Luego de almorzar en la mesa con todos los invitados decidí seguir con mí proyecto con mí libro, el cuál deje inconcluso.
Me dirigí directamente a la biblioteca y allí estaba mí laptop, la cuál utilizaba para escribir. Sólo necesitaba concentrarme y dejar llevar mí mente, estuve divagando pensando nuevas ideas pero no lograba conectar, mí mente aún tenías las conversaciones de Alexander con su hermana y Knox.
Así mismo, cuando levanté la vista descubrí que la niña estaba en el umbral de la puerta y me observaba sin decirme nada. Me sentía un poco incómodo porque no me gustaba que me estén observando sin decirme nada. Al menos que se acerqué para platicar algo.
Intenté ignorarla y seguí haciendo lo mío, cuando quise levantar mí vista nuevamente ya no estaba allí. Suspire un poco aliviado pero al rato vuelve con una bandeja e intenta sacar una conversación para hablarme.
-Hola Elliot, disculpa que moleste -se acerca un poco tímida, la veo un poco sonrojada y no entendía porque- ¿Quieres? Prepararon la merienda.
Cerré mí laptop y asentí levemente. De mucho pensar en ideas para escribir mí libro me dio un poco de hambre.
-¿Estabas escribiendo?
-Si, pero por hoy ya terminé. Seguiré en otro momento. -menciono tranquilo, ella curiosa empieza a ver la biblioteca-
-¿Y que escribías? -pregunta la niña y pone una sonrisa, la vi un poco nerviosa cuando tuvo que servir las tazas de café para ambos-
-Ehm, es la continuación de mí primer libro. -le digo desinteresado, no era fanfarrón en ese sentido-
-Aaaah -dijo sorprendida- ¡que emoción! ¿Cuando lo termines podré echarle un vistazo?
Parecía muy entusiasmada por querer leer mí segundo libro, asentí.
-Ahora mismo me está costando un poco más. -le digo mí problema, hace mucho no conectaba con aquella historia-
-Ah ¿Porque?
Me levanté de mí lugar y recorrí la biblioteca, ella me acompañó y llegamos a un estante donde habían fotos de mí madre.
-Ella fue quien me inspiró y ayudo a escribirlo. Es mí mamá. -le hago saber y mire aquella fotografía, tenía una hermosa sonrisa y luego voltee a ver a la niña-
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-¡Es muy bonita! -dice admirando la foto- ¿Y dónde está ella? No recuerdo haberla visto por aquí.
No sabía si decirle o no puesto que era una niña chiquita y no quería que se pusiera mal, pero al verla puso sus ojitos de borrego y no tuve de opción.
-Fallecio hace algunos años, más o menos cuando tenía tu edad. -su expresión fue de sorpresa y luego me abraza repentinamente que me sorprendo hasta yo mismo-
