Visita Nocturna - Parte 1 Nephrite

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- Me enteré que la princesa volverá a hacerte una visita en estos días, ¿eso es cierto? – Dijo juguetonamente Kunzite

- Así es, me temo que la reina piensa que es una forma de controlar las escapadas de Serenity, ya pasó más de una semana de su última visita... me culpó por no realizar el baile en menos de 2 semanas, supongo que es el tope de su paciencia – Respondió divertido el joven príncipe.

- Esa princesa traviesa nos ha metido en problemas a todos, no sé si es osada o simplemente es impaciente- Contesto con una enorme sonrisa

- Ambas – dijo sonriendo pícaramente el príncipe – supongo que esas son parte de las cualidades que me atraen de ella.

- Me alegro que la reina Serenity haya decidido ser flexible entre ustedes, al parecer no le disgusta del todo que ustedes estén juntos, de verdad me alegro por ustedes.

- Con el tiempo, querido Kunzite... tampoco le molestará que ustedes también estén juntos – respondió dibujando una tenue sonrisa

- Tú sabes que no he dicho eso por nuestra situación, entiendo perfectamente el por qué no le agrada que las chicas se "distraigan" con nosotros. Quizás tú también deberías ser más estricto como la reina – comentó divertido - ¿Sabías que los chicos piensan ir a la Luna por la noche... irás tú?

- Suena bastante tentador, pero prefiero no arriesgarme a tan pocos días del baile... Serenity vendrá de visita y a diferencia de ustedes yo soy paciente- Respondía divertido el príncipe – Es una lástima que no pueda responder por las acciones de mis generales – Dijo sarcásticamente - ¿Supongo que irás con ellos?

- Alguien debe quedarse a cuidar de ti – Menciono con una sonrisita sagaz

- Preferiría que los acompañaras para evitar que hagan algo estúpido... conociéndolos, es un plan de Nephrite o Zoisite... y solo arrastraron consigo a Jadeite, pero el solo no podrá controlar a los otros dos.

- Vaya... sí que nos conoces bien Endymion- Finalizo el general con una sonrisa amplia.

- Claro, son mis hermanos. Tengan cuidado.

Los cuatro generales se reunieron por la noche para llevar a cabo su plan.

- ¿Entonces irá? – Pregunto Zoisite

- No, prefiere no darle motivos a la reina para enfadarse con él... la princesa vendrá a verlo en estos días – Dijo tranquilamente Kunzite

- Entonces tú nos acompañaras ¿cierto? – Mencionó Nephrite

- No, alguien deberá quedarse en la tierra y a diferencia de ustedes yo puedo controlar mis impulsos y emociones – Dijo con una leve sonrisa – Jadeite, cuida de estos dos para que no se metan en problemas, no dejen que los descubran... eso podría ocasionarle un problema a Endymion.

- ¿Seguro que no quieres acompañarnos? –Pregunto Jadeite

- Alguien debe quedarse, no demoren mucho – Finalizo Kunzite mientras se retiraba

Los 3 generales llegaron a la luna intentando pasar desapercibidos, aunque era la segunda vez que iban a la luna en realidad era la primera vez que podían explorar solos, decidieron separarse para buscar aunque realmente su plan era ser encontrados por las guardianas: Jadeite decidió ir por los arcos que conectaban el jardín con el palacio principal, Zoisite por las fuentes y Nephrite por los jardines exteriores.

- Es increíble que no haya ninguna clase de guardias a esta hora – pensó el caballero de largo cabello marrón después de haber caminado un poco. Sus pensamientos fueron interrumpidos al sentir la presencia de alguien más - ¡Vaya! Esto fue rápido- pensó – Supongo que tampoco soy bueno intentando pasar desapercibido ¿cierto?

- Ninguno de ustedes lo es – Interrumpió una voz femenina conocida - ¿A qué has venido?

- Justo a que nos encontraran, así que supongo que tuvimos éxito – Dijo socarronamente Nephrite mientras volteaba para intentar ver a la dueña de esa voz y la razón por la que él se encontraba ahí.

Una risa en la oscuridad se escuchó después de ese comentario.

- ¿Por qué no sales? ¿No se supone que deberías ponerme bajo arresto? – Volvió a preguntar juguetón.

- Supongo que lo haría si representarás algún tipo de amenaza, pero creo que solo bastará con decirte que es mejor que regresen a la Tierra – Dijo tranquilamente sin mostrarse Sailor Júpiter

- ¿Es una amenaza? – Pregunto sin perder el tono de voz divertido

- Una invitación... o recordatorio si quieres verlo así, ustedes tampoco deberían estar en la Luna y menos a esta hora.

- ¿Realmente no saldrás?... Me estás obligando a buscarte – Dijo divertido el general

- Tenemos prohibido acercarnos a ustedes, pero somos las únicas que podemos defender el palacio de cualquier invasión.

- Solo vine a verte – Dijo en un tono más serio.

- ¿Te irás después de verme?

- Si, a menos que prefieras que me quede – Dijo sin perder ese tono divertido alzando una ceja mientras sonreía.

Nuevamente se volvió a escuchar una risa entre la oscuridad.

- Tengo su palabra general – Finalizo Júpiter mientras salía de entre las sombras – Bien, ya me has visto... ahora cumple tu palabra, regresen a la Tierra – Decía mientras se paraba frente al general cruzando los brazos.

- Aún no sabes a qué he venido a verte

Algo sorprendida Júpiter preguntó - ¿Viniste por algún motivo en particular? Pensé que solo viniste a verme – Comentó con un aire de decepción.

El general se acercó a la chica y la tomo entre sus brazos – No soportaba estar lejos de ti, no verte... estos días me han parecido eternos y solo he pensado en este momento – Dijo susurrándole al oído.

La senshi abrió sus ojos como platos al oír eso y sus mejillas rápidamente se pintaron en tono rojo, su cabeza reposaba en el pecho musculoso del general y podía oír los latidos de su corazón - ¿es verdad lo que dices Nephrite? – Musito con un hilo de voz

- Nunca podría mentir sobre esto... me has quitado el aliento desde que te vi por primera vez – La abrazo aún más fuerte – Jamás imagine que pudiera enamorarme de alguien tan rápido, es casi como... si tuviéramos una conexión innata, sé que tú también lo sientes, me lo dijiste la última vez que nos vimos.

La senshi al oír esto solo cerró los ojos para poder deleitarse con cada una de las palabras del general, apoyándose aún más sobre su pecho, era verdad; ella también sintió con él esa conexión inmediata e inexplicable.

PredestinaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora