𝐑𝐀𝐌É ↬𝐉𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬

52. Casual

Si bien el momento había sido idílico para que la tensión entre James y Regulus aumentara, sus labios no se unieron, pues en ese precioso momento, la puerta se abrió de golpe, y al mismo tiempo se encontraban un par de zapatos golpeando fuerte contra el suelo.

—¡Déjame solo un puto momento! —la voz de Remus sonaba bastante exaltada, como no era usual en él— Regresa a la fiesta, no me importa y no quiero verte.

Ambos se sobresaltaron, de no ser porque había personas en la habitación, se habrían salido de la cama y no se hubieran dirigido la mirada en unos meses más, como aquella vez que sus miradas se entendieron en la sala de los invernaderos.

Tenían que tragarse las ganas de huir, en especial porque, quien estaba ahí con Remus, era Sirius.

—Moooony, no seas cruel.

—¿Estabas escuchando algo de lo que te dije?

—¿Por qué estás siendo malo conmigo?

—Eres un maldito cínico.

—¡Explícame!

—Siempre haces estas cosas cuando bebes, y ahora es peor porque también pretendes que eres cool fumando.

—¿Te molestó que fumara? ¿Qué eres, policía?

—Vete a la mierda. Odio que seas así.

—¿Cómo?

—Trato de beber poco menos que tú para poder cuidarte, y tú aprovechas para besarte con alguien, ¿por qué debería sorprenderme ahora, no? Eres un maldito imbécil.

—Qué ridiculez, ¿por qué solo te molestas conmigo?

—Regresa a la fiesta, Sirius. No quiero hablar.

—No, ahora no quiero, hasta que dejes de estar molesto.

—Me das asco. No quiero que estés aquí, ¿entiendes? No quiero convivir con un maldito mentiroso.

—Remus.

—¡No, cállate! No digas que estoy exagerando. Me escribes cartas durante las vacaciones, siempre buscas estar cerca de mí, incluso haces esas bromas que me hacen pensar- pero en cada fiesta, terminas besándote con- ¡Yo creí que tú-! Ahg-

—Remus, ya...

Regulus sintió pena. Había sido él quien reveló que Sirius estaba enamorado, pero, ¿y si se había equivocado? ¿Y si solo había alimentado sus ilusiones?

—Vete si no quieres escucharme decir que me das asco.

—¡Son besos casuales! Solo estoy ebrio y ellas- ellas también. Tú y yo no podríamos-

—A la mierda tus besos casuales. ¿Es casual cuando dices que me quieres?

—No, no es eso, es que-

—No quiero escucharte.

—Pero te quiero. Sí te quiero. No bromeo sobre querer besarte, en serio quiero besarte, pero... Moony, estoy muy, muy borracho para esta conversación, tú sabes que es difícil porque-

—Si vas a decir que soy un chico, mejor vete. Llevo esperando mucho tiempo para que dejes de poner excusas ridículas. Me rindo.

Reg no pudo evitar pensar en Barty, en si le estaba provocando las mismas ansias al rechazar su pasión solo porque ambos eran chicos. Se preguntó si en algún momento se cansaron de él del mismo modo.

—¡Deja de culparme por esto!

Algo cayó, no sabía qué, pero algo se rompió en el piso. Sujetó el brazo de James, con fuerza. Como alguien que vivió con él durante 15 años, cuando Sirius estaba molesto, le daba miedo.