Michelle había echo su recorrido por el barrio en busca de los amigos de su hijo sin éxito alguno. Para no volver a su hogar y coordinar la próxima búsqueda junto a su amiga y su pareja, ella se sentó desanimada a desayunar un poco de café...
-¿Pudiste dormir algo Mich? -pregunta Angeles trayendo dos tazas de café- Dallon aún no ha venido, ni siquiera regresó a casa desde anoche
-¿Aún busca a los niños? -inquiere saber Michelle sorprendida- yo quisiera que el menso de Garrett se pusiera a buscar a mí niño... -ella trata de contenerse para no llorar- está situación es tan angustiante.
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Ángeles sólo podía ver su rostro, estaba pálida y sin maquillaje.
-Yo tampoco he dormido... tuve una pesadilla horrible con mí bebé -decia Ángeles y se le salió una lágrimas- no le he contado a mí amor...
La ojiazul levantó la vista y estaba curiosa por saber también, a veces los sueños decían mucho...
-¿Que soñaste? Si es algo trágico no lo digas, no quiero saber -le advirtió, ella estaba muy sensible-
-Soñe que el pendejo de B se llevaba a mí niño y lo secuestraba... me pedía a cambio que yo vuelva con él y dejé a Dallon... así lo dejaría libre -comento su pesadilla- fue horrible, parecía tan real.
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-¡Si que es una maldita pesadilla! -exalto la muchacha- ¿Crees que eso signifique algo?
Ángeles negaba y rogaba a todos los astros del universo que su niño nunca se encuentre con su ex novio del secundario. Aún le temía.
-Quisiera soñar con Alex y saber si está bien o tiene hambre -decia Michelle y empezó a contar su relato- justo cuando estaba por salir de casa el pendejo de Garrett no tuvo la mejor idea de reclamarme porque no estaba en casa para limpiarle los calzones y cuidar a Leah... sabiendo que Alex está perdido vaya saber dónde...
Ángeles se sorprende...
-Me sorprende que tan poco corazón tenga sabiendo que es una situación delicada.
