30. Primera visita a Hogsmeade

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Estaba agradecido por haber arreglado las cosas con Pandora, aunque aún faltaba Evan y, para colmo, Barty también comenzaba a tener actitudes evasivas y extrañas.
Se rompía una cosa al reparar otra.

Acercándose San Valentín, estuvieron los cuatro de acuerdo con ir a Hogsmeade a pasar el rato. Invitaron a Xenophilius, quien aceptó gustoso, y a Dorcas, pero parecía que ya tenía los mismos planes con sus amigas.
Ella sugirió unir sus grupos, pero Regulus y Barty negaron al instante. No iban a convivir con Lily Evans como si no hubiera sucedido lo del año pasado.

Era perfecto si iba solo con sus tres mejores amigos... Y el arrimado de Lovegood. Al menos ayudaría a mantenerlos cercanos.

Ese año no olvidó comprar un pequeño detalle para ellos. Listones para Pandora, lentes de sol para Evan y un telescopio para Barty.

Llegando el día, despertó temprano como ya le era costumbre, y quiso deslizar suavemente el estuche bajo la almohada, sin embargo, apenas se acercó, Evan sujetó su muñeca con una fuerza descomunal, casi instintiva, como si fuera una presa intentando defenderse.

—No, por favor, no digo nada —gritó.

El rubio comenzó a sudar frío y la respiración se le aceleró, aún al ya haber visto claramente el rostro de su amigo frente a él, no pudo soltarlo, solo quitarle fuerza a su agarre.

—Perdón.

Evan apoyó su frente contra el abdomen del otro, y luego pasó sus manos a su espalda, obligándolo a mantenerse cerca.

—Te estás comportando raro —no se apartó de él, pero tampoco supo cómo reaccionar ante el contacto físico de otro modo que no fuera hacer una mueca— ¿Qué pasa?

—Una pesadilla.

—Te compré algo, por San... ¿Cómo se llamaba?

—Valentín.

—Va a gustarte.

El rubio se separó poco a poco, buscando los ojos grisáceos, en dónde esperaba buscar un poco de sensatez. Regulus tenía una mirada que te decía, no, que te obligaba a comportarte, como si te estuviera juzgando, incluso cuando no lo hacía, y te hiciera querer ser alguien a su altura. Era extraño, pero surgía efecto en él, y en Barty también.

—Gracias, Regs... No quiero salir hoy.

—Tú amas este estúpido día.

—No me dan ganas hoy...

—¿Tienes problemas?

—Solo no quiero- creo que- no. Me da vergüenza.

—Estoy seguro de que este año sí tienes fans.

El chico desvió su mirada, y volvió a tumbarse en su cama, dándole la espalda a su amigo.

—Evan, ¿qué te sucede? A veces eres un dolor de cabeza, como de costumbre, y otros días pareces... Patético. 

—No es nada, Regulus.

Tomó asiento a su lado, buscando destaparlo un poco, pero el otro se mantuvo firme con sus manos en la sábana.

Viró los ojos. No era del tipo afectuoso, sin embargo, sabía que Evan cedería más fácil de ese modo, porque siempre fue más sensible. Se inclinó para rodearlo con su brazo, y el rubio aprovechó para sujetar su mano.

—¿Crees que soy decepcionante...?

—¿Qué?

—Tú crees que- ¿crees que soy débil?

—No- no. No realmente. De hecho, a veces creo que estás un poco desquiciado.

—Pero, ¿por qué me elegiría para-?

𝐑𝐀𝐌É ↬𝐉𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora