El día en que nos conocimos - Parte 3 Nephrite

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- No parece un lugar tan malo... honestamente parece mucho más agradable que la luna – pensó la hermosa senshi de cabello marrón y ojos esmeralda. – Si puedo entender a Serenity ¿Quién querría estar encerrada siempre? – Pensaba mientras recorría con su mirada todo lo que se encontraba alrededor suyo; hermosos edificios, elegantes fuentes, flores que lucían hermosas y rayos del sol que aportaban más vida e intensidad a aquellos objetos.

A lo lejos notó una hermosa casa de cristal desde donde se podían distinguir unas hermosas rosas –Creo que no pasará nada si hecho un vistazo... muy rápido y volveré a mi labor... además tengo que buscar en estos edificios- pensó divertida mientras se dirigía cautelosa al edificio.

Al abrir la puerta, de golpe sintió el frescor y la fragancia del lugar. Por un momento cerró los ojos para poder percibir el delicioso aroma que expedían las rosas. - ¡Ah! ¡Es hermoso! – Grito sin pensar en que podrían haber personas cerca, mientras se adentraba aún más.

- ¿Es hermoso, cierto? Se escuchó la voz de un hombre en la entrada.

La chica giro sobre sí levantando la guardia debido a lo sorpresivo de esa frase.

- Tranquila, no quise asustarte.

- ¿Quién eres? – preguntó sin bajar la guardia.

El joven se dirigió despacio y de forma despreocupada hacía donde se encontraba la senshi. – Mi nombre es Nephrite, caballero de la inteligencia y el consuelo; a la orden del príncipe Endymion- ¿Y tú quién eres? Finalizo al tiempo que quedaba a unos cuantos pasos de la senshi.

- Soy Júpiter, guardiana de la princesa Serenity – respondió la joven bajando completamente la guardia mirando que el joven no representaba ninguna amenaza- Vengo por mi princesa que se ha escapado a este lugar-

- ¿Escapado? – Decía mientras soltaba una carcajada divertida – parece ser una princesa muy traviesa.

Júpiter ante esa reacción miro con más atención al caballero; hermoso cabello largo ondulado castaño oscuro, ojos marrones, cuerpo atlético y bien entrenado que no iba acorde a las facciones de su rostro jovial, la clase de chico que cualquiera voltearía a ver 2 veces.

- ¿Y tú? – Preguntó el chico al notar la mirada de la senshi

- ¿Y-Yo? – Dijo titubeante - ¿Yo qué?

- ¿También eres traviesa? – Preguntó de manera burlona y con una sonrisa traviesa

La joven se ruborizó ante esa pregunta sin entender bien si era una burla hacia ella o un coqueteo mal logrado.

–N-No sé a qué te refieres con eso... yo solo vengo por mi princesa – respondió con una mueca de ligera molestia.

Con una sonrisa completamente dibujada en el rostro, el chico le cuestiono - ¿La buscas en el invernadero? Entre tantas torres y edificios... ¿Creíste que la encontrarías en uno completamente de cristal cuyo interior se mira desde afuera? – Finalizo divertido.

La chica al verse descubierta se azoró, rodeando al chico para poder dirigirse a la salida murmuro – Tienes razón, debería irme. No causaré problemas, solo estoy aquí buscando a la princesa Serenity. La encontraré y nos iremos-

- ¡Espera! – Alcanzó a gritar el caballero antes de que la senshi saliera por la puerta.

La chica sin saber por qué, volteo casi de manera automática.

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