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I love you is ruining my life



🤍◦ ✨ . . ✒️ ೃ࿔ 📜 • ༄













Emma estaba tan cansada de sufrir, que más de una vez en todas esas semanas se le cruzó la idea de terminar con su vida.

Lo pensó cuando estaba en aquel puente en Pensilvania.

Lo pensó cuando volvió del hospital después de que perdiera su hijo y colocó la punta de su pistola en su cabeza.

Y lo pensó cuando se paró frente a la ventana del departamento de Morgan después de esa llamada donde habían terminado su relación.

Pero ella terminó esa relación porque necesitaba vivir una mejor vida, y no iba a hacer eso muerta, así que retrocedió hasta volver a estar recubierta por las sábanas, donde se dejó ser presa de sus lágrimas.

Su relación con Spencer había terminado.

¿Es acaso que ella le soltó la mano cuando él más lo necesitaba?

No, no, ella puso un fin a eso porque no podía estar al lado del castaño cuando él ni siquiera estaba en el mismo universo.

— ¿Qué sucede? — preguntó Morgan, cuando la encontró frente a su puerta porque había estado tocando. — Son las cuatro y media de la mañana, Emma.

— ¿Me prestas las llaves de tu auto? — preguntó la rubia rápidamente.

— ¿Emma? ¿Qué sucede? — insistió el moreno al ver lo ansiosa que estaba.

— Necesito ir a mi departamento por algo…

— La verdad — cortó Morgan.

— Termine con Spencer — afirmó la chica, y él asintió, un poco menos dormido que antes — Y tengo que ir a ver si esta bien.

— Lo que tienes que hacer es irte a dormir.

— ¿Morgan me prestas el auto o no? — preguntó ella, cansada, a lo que él asintió — Gracias, te quedas con Robin.

— ¿Te acompaño? — preguntó.

Emma negó.

— Solo cuida de Robin, volveré enseguida solo… Quiero hablar mejor las cosas.

— Podrían hacerlo en un horario normal — se quejó él, sabiendo que aunque lo intentara, Emma era capaz de saltar por su ventana y correr descalza por todas las calles de Quantico si no le prestaba su auto — No estoy tan joven como para esto.

Ella solo dejó un beso en su mejilla y salió en pijama hasta el auto, conduciendo por aquellas calles.

Tenía que hablar con Spencer.

Tenía que hacerle entender que un tiempo para ambos iba a ser lo mejor.

Y tenía que prometerle que pasara lo que pasara, ella estaría para ayudarlo.

La ansiedad recorría cada fibra de su cuerpo al esperar en el ascensor, y cuando llegó al piso de Spencer, su respiración se cortó al ver la puerta de su departamento completamente abierta.

Podía ver su interior, iluminado por la luz de luna que se filtraba a través de las cortinas. No parecía haber nadie.

— Spencer si hiciste algo estúpido…

Corrió hasta aquel lugar que conocía tan bien, la fuerza en sus pies no era suficiente para correr tan rápido, pero no lo encontró por ningún lado, y lo último que pensó era que quizás estaba en su departamento.

𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora