Los días hasta el día del baile pasaron en completa calma; la reina termino accediendo a las múltiples súplicas que Luna le hizo para que dejará a las senshi interactuar con los generales de la Tierra durante el baile. La reina Serenity aún tenía sus dudas y temores respecto al emparejamiento entre ellos pero también tenía una fe casi ciega por su gatuna amiga, Luna siempre había sido muy objetiva y asertiva al tomar decisiones, no por nada era una de sus consejeras personales solo temía que el amor que sentía por las chicas le nublara su buen juicio pero aun así decidió confiar en ella.
Finalmente el día llego, en la Tierra el príncipe había invitado a diferentes funcionarios, aristócratas y representantes del pueblo. Su intención era que todos en la tierra pudieran relacionarse tanto con Serenity como con las senshi, que en esta ocasión no solo asistían como guardianas de la princesa, también asistían como princesas de sus respectivos planetas; todo esto para que los ciudadanos sin importar su estatus social tuvieran de primera mano impresiones de las chicas y con ello minimizar algunos rumores que comenzaban a correr sobre ellas.
Junto con Serenity y las senshi también llegaron Luna y Artemis en su forma humana; al llegar a la Tierra dos doncellas del palacio los recibieron.
- Agradecemos su presencia, por favor acompáñenos... su Alteza Endymion los espera en el salón principal.
La comitiva siguió a las jóvenes hasta la entrada del salón donde se encontraba el príncipe resguardado por los cuatro generales, todos ellos con sus trajes de gala. Las chicas al verlos tuvieron la misma sensación que ellos habían despertado en ellas cuando los miraron esperándolas en la colina en su segunda visita a la Tierra; por su parte ellos solo pudieron observarlas con mudo asombro, los vestidos eran lindos en los maniquís pero verlos en ellas era un espectáculo simplemente seductor.
- Luna – Dijo Artemis susurrando en el oído de su compañera - ¿no se supone que ellos no deberían estar aquí?
- La reina está enterada, más te vale no armar un escándalo o sabrás lo doloroso que pueden resultar mis uñas – le respondió susurrando con una gran sonrisa
- Serenity, te ves hermosa – Dijo el príncipe acercándose a la chica, tomo su brazo para rodearlo con el de él – Es hora de entrar – Finalizo.
Detrás de él seguían Luna y Artemis. Los generales se dirigieron donde se encontraban cada una de las chicas tomándolas del brazo al igual que lo había hecho el príncipe para entrar al salón. Al entrar el anfitrión los presento como los invitados principales y representantes de la Alianza Lunar.
Las 6 parejas avanzaban entre la multitud que se encontraba en el salón, mientras avanzaban los cuchicheos y murmuraciones fueron bastante notorios entre los invitados.
- ¿Entonces será verdad lo que se ha escuchado? ¿El príncipe Endymion tiene intenciones de casarse con la princesa Serenity?
- ¿Entonces formaremos parte de la Alianza Lunar? ¿Dónde queda nuestra autonomía?
- Escuche que eran brujas que habían hechizado al príncipe y los Shitennou
Al oír eso la mirada de Artemis cambio a una sumamente disgustada, al punto de casi voltear a encarar a esos hombres pero al notarlo Luna solo tomo con más fuerza su brazo – Ignóralos, hoy somos invitados – Le murmuro, igualmente con una mirada dura. Como respuesta Artemis solo cambio su semblante a uno completamente indiferente.
- Este es un baile para socializar, no debemos provocar nada Artemis... la reina nos pidió observar la estructura social y política del planeta, así como sus habitantes – Siguió murmurando Luna a su acompañante
- Por lo visto no somos bien recibidos – Respondió Artemis con el mismo semblante frio.
Las parejas se separaron a lo largo de su recorrido al punto que solo Luna y Artemis se quedaron al lado de Serenity y Endymion quienes fueron rodeados por varios aristócratas, la presencia de las princesas había causado revuelo entre los demás invitados sobre todo por varios rumores que comenzaron a surgir sospechosamente a días del evento.
Mientras Kunzite acompañaba a Venus que se encontraba charlando con algunos de los invitados, pudo escuchar algunos comentaros malintencionados de un grupo de supuestos nobles.
- ¿Será cierto lo que dicen de las Venusinas?... La princesa es muy atractiva, seguro también debe ser algo libertina.
- Debe ser maravilloso estar con una Venusina, ahora imagínate con la princesa... ya solo de verla la lujuria me invade.
- Según los rumores lo ideal sería preguntarle al general Kunzite, seguro él ya debe de saberlo.
- Tampoco la princesa Mars se queda atrás, el planeta del fuego y la pasión representado bastante bien.
- Me imagino que en el amor sería tan buena como la princesa Venus
- Entonces habría que preguntarle también al general Jadeite, míralo... no permite que casi nadie se le acerque a la princesa.
- El que parece haber perdido la apuesta es el general Zoisite, aunque no es fea la princesa Mercury honestamente sus compañeras son mucho más atractivas... aunque algo debe hacer lo suficientemente bien para tenerlo con esa sonrisa.
- Es verdad, la princesa Júpiter tiene una cara angelical pero un cuerpo maravillosamente trabajado; supongo que la única que podría con la vigorosidad del general Nephrite.
- Viéndolas puedo entender que hayan caído rendidos a sus pies, mira a la princesa Serenity... el príncipe no puede dejar de mirarla.
- Quizás no sea verdad ese rumor de que los han hechizado... aunque es sospechoso que en poco tiempo de conocerse el príncipe Endymion haya organizado este baile en honor a ellos si aún no hay ningún tipo de acuerdo con la Alianza.
- Quizás ese "hechizo" sea más bien físico... mira al príncipe y a los generales, nunca los había visto tan sonrientes solo por caras bonitas. – Conversaban los hombres entre risas.
Sin que estos se dieran cuenta, Kunzite se acercó a ellos con un rostro completamente serio... sin ninguna clase de reacción o expresión molesta.
- Agradecemos que hayan podido honrarnos con sus presencias, pero me temo que sus invitaciones quedaron revocadas después de sus comentarios lascivos hacia nuestras invitadas de honor – Les comentó diplomáticamente
- ¡G-general Kunzite! No lo vimos acercarse – Respondió nervioso uno de los hombres.
- Ese es justo mi trabajo, ahora agradeceré que se vayan sin provocar algún altercado – Respondió firmemente el general.
- U-usted no puede obligarnos a nada, somos nobles que...
- Si les gustan los chismes y rumores entonces debe de saber los que envuelven a mis hermanos o a mí ¿cierto? – Dijo interrumpiéndolo - ¿Prefiere que le llame a cualquiera de ellos para que se hagan cargo? – Finalizo amenazante.
Los nobles quedaron helados ante esa amenaza, era cierto... aunque los Shitennou se habían envuelto en un tornado de buenos comentarios y halagos por sus hazañas y virtudes habían otros rumores que no eran de índole positivo.
Se rumoraba que el general Nephrite era completamente visceral, salvaje en combate y que no tenía paciencia con lo que creía indeseable además de poco diplomático; por otro lado se decía que la belleza del general Zoisite contrastaba completamente con lo sanguinario que llegaba a ser al salir de sus cabales; el general Jadeite siempre era la voz de la razón y sumamente pacifico hasta que se transformaba en alguien completamente despiadado, atroz y casi inhumano; por último se decía que el general Kunzite solo desaparecía a aquellos que consideraba una amenaza... sin más, sin una señal de que este fuera a perder los estribos, solo los borraba del mapa.
- Me temo que todo lo que hayan escuchado de nosotros es verdad – Dijo amenazante y frio, con una mirada asesina.
Los hombres al ver esa mirada se fueron retirando uno por uno sin crear ningún tipo de problema, la mirada del general fue suficiente amenaza para intentar algo.
Al ver que se retiraban se acercó nuevamente hacia donde se encontraba Venus, la tomo del brazo mientras la atraía hacia él – Lo siento, la princesa Venus debe acompañarme con otros invitados – La chica solo lo miro extrañado.
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Predestinación
FanfictionEstos 8 guardianes creyeron por mucho tiempo que sus vidas estaban ligadas a su única causa: servir y salvaguardar a sus respectivos príncipes, pero el destino les tiene preparado una hermosa sorpresa con la llegada del amor... hasta que la fatalida...