capitulo #2:Una rival inesperada

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Tan rápido como él entró, Aisha lo miró. Su corazón latía con fuerza solo con verlo. Era él...

—¡Dalia! ¡Dalia! —dijo Aisha emocionada.

—Ay, ¿qué pasa? —respondió Dalia, algo fastidiada.

—¡Es él!

—Sí, sí, ya lo vi, Aisha. Shhh —susurró Dalia.

Aisha estaba muy feliz de verlo de nuevo y tan cerca. Pero entonces alguien se acercó a él... Birsha.

—Es tan lin... ¡¡¡ESA ES BIRSHA!!! —gritó Aisha.

—Shhh, señorita Aisha, ¿puedes hacer silencio? —dijo la maestra.

—Es que allí está Birsha y... ¡¿QUÉ?! ¡¿Le está coqueteando?! —exclamó Aisha, sorprendida y algo molesta.

—Ay, déjalo... Oh no, no me digas... ¡JAJAJA! ¡¿TE GUSTA?! —dijo Dalia burlonamente.

—Cállate. Eh... no lo sé. No me gusta... o sí... ay, no sé. ¡Cállate! —respondió Aisha, nerviosa.

Mientras tanto, con Birsha...

—Oye, ¿cómo te llamas, guapo? —dijo Birsha, coqueteando.

—Ah, me llamo Oroitz y gracias por lo de "guapo" —respondió oroitz con una sonrisa.

—Ay, de nada. Si te dije guapo, es porque lo eres. ¿Y qué haces aquí? —preguntó Birsha, con una mirada seductora.

—Ah, bueno, eh... estoy aquí porque mi maestra me envió a dejar unos papeles, pero ya me voy —dijo Oroitz.

—¿Ya te vas tan rápido? Oh, qué mal. ¿No te puedes quedar un rato más? —insistió Birsha.

—No, estoy en clases, y tú también lo estás. Adiós —dijo Oroitz, saliendo del aula.

Birsha frunció el ceño mientras lo veía alejarse. "Ugh, pero de mí no te salvas. Ni tú... ni ella", pensó con enojo.

Ese fue un error...

Más tarde, durante el descanso...

—¡Birsha! —gritó Aisha.

Birsha rodó los ojos. "Agh, otra vez esta pesada", pensó antes de responder.

—¿Qué pasa? —dijo con falsa amabilidad.

—Eh... te puedo preguntar algo? —preguntó Aisha.

—Sí, ¿qué pasa? —respondió Birsha.

—Mmm... ¿de qué hablaste con él? —preguntó Aisha con curiosidad.

—¿Con quién? Ahhh, te refieres al que vino a entregar unos papeles —dijo Birsha con una sonrisa ladina.

Aisha asintió.

—Pues estábamos hablando de nuestra cita —soltó Birsha con naturalidad.

—¿Cita? Pero... Birsha... él me gusta... —dijo Aisha, con el corazón encogiéndose.

—Sí, lo sé. Pero a mí también me gusta. Y no voy a perder la oportunidad ni regalársela a alguien que ni siquiera se atreve a hablarle —dijo Birsha, con frialdad—. Así que no te metas en mi camino, ¿okay?

Aisha la miró con sorpresa. No podía creer lo que estaba escuchando.

—El es M-I-O. ¡Mío! Así que olvídalo. —Los ojos de Birsha brillaban con arrogancia—. No voy a permitir que te interpongas.

—Birsha... pensé...—susurró Aisha, sintiendo un nudo en la garganta.

—No, no, no pensaste nada —Birsha la interrumpió con una sonrisa cruel—. Eres una ilusa. No sabes ni lo que quieres. Mejor lárgate. Tal vez, si tengo suerte, te lo dejo después de que termine con él. Pero por ahora... ¡aléjate! Adiós.

Y con eso, se marchó, dejándola atrás.

Aisha se quedó allí, sintiendo que su corazón se rompía un poco. Birsha no era su amiga. Pero, por alguna razón, no podía odiarla...


Continuara....


Flores MoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora