Al llegar el primero de diciembre, tal y como lo acordó, se encontraría con Potter. Pasó toda la mañana pensando en eso, ni siquiera podía concentrarse en sus clases por imaginar la conversación.
Su mente vagaba entre el arrepentimiento y la curiosidad. De un momento a otro, estaba seguro de que no debía asistir... Pero Potter había sido bastante insistente con ese encuentro, que no podía ser una tontería.
Evan golpeaba su brazo para traerlo a la realidad de vez en cuando, al notarlo absorto en sus pensamientos. Era común ver a Regulus escribir o hacer garabatos a mitad de clases, aun así, tenía una increíble capacidad de concentración, podía hacer más de una cosa a la vez, pero Evan siempre notaba cuando su mente no hacía nada, cuando entraba en un estado de vacío. Ese día fue muy común.
En un descanso de veinte minutos, entre clases, el rubio le sujetó del brazo, impidiéndole pasar de la puerta.
—¿Podemos hablar?
—¿Por qué ahora?
—¿Estás bien?
—¿Por qué no lo estaría? —no se soltó de su agarre, solo le observó, extrañado.
Las cosas entre ellos habían mejorado considerablemente, y era cierto que Regulus no le guardaba ningún rencor por casi hacerlos morir ahogados, pero Evan seguía dedicándole esas miradas tristes y frustradas. Siempre las notaba, siempre las ignoraba.
—Deja de verme así.
—¿Cómo? —soltó su brazo al instante, como si se sintiera completamente atrapado, y rio con nerviosismo— ¿Ahora no te gustan mis hermosos ojos, Regs?
—Evan, hoy... Voy a salir y supongo que llegaré tarde. No me esperes despierto.
—¿Qué somos? ¿Un matrimonio de ancianos? No tienes que decirme, yo- ¿de qué hablas con él cuando están solos?
—¿Cómo dices?
Regulus frunció el ceño. Tuvo la sensación de que uno de sus talones se movió unos centímetros hacia atrás. Ahora él se sentía un poco atrapado y, claro, dio la vuelta para caminar, pues la siguiente clase estaba en otro piso, así que no podían perder tanto tiempo, y el otro le siguió con pasos apresurados.
—Con Barty. No pienso hacerte el mismo berrinche que a los once años, solo me da curiosidad. Tú nunca hablas mucho, ¿no? Por eso es raro que él quiera pasar tanto tiempo a solas contigo, es decir, ¿él ya te lo dijo?
El pelinegro había estado caminando como si estuviera completamente solo, aun cuando Evan intentaba cruzarse desesperadamente en su camino para llamar su atención. Sin embargo, cuando escuchó la última pregunta, no pudo evitar sentir curiosidad.
Detestaba todo el tema de Barty. Odiaba que las cosas fueran tan extrañas con él y su manía por estar tan cerca. Él también se preguntaba porqué aquel chico quería pasar tanto tiempo con alguien como él... Parecía que Evan tenía la respuesta, y aunque la curiosidad fuera fuerte, no quería saberlo realmente.
Más bien, no quería escucharlo de aquel muchacho. Quería que Bartemius Crouch Jr. tuviera la maldita decencia de decirle porqué lo estaba atormentando con sus acciones.
—No veré a Barty, voy con otra persona.
—¿Otra-? Oh, ¿quién? —su tono cambió drásticamente, una enorme sonrisa burlona se dibujó en su rostro, mientras pasaba su mano por sus hombros— ¿Quién es la afortunada? Oh, Regulus, qué rápido creces...
—No hables como una anciana.
—¡Pero dime quién es!
—Nadie importante.
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𝐑𝐀𝐌É ↬𝐉𝐞𝐠𝐮𝐥𝐮𝐬
FanfictionSigue la historia de Regulus Black a través de sus años en Hogwarts.