hora del amanecer, apenas eran las 6 de la mañana en punto cuando sonó la alarma y salte de un brinco de mi cama. El día de ayer fue hablé con mi novia y le expliqué todo este enriedo por el cual estaba pasando desde que Borns se fue de la mansión dejándonos a mi madre y mi hermana incluso a mi en Londres, sin nuestras cosas y sin dinero. Por lo menos contaba con el apoyo de mi padre y eso me dejaba tranquilo.

Me levanté de mi cama y lo primero que fui a hacer fue abrir la ventana de la habitación para dejar que entre aire puro y poder apreciar la mañana: hoy sería un gran día, podía sentirlo.

Me levanté de mi cama y lo primero que fui a hacer fue abrir la ventana de la habitación para dejar que entre aire puro y poder apreciar la mañana: hoy sería un gran día, podía sentirlo

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A las 7:30 hr mi novia estaría llegando al aeropuerto de Londres más cercano, mi padre por suerte nos llevará en su carro.

Y cuando digo: nos llevará es porque mamá puso condiciones para que ella pudiera venir, en esta ocasión me acompañara Leah. Y como no quería solamente con ella trataré de invitar a Knox y Elliot, cuántos más seamos mejor.

-¡Elliot! ¡Elliot! -fui hacia su cama y lo ví durmiendo, empecé a zamarrearlo para que se despierte- ¡Hey!

-¡Elliot! ¡Elliot! -fui hacia su cama y lo ví durmiendo, empecé a zamarrearlo para que se despierte- ¡Hey!

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Él sólo se despertó un poco somnoliento y me miró...

-¿Que pasa Alex?

Mi novia está por bajar del aeropuerto en una hora y media y él durmiendo...

-¿Me acompañas Elliot? -le pregunto directamente y esperaba que su respuesta sea un si-

Pero no lo veía con todos sus ánimos, solo volvió a recostarse para mirar contra la pared e ignorarme como lo hace siempre...

-No.

Enarque una ceja...

-Pero no me preguntaste a donde tenía que ir... -hasta parecía una ofensa que no le importe-

Él abraza la almohada y no intenta voltearse siquiera, estaba emperrado.

-Es que tampoco me interesa saber...

Lo ví aferrarse a la almohada y a negarse a mirarme, ví como su pecho subía y bajaba, no era normal. Algo le sucedía y pensé que algo malo le ocurría pero no quería contarme, sino sería bastante fácil ayudarlo.

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