Tu a Barcelona y yo a Madrid [Gadri]

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-[Gavi]-

El golpe fue duro. Aunque Pedri había expresado sus dudas antes, nunca imaginé que llegaría al punto de pedir una pausa en nuestra relación. Recogí mis cosas entre lágrimas, tratando de mantener la compostura mientras sentía cómo mi corazón se rompía en mil pedazos.

Caminé hacia la habitación de Eric, mi refugio en momentos difíciles como este. Él era mi mejor amigo, mi confidente, y sabía que siempre estaría ahí para mí. Al llegar a la puerta, me detuve un momento, tratando de controlar el torrente de emociones que amenazaba con abrumarme.

—¿Gavito? —exclamó Eric al verme entrar, su expresión reflejaba preocupación.

Sin decir una palabra, me abrazó con fuerza, dejándome derramar mis lágrimas en su hombro. Sabía que no tenía que explicarle nada; él entendía sin necesidad de palabras.

—¿Qué pasó, hermanito? ¿Por qué estás así? —preguntó Ferran, quien se encontraba también en la habitación.

Después de un rato, me separé de su abrazo y me senté en la cama, tratando de recomponerme. Aún me costaba procesar lo que acababa de suceder, pero saber que Eric y Ferran estaban ahí para mí me daba cierta tranquilidad.

—Creo que la he cagado muchísimo, Pedri pidió un tiempo. No puedo creerlo, ¿pero por qué coño me sorprende? Cuando fue completamente mi culpa—les conté entre sollozos, mi voz quebrada por la emoción.

Ferran me envolvió también en un abrazo reconfortante, ofreciéndome su apoyo incondicional. Luego de calmarme un poco, les expliqué todo lo que había pasado, compartiendo mis preocupaciones y miedos.

—Me cambiaré de habitación si así lo quieres, podría compartir con Pedri y hablar con él sobre esto —me dijo Ferran, después de consolarme un buen rato más. Eric había salido de la habitación a por Ansu, para que los tres pudiesen cuidarme hoy.

—¿Realmente podrías hacerlo por mí? —comencé a decir, pero no sabía cómo expresar lo que estaba pensando.

Ferran asintió con seriedad, mostrando su apoyo incondicional.

—Claro, chavalito. Haré lo que sea necesario para ayudarte a resolver esto. Pero, ¿estás seguro de que quieres intentarlo de nuevo con Pedri? Después de lo que pasó… Y créeme, te comprendo más de lo que crees, porque estás concentrado en tu carrera porque lo único que sientes que te queda es eso... —dijo, dejando la pregunta en el aire.

Sus palabras me hicieron reflexionar, pero mi corazón seguía aferrado a la esperanza de que las cosas pudieran arreglarse entre nosotros.

—Sí, estoy seguro. Pedri es todo para mí, y no quiero perderlo, tienes razón en lo que no me queda nada además de vosotros, el Barça y Pedri —respondí con determinación, aunque en mi interior aún había dudas.

—🌱—

Esa noche dormí con Eric y Ansu, los tres mal acomodados en la cama de Eric porque querían tenerme cerca, para controlar que no me hiciese nada tonto y verificar que estuviese bien, aunque a decir verdad no pegué un ojo en toda la noche.

Cuando vi el reloj, caí en cuenta de que esta mierda era real y que los partidos del Mundial ya habían iniciado. A pesar de tener entrenamiento mañana, sabía que haría tiempo para salir del complejo, ver el partido de mi padre, Lewandowski, y hablar con él. Necesitaba su consejo y orientación en este momento difícil. Después de todo, él había sido mi guía desde mi pelea con mis progenitores y mi hermana, y confiaba en su sabiduría para ayudarme a superar esto.

Intenté cerrar los ojos, pero al hacerlo, a mi mente solo venía la voz de Pedri pidiendo que termináramos.

Dest 🪷.