Ansiedad

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Durante la reunión se acordó que las inner se harían cargo de vigilar a los ex Shitennou y reportar cualquier indicio que pudiera resultar procedente de la energía maligna que poseían. Aunque la mayoría de las outer senshi no quedaron contentas con eso, no pudieron más que acatar las órdenes de sus futuros reyes.

Después de que se retiraron las outer, cada una de las parejas se fue retirando con los ánimos por los suelos; no creían que la aparición de sus poderes derivara en el descubrimiento de esencia maligna en ellos.

Por un lado ellos pensaban en que volverían caer ante el mal, cuando por fin recuperaban sus vidas se vislumbraba la posibilidad de romper con eso nuevamente y ser por tercera ocasión marionetas que solo sirvieran como cebo en una batalla que ni siquiera llegarían a comprender, lastimando nuevamente a personas a su alrededor como amigos y familiares pero sobre todo a las chicas que después de todo los habían perdonado aun cuando ni ellos mismos lo habían hecho.

Por otro lado, ellas pensaban en lo injusto que resultaba toda esa situación. Ellos no hacía ni un año que habían recuperado sus vidas y sus recuerdos con ellas, que podían volver a ser libres y tener una vida común. Parecía que el único propósito de las reencarnaciones de los Shitennou solo sería servir al mal una y otra vez; y ellas tendrían que tener la tarea de eliminarlos si volvían a regresar al mal pero ahora con los recuerdos de su vida pasada y de esta con ellos.

Fue una de las semanas más tensas que habían pasado; Rei miraba a Jun retomar su juego de go con su abuelo, por lo general entre semana no había mucho trabajo en el templo y el abuelo decidió enseñarle a jugar.

Una de las razones por las cuales Rei decidió devolver su confianza a Jun fue justamente el interés genuino que este mostraba con su abuelo, ya sea en pasar tiempo con él, escuchar las historias del templo e incluso en recordarle los medicamentos que este debía tomar.

Rei miraba a Jun con ese rostro tranquilo, sereno y esa sonrisa que lograba controlar su fuego interior, se preguntaba cómo alguien que irradiaba tanta paz y era tan sensible podría albergar aún malignidad en su ser.

- Veo que es mentira lo que me han contado, no sé ve que lo tengas en estado de esclavitud en el templo – Dijo Michiru acercándose a Rei

- ¿Vienes a vigilarlo? – Pregunto sin mirar a Michiru

- No, ese es trabajo de ustedes... vine porque me sorprendió verte en la reunión con él, creí que no estabas interesada en los hombres, mejor dicho en las relaciones – Dijo seria

- Él es mi alma gemela... no podría estar con nadie que no fuera él, si él no estuviera posiblemente no anhelaría estar con alguien más – Dijo Rei tranquilamente sin dejar de mirar a Jun

- Ya veo – Dijo Michiru mirando a Rei con una leve sonrisa – Solo para que lo sepan, yo no estoy en contra de ellos, me parece lindo que hayan vuelto a sus vidas

- No es lo mismo que piensa Haruka o Hotaru, no parecen confiar en ellos

- No lo tomes personal, ellas no confían en nadie... a diferencia de Setsuna y yo. Rei escucha, el tema de la oscuridad que ellos guardan no tiene por qué preocuparlas tanto, creo que han exagerado esa revelación... por lo que veo ni él mismo está pensando en eso a diferencia tuya.

- Él solo está intentando resguardar todos los recuerdos que pueda conmigo y de su vida actual, finge que no le preocupa para no preocuparme pero sé que es algo que lo está rompiendo completamente... y yo, solo puedo fingir que estoy bien para que él no se preocupe ¿Qué tonto no crees?... Intentamos protegernos el uno al otro hasta que la bomba explote.

- Se conocen bien... Rei, quizás es exagerado lo que piensan respecto a esa maldad

- ¿Qué quieres decir? – Por fin Rei volteo a ver a Michiru

- No lo sé con exactitud pero... ¿No todos los humanos guardamos algo de maldad en nuestro interior?... es decir, es algo que no pudo purificar el cristal de plata ni el cristal dorado... ¿No será que ellos mismos están aferrados a esa oscuridad? La oscuridad retenida por mucho tiempo y más cuando esta es alimentada por inseguridades si puede resultar muy peligrosa, sería bueno que ustedes los ayudaran a que la dejen ir, a soltarla.

Rei la miro con sorpresa, jamás había pensado en esa posibilidad pero eso también la dejaba con más interrogantes ¿Por qué aquellos que estaban atormentados por haber caído en la oscuridad estarían aferrados a una parte de ella?

- ¿Por qué me dices esto Michiru?

- Supongo que quiero ver a todos felices... no dejo de ser una romántica – Dijo esbozando una ligera sonrisa – No creo que Usagi quiera que ustedes pasen una eternidad solas

- Nuestro deber es protegerla

- ¿Y eso que tiene que ver con el amor? Honestamente en nuestras últimas batallas hemos sido poco más que espectadoras, casi siempre es la princesa quien termina salvando el día... sabemos que nos depara el futuro ¿Por qué no proteger a las personas que amamos junto con la princesa? Más si esas personas también tienen a alguien igual a quien proteger – Dijo mientras se retiraba

- Gracias Michiru – Dijo Rei, en respuesta Michiru solo alzo la mano

Finalmente la partida de Go quedo nuevamente inconclusa, Jun se levantó después de hablar un poco más con el abuelo de Rei para dirigirse posteriormente con ella.

- Creo que nunca le ganaré a tu abuelo – Dijo mientras rodeaba su cintura con sus brazos

- Si, no creo que eso pase nunca – Dijo sonriéndole

- Entonces creo que ya es hora de que me vaya, a menos que quieras hacer algo – Dijo sonriéndole tan dulce como podría

- Jun... necesito que este viernes estés en el templo temprano ¿Podrías hacerlo?

- Puedo faltar a un par de clases y reportarme enfermo en el trabajo ¿necesitas algo? – Dijo soltando un poco el abrazo mientras la miraba con intriga

- Mi abuelo saldrá temprano y no regresará hasta la noche... necesito hacer algo y te necesito para eso. N-No pienses que es un intento por seducirte ni que pretendo algo más – Dijo ligeramente ruborizada

Jun se rio ligeramente – Esta bien, estaré aquí temprano. Es hora de que me vaya – Dijo mientras depositaba un ligero besos en sus labios y se iba

Rei lo miro irse – Investiguemos el origen de esa maldad en tu interior – pensaba Rei convencida de que la teoría de Michiru era cierta, si había una posibilidad de liberarlo por completo estaba dispuesta a ayudarlo.

PredestinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora