capitulo#4:El dolor de no ser suficiente

27 0 0
                                    

Birsha y oroitz se hicieron muy Unidos, Aisha no sabía que hacer para acercarse más a el...
—¿Aisha, qué tienes? —preguntó Dalia, preocupada al verla cabizbaja.

—Es que quiero acercarme más a él, pero no veo cómo hacerlo. Birsha y Oroitz se ven tan unidos... —dijo Aisha, desanimada, mirando al suelo.

—Ay, sí, pero hasta donde yo sé, no son nada. Eso no te impide acercarte, no es de su propiedad, ¿o sí? No los veo abrazados ni besándose, ni diciéndose cosas lindas. Aisha, yo te puedo ayudar con lo que necesites. —dijo Dalia, poniendo una mano sobre su hombro con una sonrisa confiada.

—Gracias, Dalia, pero no creo que me dé una oportunidad... Jamás. Ella es muy bonita, tiene un cuerpo increíble y yo... no soy como ella. Ella es mil veces más madura que yo, y mucho más inteligente... —dijo Aisha, derrotada.

—¡Ay, no puede ser! ¡Nunca en la vida he escuchado algo tan estúpido como lo que acabas de decir! ¿Bonita? ¿De dónde? ¡Por favor! ¿Cuerpo bonito? ¡Eso parece una tabla! ¿Madura? ¡Si juega con los demás y se comporta como una caprichosa, haciendo berrinches por todo! ¿¡Inteligente!? AJAJAJAJA, ¡déjame reírme! Aisha, tú eres un verdadero bombón, esa "tabla" no la toman en serio. Ya verás... —dijo Dalia con total seguridad, dándole un fuerte golpe en el brazo a Aisha, tratando de animarla.

—Dalia, solo dices que soy bonita porque eres mi amiga... —respondió Aisha, algo avergonzada.

Y si todo eso era cierto? ¿Ellos no durarían mucho, verdad? Aisha no dejaba de darle vueltas a esas preguntas, pensando una y otra vez.

/3 meses después/

—¡Aisha, ¿qué te pasó!? —gritó Dalia al ver a Aisha, con los ojos hinchados y una expresión agotada.

—Nada... —respondió Aisha, intentando cubrir su cara con la mano para esconder las lágrimas.

—¿Nada? ¡Tienes los ojos hinchados y ojeras! Has estado llorando, ¿verdad? —insistió Dalia, preocupada mientras se acercaba a ella.

—Dalia... —susurró Aisha, rompiendo en llanto nuevamente.
continuara...

Flores MoradasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora