Ganándote

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Después de que Naoki dejara a Soichiro en casa este entro y se percató que nadie de su familia se encontraba ahí, recordó que le habían comentado que irían por algunas cosas para la boda de su hermana y su papá fungiría como chofer de ambas mujeres, se sintió aliviado de no llegar antes porque de alguna manera lo habrían arrastrado a ir con ellos y esa no era justamente la descripción de diversión en fin de semana.

Tomo un largo baño, se vistió y se recostó sobre su cama mirando el techo, recordó todo lo que hablo con sus amigos el día anterior – Que idiotas – pensó al recordar como actuaban Jun y Kamui. Pensar que esperaron siglos para estar junto a las mujeres que amaban y ahora hacían lo posible por alejarlas, solo esperaba que Kamui no desperdiciara la oportunidad que Minako le brindaba y que Jun no acorralara a Rei hasta provocar que lo volviera a chamuscar.

¿Cómo pueden actuar así? Se preguntaba; para él, aunque el reencuentro con Ami había sido completamente sorpresivo e impactante acercarse a ella nuevamente fue tan natural, aunque no todo era por su propio mérito, Ami también le facilitó las cosas al no reprocharle nada de su pasado, escuchar sus disculpas, aceptarlas y ayudarle a dejar todo donde correspondía... en el pasado; pero sobre todo le brindó la oportunidad de volver acercarse a ella.

Siguió mirando el techo pensando justamente en ella, no se explicaba porque lo había aceptado tan rápido, incluso Naoki le comentó que el primer encuentro con Makoto fue más bien raro; lejos de reclamarle sus acciones pasadas más bien la molestia de la chica se derivaba a que no fue a su encuentro.

Volvió a recordar a Ami, ella nunca se había negado a ninguna invitación que él le hacía. Disfrutaba traducir para ella algunos libros que ella tenía de medicina, mirarla estudiar y seguir la conversación con él le resultaba reconfortante, ver como brillaban sus ojos mientras leía un libro y ver ese mismo brillo cuando lo miraba a él le dio esperanzas – No hay porque esperar más – pensó mientras se dirigía al teléfono y llamo a la peli azul.

- Residencia Mizuno, habla Ami – Se escuchó detrás de la línea

- Hola Ami, soy yo

- ¡Hola Soi! ¿Cómo estás? – Dijo alegre la chica

- ¿Tienes algo que hacer hoy?

- Mmm... No ¿Necesitas algo?

- Salgamos – Dijo casi como si se tratará de una orden – Necesito hablar contigo ¿Te puedo ver en 30 min en el parque XXXX?

- C-claro, me alisto y te veo allá ¿Todo bien Soi? – Pregunto la chica pensando que realmente se trataría de algo importante, apenas se habían visto un día antes.

- No te preocupes, es solo que necesito decirte algo y no puede esperar... te veo en un rato.

- Ok, nos vemos – Dijo mientras colgaba el teléfono

Soichiro recogió su cabello y se miró en el espejo durante un rato – Es hora, no hay porque esperar más – pensó mientras salía de su casa con dirección al parque.

Al llegar espero realmente poco en la entrada, a lo lejos logro ver a Ami acercándose... le encantaba todo en esa chica; como el viento movía sus cortos cabellos que parecían acariciar sus mejillas, su andar tranquilo y pausado, lo femenina que era, esos ojos azules que parecían mares profundos... todo en ella lucia perfecto a los ojos de Soichiro, pero lo más importante es que él dejo de verla desde hace tiempo como Mercury, frente a él las últimas semanas solo era Ami Mizuno.

- Lo siento, ¿Llevas mucho tiempo esperando? – Decía Ami mientras se acomodaba un mechón de cabello detrás de su oreja.

- No, menos de cinco minutos en realidad – Dijo regalándole una de sus mejores sonrisas lo que hizo ruborizar levemente a la chica

- ¿De que querías hablar conmigo?

- Primero quiero dar una vuelta por el parque ¿Te molestaría?

- N-no, para nada... este parque en particular es muy bello

Al oír eso Soichiro la tomo de la mano y la llevó dentro del parque, ella no pareció incomodarse ante el gesto del apuesto joven.

- Antes solía venir mucho a este parque, me encantaba ver el movimiento de las hojas de los árboles... era sumamente relajante, pero lo que más me gustaba era esto – Dijo Soichiro señalando un par de mesas con tableros de ajedrez donde se encontraban algunas personas jugando.

- Yo también he venido un par de ocasiones para entrar en los retos de ajedrez – Dijo sonriendo la chica

- Juega conmigo Ami – Dijo serio y atrevido

- C-claro – Asintió la chica viendo la mirada decidida de su acompañante

Los chicos se sentaron en una de las mesas y comenzaron a acomodar las fichas. Ami recordaba de los tiempos en el Milenio de Plata que Zoisite jamás pudo ganarle una partida de ajedrez, tenía la confianza de que ahora también sería lo mismo.

- Antes de iniciar, quiero poner una regla – Dijo Soichiro - Quien gane obtendrá del otro lo que quiera ¿Estás de acuerdo?

- Mientras no sea nada indebido creo que puede ser divertido – Respondió sonriendo la chica

- Entonces comencemos – Finalizo el chico con una sonrisa confiada

El juego duro más tiempo del que podría recordar Ami, estaban muy parejos y ninguno cedía. No recordaba que era tan bueno para jugar, creyó que como en veces anteriores ella lograría ganar la partida pero por primera vez en milenios, Soichiro logró vencerla.

- Increíble – Dijo sorprendida - ¡Felicidades! Es la primera vez que me vences – Dijo sonriéndole ampliamente

- Ahora necesito mi premio – Dijo sonriéndole decididamente a la chica

- Claro, dime ¿Qué deseas de mí? – Respondió mirándolo a los ojos con una gran sonrisa

Soichiro tomo las manos de la chica y las apretó ligeramente mientras algo de rubor se dibujaba en sus mejillas – Sé mi novia Ami Mizuno – Dijo ocasionando que la chica se ruborizará por completo.

- Soi... yo... es algo sorpresivo ¿sabes?

- No, no es sorpresivo... llevo algunos días queriendo preguntártelo y he notado que no te soy para nada indiferente... a menos que sigas viendo en mi a Zoisite y por eso estés interesada en mí. Porque yo en ti no veo a Mercury, solo veo a Ami.

- ¿Q-Que?... No, claro que no... pero tampoco voy a mentirte, si me acerque a ti inicialmente si fue porque aún sentía ese vínculo con Zoisite, pero poco a poco comencé a verte como Soichiro... ahora Zoisite es solo un recuerdo en mi mente, un recuerdo agridulce pero con Soichiro – Lo miro tímidamente a los ojos – con Soichiro todo es dulce.

El chico al oír eso se alzó por arriba de la mesa de ajedrez y le dio un beso en los labios; Ami no tuvo tiempo de reaccionar, ni los ojos pudo cerrar más bien todo lo contrario los abrió cual platos por la sorpresiva muestra de amor. Rápidamente Soichiro alejo sus labios de ella.

- Sé mi novia Ami Mizuno... no interferiré con tus estudios, te prometo hacerte feliz.

Ami cambio su rostro sorpresivo por uno dulce y con una sonrisa tierna – Si – Respondió suavemente.

PredestinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora