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—[Gavi]—

Después de esa noche, Pedri y yo parecíamos inseparables, lo cual llamaba la atención de nuestros compañeros.

Nos encontrábamos en el vestuario antes del partido, la música sonaba fuerte y mis amigos estaban cerca.

—Corazoncito de melón— alguien me abrazó por la cintura, pensé que era Pedri, pero resultó ser Ferran bromeando. —Ay esperabas a tu noviecito

—Quítate, tonto— respondí con una sonrisa, apartándolo lo más suavemente que podía hacerlo con Ferran que era 0 delicadeza, buscaba con la mirada a Pedri entre la multitud.

Mis amigos se echaron a reír ante la escena, pero no podía evitar notar sus miradas curiosas. Sabía que debía aclarar las cosas antes de que comenzaran a surgir rumores.

—¿Dónde está Pedri?— pregunté, buscándole entre la multitud que éramos en el vestuario .

—Creo que fue al baño hace un rato— respondió Ferran, señalando hacia la dirección de las duchas y baños.

Decidí ir a buscarlo, necesitábamos hablar antes de que comenzara el partido. Encontré a Pedri parado frente al espejo, ajustando su uniforme con una expresión concentrada en el rostro.

—¿Qué pasa? ¿Por qué la cara seria?— pregunté, acercándome a él.

Pedri se giró hacia mí, una sonrisa juguetona curvando sus labios.

—Nada, solo estoy concentrándome para el partido. ¿Listo para darlo todo en la cancha– respondió, tratando de desviar el tema.

—Pedri, tenemos que hablar— dije seriamente, agarrándolo del brazo para llevarlo a un lugar más privado.

Nos alejamos del bullicio del vestuario y nos sentamos en uno de los bancos cerca de la entrada. Donde probablemente nadie nos escucharía

—¿Qué pasa, Rubio?— preguntó Pedri, su mirada llena de preocupación.

—La gente está empezando a notar lo cercanos que estamos y creo que debemos aclarar las cosas antes de que empiecen los rumores— expliqué, mirando fijamente a mi chico

—Si hay rumores de ambos que los hayan, Rubio no voy a permitir que esos tumores te lastimen.

Sonreí ante el juego de palabras de Pedri, pero sabía que el tema era serio y necesitábamos abordarlo con cuidado.

—Entiendo lo que dices, Pedri, pero no podemos ignorar la situación. Es mejor aclarar las cosas antes de que se salgan de control— respondí, buscando su mirada para asegurarme de que entendiera mi punto.

Pedri asintió lentamente, su expresión mostrando que comprendía la gravedad de la situación.

—Tienes razón, Rubio. No podemos dejar que los rumores nos afecten. ¿Qué sugieres que hagamos?— preguntó, mostrando su disposición para resolver el problema juntos.

—Creo que deberíamos ser transparentes con nosotros mismo y ya está.– eran nuestras vidas por mucho que a la gente le gustara meterse en nuestras vidas.

Pedri asintió y dejó jn beso en mi cien, sonreí instantáneamente.

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16/10/22

Regresar al Bernabeu por segunda vez en el transcurso de un solo mes era demasiado, primero a ver por que era un partido importante para Pedri, si mi familia me viera se quedarían en shock al ver que salgo con un merengue.

Pero cambiando de tema hoy era el clásico por el que tanto había estado esperando, entramos al campo a calentar tranquilamente.

La tensión en el ambiente era palpable, y aunque estaba allí para enfrentar un partido crucial, no podía evitar que mi mente divagara hacia otro tema que ocupaba un lugar igualmente importante en mi corazón: Pedro.

Tu a Barcelona y yo a Madrid [Gadri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora