El día que te perdí - Parte 4 Kunzite

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Kunzite se dirigió a buscar al príncipe Endymion, mientras buscaba miraba el caos en lo que se había convertido esa incursión pero siguió ignorando todo a su alrededor, debía encontrar a su príncipe el cual hayo en una de las salas dentro del palacio.

- Endymion ¿A dónde vas?

- Kunzite...

- Debes acompañarme, es peligroso que estés aquí... debes quedarte al lado de Lady Beryl o regresar a la Tierra.

- Tengo que proteger a Serenity ¡Ustedes están cometiendo un grave error! Por favor... recapacita, están siendo manipulados por una entidad maligna

- Endymion, entiende que ellos quieren tu destrucción y apoderarse de la Tierra ¿Cómo puedes ser tan ingenuo?

- ¡Basta Kunzite! Tú sabes que eso es una mentira que te ha hecho creer esa criatura maligna.

- ¡Estamos hartos de su vigilancia hacia nosotros! Esta última táctica de enviar a las guardianas y a la princesa a hechizarnos fue muy bajo; sus ojos siempre puestos sobre nosotros esperando el momento justo para atacar... ¡Ellos son los monstruos! – Dijo enardecido el general

- ¿Eso es lo que te ha hecho creer ese ente? Tú sabes que eso es una mentira... las chicas y Serenity aman la Tierra y a nosotros ¡Recuerda!

- ¡Basta! Vendrás conmigo por las buenas o por las malas Endymion, nadie puede protegerte mejor que Lady Beryl – Dijo mientras desenvainaba su espada.

El general se acercó amenazadoramente al príncipe, pero antes de que pudiera poner una mano sobre él una cadena detuvo su brazo.

- Kunzite aléjate del príncipe Endymion – Dijo Venus

- Venus... ¿Qué quieres hacer con Endymion? – Dijo sarcásticamente el general

- Lo he oído todo, Kunzite tu serías incapaz de levantar tu mano sobre Endymion... tú deber siempre fue protegerlo ¿Cómo puedes amenazarlo de esa forma?... Ese ente se ha apoderado de tu mente, por favor paren esto – Dijo casi suplicante la chica

- Este asunto no es tuyo, vete si no quieres caer al igual que tu princesa

- ¡No dejaré que te acerques a Serenity!... Por favor, no me obligues a detenerte... Príncipe Endymion, yo me haré cargo de él, por favor encuentre a Serenity y protéjala hasta que podamos reunirnos con ella.

El príncipe volteo a verla y asintió – Por favor Venus, ayuda a Kunzite a regresar a la normalidad... ellos no actuarían así sino fuera por ese ser maligno que los ha controlado – Le pidió mientras se alejaba.

- ¡Detente Endymion! – Grito Kunzite pero Venus jalo la cadena a su dirección

- Por favor Kunzite, rechaza esa energía negativa... protejamos a nuestros príncipes como antes

- ¡Son ustedes quienes quieren deshacerse de Endymion e invadir el reino dorado! – Grito mientras rompía la cadena, tu misma me lo dijiste... cuando la alianza mantiene en confinamiento a un planeta es porque piensan en invadirlo – Si no dejarás que vaya tras él me estás obligando a liquidarte

- ¡Te equivocas! Lo has sacado de contexto... nunca me referí a eso... además tu serías incapaz de lastimarme... esa es la prueba de que estas siendo manipulado – Clamo la chica

- Venus, tu manipulación hacia mí ya no surte efecto... he sido liberado de tu poder – Dijo tranquilamente con una leve sonrisa malévola – Si te opones a dejarme ir tras Endymion tendré que matarte.

- No permitiré que vayas tras Endymion, así tenga que encadenarte a mí – Dijo la chica mientras arrojaba nuevamente su cadena sobre el cuerpo del general ejerciendo un poco de presión.

- ¿Eso es todo lo que tienes? – Dijo murmurando mientras arrojaba sobre la chica un ataque electromagnético, aún con el dolor que sintió Venus no soltó la cadena.

- No tienes por qué salir lastimada Venus, solo dime donde se encuentra tu princesa

- Aun si lo supiera no te lo diría nunca – Dijo sollozando la chica

Kunzite retiro su ataque de la chica que cayó desplomada, él aprovecho ese momento para sacar su espada y romper la cadena de Venus. Se acercó lentamente donde ella se encontraba incorporándose.

- Kunzite... te amo, pero no puedo dejar que lastimes a Serenity – Dijo con un hilo de voz

- Si eso es verdad ¿entonces porque te opones tanto a mí?... tendrías que estar de mi lado

- S-sabes que me debo a la princesa, mi deber es protegerla de cualquier peligro... Kunzite, entiéndelo... están siendo manipulados... Endymion tampoco quiere esto – Dijo levantándose por completo.

- Entonces lo siento Venus, debo acabar contigo

El general apuñalo a la chica con su espada a un costado, fue un golpe limpio y certero. Al sacar su hoja del pequeño cuerpo de la chica este escurrió gotas de sangre.

- Tendrás que perdonarme Venus, pero esto era lo mejor – Dijo fríamente mientras se retiraba dejando a la chica en el piso.

- Aún no hemos acabado – Jadeo la chica en un intento por incorporarse nuevamente, no se podía permitir caer sin antes haber puesto a salvo a Serenity – Serás tú quien tendrá que perdonarme.

La chica con las pocas fuerzas que le quedaban invoco la espada sagrada, al sentirla en sus manos sintió como una enorme fuerza recorría su herido cuerpo.

- Veo que aun te queda algo de poder... pero lamento decirte que no será suficiente – Dijo mirándola nuevamente de pie

Ella, sin esperar más tiempo corrió hacia él empuñando su espada con una mirada desconsolada y lágrimas saliendo de sus ojos. Kunzite pudo bloquear hábilmente la espada de Venus, pero ella siguió ejerciendo presión al frente del cuerpo del general, vertiendo cada gramo de poder que aún conservaba sobre su espada logrando atravesar completamente al apuesto general.

- V-venus... - Susurro el general, su mirada había cambiado a una tierna como solía tenerla cuando se veían en el reino dorado – G-gracias... por favor, cuida de Endymion – Diciendo eso acaricio la mejilla de la chica y cayó casi inmediatamente después.

- K-kunzite – Dijo llorando Venus mientras abrazaba el cuerpo inerte del general.

Una vez recuperada del shock emocional que conllevo la muerte de Kunzite, comenzó su búsqueda de la princesa. En una parte de su recorrido encontró a Júpiter que al verla tan malherida la ayudo a sostenerse; de ambas la más grave sin duda era Venus.

- ¿Kunzite? – Pregunto Júpiter

Venus solo pudo negar con la cabeza mientras salían lágrimas de sus ojos – Ahora lo importante es encontrar a Serenity y a la reina – Musito.

Pronto llegaron al lado este del palacio, donde después llegaron Mercury y Mars heridas. Frente a ellas se encontraban los tres generales restantes, solo separados por la pareja de príncipes; frente a estos se encontraba Beryl quién después de amenazar a la princesa alzo su espada para matarla pero Endymion se interpuso.

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