𝐑𝐀𝐌É ↬𝐉𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬

14. Regulus es tan vanidoso

—Creo que, si fueras más amable, simpático, sonriente, menos grosero, mandón y malhumorado, tendrías novia. Podrías iniciar por tu cara.

—¿Qué tiene mi cara? —cuestionó a la defensiva, creyendo que se trataba de un comentario sobre un defecto físico.

El día del regreso, Regulus y sus amigos tomaron los mismos lugares de siempre, esperando tener el mismo viaje tranquilo, compartir una conversación de vez en cuando, leer o incluso dormir hasta su llegada a Hogwarts, sin embargo, sus planes habían sido interrumpidos cuando el grupo de Sirius apareció, aparentemente buscando perder el tiempo en lo que el tren avanzaba (aunque sospechaban que estaban esperando a Snape para hacerle la primera broma del año). Para mala suerte del menor de los Black, habían llegado en el momento exacto en que Evan les contaba sobre los consejos de amor que sus padres les dieron, al Regulus mostrarse sospechosamente desinteresado, fue el blanco de bromas de James.

—Tranquilo, bebé Black, solo digo que deberías sonreír más. Le harías un favor a tus fans.

—A mí no me gustan- ¿a quiénes te refieres? —se quejó, retirando la mirada de su libro, para verlo con molestia. 

—Ah, lo sabes —le señaló, con una sonrisa burlona, moviéndose de un lado a otro, pretendiendo ser un rey engreído—. Solo te crees demasiado perfecto para ellas.

Regulus viró los ojos, para después volver a su lectura, con toda la intención de ignorar a James y que este finalmente se fuera, pero apenas pasaron cincos segundos, escuchó su voz entonando una melodía.

—You had one eye in the mirror, as you watched yourself gavotte...

—No esto... —suspiró, negando con la cabeza para hundir su rostro en las páginas abiertas del libro.

Era la entrada a su segundo año y era nuevamente James Potter el primer dolor de cabeza del ciclo. Le apenaba que las miradas se dirigieran y se preguntaran a quien le estaban cantando.

—And all the girls dreamed that they'd be Reg's partner, they'd be Reg's partner and...

—You're so vain... —coreó el resto.

Regulus vio con molestia a sus amigos, quienes no pudieron evitar reír, luego se dirigió a Sirius, quien también reía.

—Si quisiera, tendría novia.

—¿Y por qué no la tienes? —la voz de James era desafiante, como si insinuara que el verdadero motivo de su soltería realmente fuera aquella actitud ególatra y mal carácter que tenía.

—Si quisiera, idiota. 

—Puedes decir que necesitas ayuda.

—Puedes decirlo tú, a la pelirroja no le gustas.

—¡Reggie! —Sirius cubrió los oídos de su amigo rápidamente— No se habla de ese tema aquí...

—Es la verdad. Ninguno de ustedes tiene novia, y sé que nadie los quiere, ¿por qué debería escucharlos? —inquirió en el mismo tono que James había hecho anteriormente.

—Pues-

—Sirius también rechaza a las niñas, o algo así —respondió Remus, antes de que el otro pudiera formular su oración—. Deberían ayudarse un poco.

—Si tuviera novia, no podríamos estudiar juntos siempre, Remus —se quejó, aproximando su mano a la mejilla del castaño con intención de pellizcarlo, pero este la tomó antes de que pudiera llegar a su piel—. Y yo solo aprendo si estudio contigo.

—Pero si tú nunca estudias, solo me observas cuando yo lo hago y dices que así aprendes tú.

—¡Es que así aprendo yo!