-67-

214 18 6
                                    

-[Gavi]-

La recuperación de mi lesión había sido un camino largo y desafiante, pero con Pedri a mi lado, todo parecía más llevadero. A medida que mis fuerzas regresaban, también lo hacía nuestra vida juntos. Habíamos decidido empezar a planear nuestra boda en privado, queriendo mantener los detalles solo para nosotros y nuestras familias.

Un día, mientras estábamos en casa, Pedri se acercó con una sonrisa.

—Pablo, ¿quieres que empecemos a planear nuestra boda? —preguntó, con una chispa de emoción en sus ojos.

Mi corazón se llenó de alegría. Habíamos hablado de matrimonio, pero ahora íbamos a hacer realidad esos planes.

—Sí, Pedri. Quiero que sea algo íntimo, solo con nuestras familias y amigos cercanos. —respondí, imaginando un día lleno de amor y cercanía.

Decidimos hacer una lista de todo lo que necesitábamos organizar. Nos sentamos juntos en la mesa del comedor, rodeados de papeles y listas. Había tanto que considerar: el lugar, la fecha, los invitados, la decoración, la música, y mucho más.

—¿Qué te parece si hacemos la boda en Barcelona? —sugirió Pedri—. Es nuestra ciudad y tiene tantos lugares hermosos.

Asentí, sonriendo.

—Me parece perfecto. Además, así será más fácil para nuestras familias y amigos asistir. —respondí.

Comenzamos a buscar lugares en Barcelona que fueran adecuados para una boda íntima. Queríamos algo acogedor y hermoso, un lugar donde pudiéramos sentirnos cómodos y celebrar con nuestros seres queridos. Después de muchas búsquedas y discusiones, encontramos el lugar perfecto: una villa encantadora en las afueras de la ciudad, rodeada de jardines y con una vista impresionante.

—Es perfecto, Pedri. Me encanta. —dije, emocionado.

—A mí también. Será un día inolvidable. —respondió, apretando mi mano.

Con el lugar decidido, pasamos a elegir la fecha. Queríamos una época del año en la que el clima fuera agradable y todos pudieran estar presentes. Optamos por la primavera, cuando los jardines estarían en plena floración y el clima sería perfecto para una celebración al aire libre.

Luego vino la lista de invitados. Queríamos mantenerla pequeña y significativa, invitando solo a aquellos que realmente significaban mucho para nosotros. Nuestras familias, amigos cercanos, y algunos compañeros del equipo estaban en la lista.

La decoración era otro aspecto importante. Queríamos algo sencillo pero elegante, con flores frescas y colores suaves. Pasamos tardes enteras buscando inspiración y eligiendo los detalles que harían nuestro día especial.

—¿Qué te parece esta paleta de colores? —pregunté, mostrando a Pedri una selección de tonos pastel.

—Es hermosa. Refleja perfectamente nuestro estilo. —respondió, sonriendo.

La música también era crucial. Queríamos que la banda sonora de nuestra boda reflejara nuestros gustos y nuestras canciones favoritas. Elegimos una mezcla de canciones románticas y animadas, asegurándonos de que hubiera algo para todos.

—No puede faltar nuestra canción. —dijo Pedri, refiriéndose a "Me falta algo" de Quevedo.

—Definitivamente no. Será nuestro primer baile. —respondí, con una sonrisa.

Con cada detalle que planeábamos, sentía que nuestra boda se iba formando de manera perfecta. Estábamos creando un día que sería un reflejo de nuestro amor y nuestra historia juntos.

La ayuda de Fermín fue invaluable. Pedri había confiado en él para elegir el anillo perfecto, y su apoyo continuó mientras planificábamos cada aspecto de la boda. Sabía que podía contar con él para asegurarse de que todo saliera bien.

Mientras tanto, Lewandowski y su familia me apoyaban como si fuera uno de los suyos. Me ayudaron con los preparativos, ofreciéndome consejos y asistencia en todo lo que necesitaba. Aurora, que había estado estudiando en Madrid, regresó a Barcelona para ayudarme durante los primeros meses de mi recuperación. Estuvo a mi lado, asegurándose de que todo estuviera en orden y que no me estresara demasiado.

La noche antes de la boda, me sentí abrumado por una mezcla de emociones. Estaba emocionado y un poco nervioso, pero sobre todo, estaba agradecido por tener a Pedri y a nuestras familias a mi lado.

La planificación de nuestra boda había sido un viaje en sí mismo, lleno de amor, risas y algunos desafíos. Pero al final, sabía que todo valdría la pena. Estaba a punto de casarme con el amor de mi vida, y no podía estar más feliz.

-🌱-

Unos días después, volví a los entrenamientos con el Barça. La recuperación de mi lesión aún estaba en curso, pero ya podía participar en algunas actividades del equipo. Al llegar al vestuario, noté que había olvidado quitarme mi anillo de compromiso, algo que normalmente hacía antes de cada entrenamiento. Nunca llevaba anillos durante los entrenos, por lo que sabía que los chicos notarían algo diferente.

Mientras me cambiaba, escuché a algunos de mis compañeros susurrando y mirándome de reojo. Fue Sergi Roberto quien finalmente se acercó, señalando mi mano.

—Eh, Pablo, ¿qué es eso? —preguntó, sus ojos fijos en el anillo.

Me quedé en silencio por un momento, pensando en cómo explicarlo. Sabía que este era el momento en que tendría que contarles todo.

—Es... bueno, es un anillo de compromiso. Pedri me lo dio. —dije, sintiendo cómo el silencio se apoderaba del vestuario.

Hubo un momento de asombro antes de que todos empezaran a hablar al mismo tiempo, con preguntas y exclamaciones de sorpresa. Ferran Torres se acercó, una sonrisa enorme en su rostro.

—¿Así que te has comprometido con un madridista? —bromeó, dándome una palmada en la espalda.

Asentí, riendo un poco.

—Sí, nos hemos comprometido. Y estoy muy feliz. —dije, mirando a mis compañeros.

La reacción fue abrumadoramente positiva. Todos me felicitaron y me dieron abrazos, mostrando su apoyo y felicidad por mí. Fue un momento de alivio saber que mis compañeros entendían y apoyaban mi relación con Pedri.

—Vamos a necesitar todos los detalles, pero por ahora, ¡felicidades! —dijo Ansu Fati, sonriendo ampliamente.

Mientras continuábamos con el entrenamiento, sentí una gran ola de alivio y gratitud. No solo tenía el amor y apoyo de Pedri y nuestras familias, sino también el de mis compañeros de equipo. Estaba emocionado por lo que el futuro nos deparaba, sabiendo que estaba rodeado de personas increíbles que me apoyaban en cada paso del camino.

Dest 🪷.

Tu a Barcelona y yo a Madrid [Gadri]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora