Sólo había pasado un poco más de 36hs desde que Alexander y Knox escaparon de sus casas buscando al Ross. Ningún adulto los había visto y sus padres se estaban estresando de no poder dormir y tener que conducir por toda la ciudad de Las Vegas.
Michelle había acordado volver a su casa ya que Ángeles y Dallon seguirían en la búsqueda por distintos puntos de la ciudad y coordinados, porque Michelle no había dormido mucho y se sentía fatigada.
Cuando regresó se encontró con una linda melodía en medio de la oscuridad, solo una luz tenue en el living podía verse. Camino y se apoyó en el umbral de la puerta viendo cómo su pequeña tocaba el piano sin la supervisión de algún adulto. Esa melodía la hacia acordar viejas épocas con su niño y no pudo evitar llorar...
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Leah cuando se percató que alguien más estaba allí dejo de tocar y observó que su madre estaba cerca, se emociono de verla...
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-¡Mami! -corrio a abrazarla- te extrañe mucho -decia la niña casi llorando también- ¿Pudiste encontrar a Alex?
Michelle niega y recibe su cálido abrazo, después cayó de cuentas que estaba sola en la casa.
-¿Y tu padre dónde está? ¿No debería de estar contigo?
Leah se encogió de hombros y no sabía que decirle porque no le dio explicaciones.
-Papi salió, dijo que volvería enseguida. Tenía algo urgente.
-¿Que hay algo más urgente que buscar a Alex? Espero que haya salido a buscarlo al menos.
Ella recorrió la casa la vió ordenada y limpia, eso la tranquilizaba un poco. No tenía ganas ni fuerzas para hacer ese labor. Leah tomó su mano y recorrieron la casa juntas hasta llegar a la habitación...
-¿Cariño cuando aprendiste a tocar el piano? -indaga Michelle a su niña, era la primera que la escuchaba tocar-
-En la escuela me enseñaron. Estaba practicando para el próximo evento, mí profesora me dijo que tenía un don para tocar el piano y le pedí al tío Harry si me prestaba el suyo, pero al final me lo regaló -se reía la niña que estaba emocionada por tocar en ese evento donde asistiría su familia- quería que fuera una sorpresa para ustedes.
