Una bola perfecta de nieve fue a parar directo en la cara de Ryan Ross. Este al recibir el impacto sacudió su cabeza y se puso de cuclillas al suelo para armar una bola de nieve y devolversela a su contrincante.
-Te dije que se iba a enojar -le susurro leve Spencer a Urie- ¡Ahora corre Frenton! -fue lo último que dijo antes de ver al castaño enfurecido correr rápido hacia ellos-
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-otra opción no teníamos, vinimos aquí para pasarla bien y él anda de emo resentido destilando un aura oscura a su alrededor jajaja -espeto el moreno antes de correr en dirección contraria a Smith-
Ryan sonrió ladino, había conseguido despertar su interés en querer devolverles el favor.
Desde que vio aquella situación imprevista de Michelle tener sexo junto a Garrett,esa imagen en su mente no podía irse. Estaba ido, frustrado y decaído.
Sus amigos para animarlo no sabían que hacer, no querían verlo así.
La mejor idea fue provocarlo y sacarlo de ese trance.
A la distancia y dentro del hotel dos jóvenes observaban la escena con detenimiento.
Estaban sentadas al lado de la chimenea tomando un café y admirando el paisaje junto a los chicos divertirse.
-Pense que estarías disfrutando este bello lugar junto a tu novio. -solto la chica de repente y miro a su amiga-
-mmm... Brendon está un poco distante.... Tal vez se tomó muy enserio aquella vez que le dije que necesitaba más tiempo para mis estudios. No sé -hablo un poco dudosa-
-ya lo creo, es todo un pendejo -dice por lo bajo- nada comparado con el profesor...
Angeles casi escupe el café que había tomado segundo antes. No le agradaba mucho hablar de ese tema.
-si, no sé... Dallon es muy maduro y respetuoso. Es... -no quiso terminar la frase-
-¿Encantador? -enarco una ceja Michelle-
-supongamos. -agrego la chica, sintió sus mejillas arder, agachó la mirada a su café que traía en manos- El problema es que soy menor de edad y no quiero arruinarle nada. Su carrera como profesor apenas comienza.
Michelle rodó sus ojos.
-deberías de intentarlo y dejar a ese frenton de una vez por todas... -espeto de mala gana, pensar en Urie le traía una úlcera en su estómago-
Angeles miraba a Brendon, como se lucia y se divertía con sus amigos. Estaba tan alegre y sonreía.
-no sé, es que yo... -vacilaba dudosa- Lo quiero a mi Bren....
-bah, no sé cómo pudiste enamorarte de él. -negaba cerrando sus ojos-
-¿Enserio me dices? -le dijo Angeles a su amiga, pensando que le decía en broma cuando ella misma sabía todo el amor que sentía por el Urie-
