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❝ Cause the sign on your heart
Said it's still reserved for me
Honestly, who are we to fight the alchemy?❞



🤍◦ ✨ . . ✒️ ೃ࿔ 📜 • ༄



Emma se despertó acelerada, cuando observó aquel techo conocido, sintió como poco a poco la calma volvía a ella. Observó que a su lado, Jack seguía durmiendo tranquilamente, y con cuidado de no levantarlo, aprovechó que estaba totalmente desvelada para ir hasta el baño y darse una ducha, porque estaba cubierta de sudor.
No recordaba nada de lo que sea que había soñado, cuando intentaba recordar todo era negro, pero él pánico estaba oprimiendo su pecho como ningún otro sueño antes.

Cuando salió del baño, tomó el monitor de Jack y bajó a la cocina para prepararse algo caliente, sonriendo al ver al castaño durmiendo en el sofá.

Siempre que tenía una noche de pesadillas, se preparaba un chocolate caliente con unas galletas de miel, como su abuela hacía cuando era chica.

— ¿Estás bien? ¿Le pasó algo a Jack? — preguntó Spencer detrás de ella, y Emma saltó del susto para girarse con el ceño fruncido — Lo siento, es que escuche ruidos y vine a ver.

Ella asintió, observando como el castaño sostenía su arma, y la apuntó con la vista — Tranquilo tigre, Jack y yo estamos bien, solo tuve una pesadilla y vine por algo caliente.

Spencer asintió y fue a dejar el arma en aquella mesa que Emma tenía al lado de su sofá, para volver a la cocina con ella.

— ¿De qué trataba la pesadilla? — preguntó,  su voz sonando más calma que nunca mientras la observaba romper la barra de chocolate para poner en el tazón — ¿Puedo yo también tener una taza de chocolate?

Emma sonrió para asentir, y comenzar a preparar la segunda taza — No recuerdo de que iba, creo que eso me genera más miedo. — explicó, suspirando — Solo recuerdo despertarme bañada en sudor y muerta de pánico.

— Es bastante normal de hecho — trató de consolarla, aunque sabía que no sería de mucho lo que decía — La mayoría de las personas no pueden recordar lo que sueñan.

— Ya — asintió la rubia, pasandole la taza con chocolate y unas galletas de miel que había sacado de la alacena, para posicionarse a su lado mientras seguían la conversación — He tenido varias pesadillas, algunas las recuerdo, otras ni idea, pero jamás había sentido tanto pánico.

Spencer se sintió apenado, pero Emma comenzaba a sentirse mejor cuando el chocolate entró a su sistema.

— Hablemos de otra cosa — propuso el castaño, dándole un mordisco a la comida — ¿Estás galletas las has hecho tú también? Porque son deliciosas.

— Las hice ayer y las guarde porque sobraban — explicó la chica con una sonrisa, amaba cuando halagaban su comida, porque ella le ponía mucho empeño — Es una receta de mi abuela, ella siempre me las hacía cuando estaba mal.

— Saben increíbles — asintió Spencer, y la observó sonrojarse un poco — ¿Tú abuela fue quien te enseñó a cocinar?

— Ella me enseñó casi todo — respondió Emma, asintiendo mientras recordaba a la mujer de su vida — Nuestras actividades favoritas eran cocinar y jugar al bingo. También me enseñó a coser, a tejer, y a querer a la gente.

— Suena a una mujer maravillosa — habló el castaño, aprovechando a escuchar cosas de su pasado, porque no sucedía tan seguido — Y créeme, estaría orgullosa de la mujer que eres.

𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora