-12-

658 40 27
                                    


—[Pedri]—

Desde que leí el mensaje de Gavi, me quedé en shock. No esperaba encontrarme con esas palabras, y mucho menos con ese tono tan inesperado. Sentí un nudo en el estómago mientras leía cada línea, tratando de comprender lo que realmente quería decir.

Pero lo que más me sorprendió fue ver cómo eliminaba el mensaje apenas unos segundos después de enviarlo. Era como si quisiera borrar todo rastro de lo que había escrito, como si temiera las posibles repercusiones de sus palabras.

Esa acción solo aumentó mi confusión y preocupación. ¿Qué estaba pasando realmente en la mente de Gavi? ¿Por qué se comportaba de esa manera tan evasiva y reservada?

Las preguntas seguían dando vueltas en mi cabeza mientras intentaba procesar lo que acababa de suceder. Cada vez que intentaba encontrar una respuesta, parecía que daba un paso hacia atrás, sumergiéndome más en la incertidumbre y la confusión.

Con determinación, saqué mi teléfono y envié un mensaje a Gavi, tenia que volver a la de ya a Madrid asi que escribi rapidamente expresando mi deseo de hablar cara a cara y resolver cualquier malentendido que pudiera existir entre nosotros, con la intencion de verlo en el siguiente partido del Madrid. Sabía que no sería fácil, pero también sabía que era necesario si queríamos mantener nuestra amistad intacta.

Mientras esperaba su respuesta, traté de mantener la calma y la compostura, aunque por dentro sentía una tormenta de emociones. No sabía qué nos deparaba el futuro, pero estaba dispuesto a enfrentarlo con valentía y honestidad, sabiendo que juntos podríamos superar cualquier desafío que se interpusiera en nuestro camino.

—🌱—

La falta de respuesta de Gavi me dejó con un sabor amargo en la boca, y el tiempo que pasó sin verlo solo aumentó mi preocupación. Solíamos vernos en ocasiones importantes, como los partidos en Madrid, pero esta vez parecía estar evitándome deliberadamente.

Pasaron casi tres meses hasta que tuve la oportunidad de volver a verlo, durante el parón de selecciones para los partidos de la Liga de Naciones. Sin embargo, cuando finalmente nos encontramos, parecía que él estaba constantemente rodeado por sus amigos, sin darme la oportunidad de hablar a solas.

Me sentí frustrado y decepcionado por su comportamiento, preguntándome qué había cambiado entre nosotros y por qué estaba evitando enfrentar la situación. Intenté acercarme en varias ocasiones, pero siempre parecía haber una barrera invisible entre nosotros, impidiéndome llegar a él de la manera que necesitaba.

Cada vez que lo veía rodeado por sus amigos, sentía un pellizco de dolor en el corazón, recordándome lo distantes que nos habíamos vuelto últimamente. No podía evitar preguntarme si alguna vez volveríamos a ser tan cercanos como antes, o si esta brecha entre nosotros seguiría creciendo hasta que se convirtiera en un abismo insalvable.

—Pablo ven– le digo acercándome a él y tomándole de la muñeca para apartarlo de sus amigos, lo lleve a una de las bancas más alejadas —Ya fue suficiente, no puedes ignorar lo que paso y ya está.

Mi tono era más serio del que esperaba y mi mirada era atenta pero no mostraba más de alguna emoción.

—Lo sé, Pedri, lo sé. No era mi intención ignorar lo que pasó —respondió con una mirada seria, aunque sus ojos reflejaban un dejo de incomodidad y evasión.

—Entonces, ¿por qué has estado evitándome? —pregunté, tratando de mantener la calma a pesar de la creciente frustración que sentía.

Gavi desvió la mirada por un momento, como si estuviera buscando las palabras adecuadas para responder. Finalmente, suspiró y se pasó una mano por el cabello desordenado antes de mirarme directamente a los ojos.

Tu a Barcelona y yo a Madrid [Gadri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora