- Espero no estés incomoda- Dijo en voz alta el apuesto caballero mientras galopaba a toda velocidad, sentada frente a él iba la hermosa senshi de cabello marrón y ojos esmeralda.
- Creo que el incómodo eres tú, debí ir atrás de ti – respondió algo avergonzada la chica.
- Imposible, mi cabello estaría sobre tu rostro todo el viaje... aun si lo atara sería muy molesto para ti, y te perderías de la vista. Aunque la idea de que me abraces todo el viaje me hará reconsiderar tu ubicación al regreso – comento pícaramente el general.
- ¿Cómo puede hacer ese tipo de comentarios tan lascivos de manera natural? – pensó la senshi sin intenciones de responder.
A lo lejos y frente a ellos se mostraba un hermoso jardín completamente lleno de rosas, había por todos lados y de diferentes colores. El aroma que desprendían envolvía toda la atmosfera.
- ¿Te gusta? – Pregunto dulcemente Nephrite
- ¡Es lo más hermoso que he visto en mi vida! – Dijo con un hilo de voz Júpiter al ver la cantidad de hermosas flores que habían alrededor.
- Creo que debemos parar aquí y continuar a pie- dijo el caballero al tiempo en que bajaba la velocidad del corcel.
Al detenerse bajo primero el chico con gran elegancia, ató al caballo a un árbol y estiro sus brazos para ayudar a bajar a la chica, ella también extendió sus brazos a Nephrite pero este terminó suspendiéndola en el aire frente a él unos instantes.
- Eres muy liviana, creo que con un solo brazo podría sostenerte- Dijo notablemente sorprendido.
La chica ruborizada solo atino a responder - ¿Por qué sería sorprendente? – Creerá que estoy muy fornida para ser una chica y que por eso debería pesar horrores- pensó la chica cambiando su expresión a una de decepción.
- Por tu altura... cuando caminamos juntos tengo la impresión de que tienes mi estatura o por lo menos no es tanta la diferencia, pero en verdad eres sumamente ligera.
La chica lo miro azorada –P-por favor bájame... es muy incómodo- musito mientras ladeaba la cabeza.
- Claro, lo siento... no quise ser brusco – Decía mientras bajaba a la chica.
Sin perder tiempo tomo la mano de la chica y se dirigieron al centro del jardín. Júpiter no podía fijar su mirada en un solo punto, a donde quiera que mirara encontraba hermosas rosas de diferentes tamaños, pétalos y colores. De reojo el caballero la miro y al ver los ojos brillantes de la chica, quedo completamente deslumbrado.
- Este plantío siempre tiene rosas hermosas todo el año, sabía que te gustaría.
- ¿Puedo tomar una?- Musito con un poco de vergüenza la chica
- ¡Claro! Toma todas las que quieras solo hazlo con cuidado, las espinas de algunas son extremadamente largas y pueden lastimarte- No termino de decir la frase cuando Júpiter intentando tomar una de las rosas resulto herida en la muñeca por las espinas de las flores.
- ¿Te encuentras bien? – Dijo preocupado el apuesto joven
Con una sonrisa fingida por el dolor la chica solo pudo responder – Estoy bien, esto no es nada-
Nephrite tomo la mano herida de la chica y al ver todos los rasguños y heridas en su brazo volteo a verla con gran preocupación.
- Tiene el guante completamente rasgado –Estas sangrando, ¿Cómo puedes decir que estas bien? – Menciono nervioso y algo molesto – Creo que deberíamos regresar y tratar esas heridas.
- N-no, por favor... en verdad no es nada, soy muy fuerte ¡Esto no es nada! – Dijo la chica mientras alzaba el brazo – A mi este tipo de heridas no me dañan en lo absoluto- Finalizo con una gran sonrisa.
- ¿Siempre haces eso? – Pregunto angustiado el chico.
- ¿Hacer qué? – Respondió extrañada la chica
- Minimizar tus molestias o malestares...
Algo avergonzada la chica susurro – Yo soy muy fuerte, estos rasguños no son nada... simplemente no quiero exagerar- dijo con voz y mirada apagada
- ¡Ya sé que eres fuerte! Pero deja de hacer esto... si te duele dilo, yo sabré como curarte aquí pero si sigues restando importancia a tus propios sentimientos ¿Cómo esperas que la gente te ayude? – Dijo en tono preocupado Nephrite mientras desgarraba un trozo de su capa para cubrir la herida de la chica.
Júpiter miraba como el apuesto joven de cabello marrón cubría sus heridas con el trozo de tela y poco a poco sintió como las lágrimas cubrían su rostro, una de ellas cayó en las manos del chico quien desconcertado subió su mirada; la imagen de esa hermosa chica llorando le oprimió el corazón.
- L-lo siento, es solo que me he acostumbrado a que la gente piense que puedo guardar mis emociones simplemente por mi complexión y aire de chica ruda- decía mientras que con su mano sana intentaba limpiar sus lágrimas.
El chico al ver esto tomo la mano de la chica con la que intentaba limpiar sus lágrimas y la retiro de su rostro – Deja que salgan todas, no tienes por qué avergonzarte- dijo mientras posaba sus ojos en ella – No creo que tengas el esencia de chica ruda... yo veo en ti delicadeza y porte – decía mientras sus mejillas iban poniéndose rojas al igual que las de la chica- Y respecto a tu complexión creo que... eres sumamente atractiva y con un cuerpo extremadamente femenino- concluyo completamente ruborizado.
Al oír ese discurso, Júpiter dejo de llorar mientras sentía como el calor recorría su rostro.
- De ahora en adelante prométeme que jamás pensarás eso de ti misma – Decía mientras le sonreía dulcemente
- Gracias, creo que me hacía falta escucharlo de alguien- sonrió tímidamente la chica
- ¡Listo! – Dijo mientras terminaba de anudar el vendaje improvisado – No volveremos tan pronto, pero si quieres alguna flor tendrás que pedírmela a mí, no puedo dejar que las manos de una dulce chica se lastimen de esa forma... ¡qué dirán de mí!... pensarán que no supe protegerte.- Decía mientras le guiñaba un ojo.
La chica al verlo reconfirmo esos sentimientos que él había despertado en ella desde el momento en que lo vio por primera vez, de manera involuntaria dirigió sus manos al rostro de aquel apuesto joven y lo atrajo hacia al suyo de tal forma que ambos rostros quedaron casi juntos, sus miradas estaban fijas uno del otro.
Algo ruborizado el joven apenas pudo susurrar – N-no hagas eso, no sabes lo que esto puede generar en mi- decía al tiempo que desviaba su mirada de los ojos esmeralda de la joven.
- Nephrite... no sé cómo decirlo... creo que comienzo a enamorarme de ti- dijo tímidamente la chica.
Al oír esto, el caballero abrió los ojos y redirigió su mirada a la senshi – A veces el amor puede ser confundido con atracción- respondió seriamente
- Quizás... y es ridículo porque solo nos hemos visto en dos ocasiones pero... tampoco creo estar equivocada- Dijo en tono suave pero firme – Estos días solo he podido pensar en ti, pero más allá de tu evidente atractivo físico es justamente lo que acabas de hacer por lo que no puedo borrarte de mi mente- decía mientras las lágrimas volvían a salir de sus ojos.
- No llores – pensaba el caballero - ¿Cómo alguien tan fuerte y delicada puede tener un arma tan poderosa que me deja completamente desarmado? – susurro tímidamente Nephrite mientras acercaba su rostro al de la chica.
- ¿Cómo alguien tan imponente puede ser tan sensible a los sentimientos de los demás? – respondió susurrando la senshi mientras cerraba los ojos al ver el rostro de ese apuesto joven acercarse al suyo.
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Predestinación
FanfictionEstos 8 guardianes creyeron por mucho tiempo que sus vidas estaban ligadas a su única causa: servir y salvaguardar a sus respectivos príncipes, pero el destino les tiene preparado una hermosa sorpresa con la llegada del amor... hasta que la fatalida...