Un muchacho de no más de 33 años venía de un largo viaje de regreso a su hogar. Él trabajaba de camionero para una logística y enviaba mercadería a la ciudad de Nueva York por lo que pasaba algunos días descansando y otros días arriba del vehículo que se convirtió en su único sustento.
No había podido graduarse de la universidad para ser programador informático ya que, su novia de aquellos tiempos, había quedado embarazada y dio a luz a una hermosa niña la cual bautizaron como Lizbeth.
Luego de que su mejor amigo abandonará el país rumbo por sus sueños, su mundo se le vino abajo. Su novia se habia declarado bisexual y que estaba enamorada de su mejor amiga: Sarah Orzechwosky. Ambas quedaron en quedarse y seguir rentando el viejo apartamento del Ross pero sin dinero ya que este no tenía nada que ver con la azabache y su hijo.
Mientras Spencer volvía a West Wendover, su nuevo hogar dentro del mismo estado de Nevada para distraerse miraba el celular para chequear mensajes y estar al corriente con sus amigos y familiares.
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Lo que le pareció extraño fue ver tantos estados de su prima Ángeles y Dallon, no se puso a ver las historias de WhatsApp porque no tenía tiempo, sólo visualizó que parecían fotos de su hijo por la foto miniatura.
Mientras conducía, la señal en la ruta era muy mala, no llegaban bien la señal porque era un desierto y había pocas antenas wifi y de telefonía.
Dallon lo llamó mediante una llamada vía WhatsApp aprovechando la ocasión...
-Dallon ¿Todo bien? -pregunta Spencer intrigado, era extraño que lo contactaran-
De fondo se escuchaba a una persona llorando angustiada y por su voz parecía ser Ángeles.
-¿Dall? -ahora pregunta preocupado- ¿Que ocurre?
Dallon con sus últimas fuerzas se anima a hablar con él...
-Spens... ¿Estás conduciendo? -escuchaba su voz quebrada-
-Si, estoy volviendo a casa -menciono el Smith- ¿Que pasa? ¿Porque escucho llorar a Angy?
Dallon no podía con exactitud decir las palabras con claridad, aunque era un profesional en la medicina no podía con toda la situación que le pasaba a su hijo y no poder encontrarlo...
-Knox... nuestro hijo....
La señal se interrumpia y se distorsionaba la conversación a tal punto de no poder escuchar bien...
-¡Dallon! ¡No te escucho! ¡Maldita sea! -dijo el Smith enbroncado con su movil- ¿Que pasó con Knox? ¿Está bien tu niño? -pero no podía escuchar nada, la línea estaba nula- si me escuchas mándame un WhatsApp, cuando llegue a casa lo escucharé -chequeo su móvil de nuevo y se dio cuenta que la señal era interrumpida por una llamada entrante- Oh no... es la bruja, después hablamos...
