Estos 8 guardianes creyeron por mucho tiempo que sus vidas estaban ligadas a su única causa: servir y salvaguardar a sus respectivos príncipes, pero el destino les tiene preparado una hermosa sorpresa con la llegada del amor... hasta que la fatalida...
Ya había pasado algún tiempo desde la última boda de los guardianes, todos estaban expectantes a cuál pareja sería la siguiente, hasta ese momento ninguna de las dos parejas restantes había hecho el anuncio de su próxima boda.
Rei y Jun jamás tuvieron dudas respecto a su boda, querían que esta fuera en el templo Hikawa y que el abuelo la oficiara; tampoco tuvieron dudas respecto a que tan público querían que esta fuera, sabían que debido a sus nuevas posiciones tendrían que notificar su enlace, pero no tenía que ser de manera inmediata a diferencia de las últimas dos bodas.
Decidieron que su enlace fuera secreto, ellos siempre llevaron su relación de manera reservada; sabían que sus amigos lo entenderían sobre todo porque más allá de un festejo para ellos dos significaba un acto especialmente íntimo, privado y significativo.
Eligieron un día de octubre, cuando las hojas del santuario se encontraban rojas por el otoño, a Jun le parecía lindo ese efecto, como pequeñas llamas cayendo de los árboles. Rei decidió usar un Shiromuku blanco, en lugar de usar el típico wataboshi en la cabeza decidió solo recoger su cabello con flores de Casablanca a un lado; por su parte Jun vistió el típico montsuki haori hakama.
Sin mayor ceremonia, Jun espero nervioso pero radiante de felicidad a Rei en el patio del templo para llegar juntos al pabellón central del santuario donde el abuelo oficiaría la boda y donde ya se encontraba esperándolos.
Entonces la vio salir; sus ojos azules no podían brillar más de felicidad al ver a la mujer más hermosa que jamás había visto en ninguna de sus vidas, ahora ella venía a él para cumplir uno de sus más grandes sueños, por fin ella sería su esposa.
Tomo con desmedido amor las manos de su futura esposa – Eres lo más hermoso que han visto mis ojos, estas radiante – Dijo mientras besaba las manos de Rei; pudo ver que los ojos amatistas de la chica lo miraban con la misma intensidad y amor inmenso; y con una sonrisa que expresaba todo el amor que ella estaba sintiendo en ese momento.
Caminaron juntos al pabellón donde estaba el abuelo, se sentaron frente a él y comenzó la ceremonia purificando a la pareja y anunciando el matrimonio a los Dioses, Rei y Jun por momentos intercambiaban miradas casi para asegurarse que no se trataba de un sueño. Bebieron el sake e hicieron sus votos:
- Rei, eres el fuego que calienta mi alma y la llama que ilumina mi vida. Mi corazón solo te ha pertenecido a ti desde el día en que te vi por primera vez; mi vida entera ésta unida a ti para siempre. Sé que te han herido pero te has permitido abrir tu corazón al mío y prometo jamás decepcionarte, estoy eternamente agradecido que me hayas elegido como el hombre que acompañará tu vida y tienes mi promesa eterna de amarte siempre... hasta la eternidad – Dijo mientras colocaba la alianza en el fino dedo de la sacerdotisa.
- Jun, eres mi fuente de paz y armonía... la brisa que calma mi ser y reconforta mi alma; el único hombre que me ha hecho anhelar el amor, has traído alegría a mi corazón y no podría entregarme a alguien más que no fueras tú; eres la parte que le faltaba a mi vida, mi alma gemela... seré tuya por la eternidad – Finalizo mientras colocaba el anillo en el dedo del músico.
Finalmente pusieron la ofrenda y terminaron los rituales; el abuelo de Rei no podía estar más feliz de ver a la joven pareja unida en matrimonio, la imagen de los jóvenes mirándose con tanto amor tomándose de las manos tan fervientemente lo acompañaría hasta el último día de su vida. Y así fue como la senshi del fuego se unió al general del este.
Los medios así como sus amigos se enteraron de su matrimonio casi dos meses después, poco antes del matrimonio de Makoto y Naoki; cuando presentaron el registro de matrimonio en la oficina del distrito.
- Hermano, tendrás tus razones para haberlo hecho así pero nos debes por lo menos unas cervezas – Le dijo Naoki mientras palmeaba bruscamente la espalda del rubio una vez que se hizo pública la información de su matrimonio.
- Bien, así será... después de tu boda por supuesto – Respondió el rubio con una gran sonrisa.
Unas semanas después de que se anunciara que se había celebrado el matrimonio de Lady Mars y Lord Jadeite en privado, todos estaban en la expectativa del último matrimonio entre los guardianes.
Al igual que la última pareja, Makoto y Naoki no querían una celebración tan pública y mucho menos masiva; pero si querían a sus amigos más cercanos al ser estos sus únicas familias. Al ser los últimos y después de la boda secreta los medios parecían acecharlos más, algo que definitivamente los incomodaba.
Decidieron una boda civil como la mayoría y eligieron como escenario su propio local; Makoto decidió que ella sería quien cocinaría los platos del día de su boda al cabo solo sería el grupo de amigos y al igual que Rei y Jun sería secreta a los medios, lo cual disfrazarían como un evento privado en su negocio.
La senshi del trueno y el caballero de la sabiduría y el consuelo eligieron el mes de diciembre para unir sus vidas frente a sus amigos en un ambiente cálido e íntimo.
Makoto decidió llevar un vestido en corte imperial que le llegaba a las rodillas y ato su cabello con una ligera diadema de pedrería; por su parte Naoki solo uso un traje formal, querían que su boda fuera lo más casual posible, casi como una reunión familiar donde todos pudieran pasarla bien y divirtiéndose, olvidándose de las rigurosas normas de etiqueta a las cuales se habían tenido que alinear desde que se volvieron personas públicas y afortunadamente así fue.
La ceremonia comenzó rodeados de sus amigos y dijeron frente a ellos sus votos:
- Makoto... estoy aquí para jurar mi amor eterno y honrar mi promesa de hacerte feliz frente a las personas que significan tanto para nosotros, eres quien complementa mi vida y hace rebosar de felicidad mi alma. No solo eres mi alma gemela, eres mi alma... eres mi vida y tienes mi corazón en la palma de tu mano; graba mi amor en tu corazón y llévame como una marca en tu piel, tu amor es lo que le da sentido a mi vida y por eso te amaré por siempre – Termino mientras ponía el anillo en la chica ojiverde.
- Naoki, eres y serás por siempre el amor de mi vida; mi compañero, mi socio y mi confidente. Mi espacio seguro, mi mayor apoyo y consuelo; con quien quiero recorrer y disfrutar la vida. Eres quien mi corazón anhela, estamos hechos el uno para el otro y estarás habitando siempre en la parte más profunda de mi alma y de mi corazón... Hoy por fin, seré tu esposa – Dijo mientras colocaba el anillo en su casi esposo.
Tras finalizar la ceremonia y un vitoreo de los pocos asistentes, la pareja sello su promesa de amor con un beso.
La recepción fue justo como lo esperaba la pareja; un ambiente cálido, informal, divertido y relajado. Sus mejores amigos con sus parejas en las mesas sonriendo y disfrutando. Alagando la comida que Makoto preparo y admirando la capacidad de administrar su tiempo para hacerlo posible.
En una de las mesas los reyes, que ahora solo asistían como amigos cercanos de la pareja miraban a su alrededor, cada uno a sus amigos viéndolos felices y completos; compartiendo la felicidad que ellos mismos sentían. En silencio agradecieron que esos sueños por fin se hayan hecho realidad.
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