𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid

° 12 °

❝Ten months sober, I must admit
Just because you're clean don't
mean you don't miss it
Ten months older, I won't give in
Now that I'm clean, I'm never gonna
risk it❞

🤍◦ ✨ . . ✒️ ೃ࿔ 📜 • ༄

— Hola, me llamo Spencer y soy… En realidad no sé que soy.

El coro de voces que se veía frente a él saludó — Hola, Spencer.

— Hola. Es mi primera reunión aquí — repitió nervioso.

— Bienvenido.

— Gracias — agradeció, poniendo ambas manos en los bolsillos de su pantalón — Yo… tenía un problema de dependencia del Dilaudid, pero lo dejé. Lo dejé hace diez meses cuando vi que me había quitado demasiado…. Yo perdí mi relación gracias a esa adicción y también… mi novia estaba embarazada y perdió el bebé debido al estrés, lo habíamos buscado y cuando vi qué mi problema no había roto algo en mí sino en ella, supe que debía parar y ese fue mi motivo para no volver a caer. Creí que había vencido la adicción pero recientemente he tenido… Como sus folletos dicen “antojos”. Comenzaron hace un mes. Un sospechoso fue asesinado frente a mi, era solo un niño, creí que podía salvarlo pero no pude y… Disculpen.

Sacó su celular que estaba sonando en su bolsillo, y lo apagó.

— He visto cosas semejantes pero por alguna razón el rostro de ese niño quedó grabado en mi mente. Es realmente… Yo solo no puedo… Quiero olvidarlo y escapar. — explicó el castaño, tratando de que el nudo en su garganta mientras sentía los ojos penetrantes lo pusiera más nervioso, pero la excusa perfecta apareció cuando su teléfono volvió a sonar — Lo siento, yo… Debo irme.

Se bajó de aquella tarima, y a pasos rápidos caminó hasta la puerta de aquel lugar, donde la rubia lo esperaba con sus cosas en la mano.

— ¿Crees que sea grave? — preguntó ella mientras salían caminando — Llamar así…

— Esperemos que no — negó el castaño.

— No me habías dicho que las crisis habían vuelto…

— Bueno, comenzaron en el periodo en el que no hablábamos así que… — explicó el, nervioso — No se, solo no se veía correcto molestarte.

— Eres un cabeza dura — se quejó ella, cruzada de brazos — Peleados o no, siempre voy a estar para tí.

Habían comenzado a reconstruir su antigua relación, y no era fácil. Habían vivido demasiadas cosas juntos como para pretender que eran dos extraños, pero las cosas comenzaban a mejorar, lo cual era bueno ya que a ninguno de los dos le gustaba la idea de estar separados del otro y no precisamente de manera romántica.
Antes de los sentimientos mezclados, antes de su relación, de su ruptura, de su pérdida, de sus confusiones, ellos fueron mejores amigos una vez, y si querían reparar aquello que estaba roto, debían empezar por reparar su amistad.

No iban a mentirse, en el fondo, Spencer odiaba la idea de que ahora había aparecido un nuevo hombre en la vida de Emma que quizás podría llegar a ganarse su corazón, y Emma vivía con él miedo de que Spencer siguiera adelante con alguien más pero si hacía debía ser, ambos aceptaron que estaba bien, que dolería, pero que estaba bien porque ya no había nada que los atara el uno al otro.

— ¡Spencer!

Ambos jóvenes se giraron al escuchar la exclamación de una voz conocida detrás del pasillo.

— Lo siento, vamos a llegar tarde — habló el castaño sin detenerse del todo.

— ¿Estás muy ocupado? ¿Muchos casos que perfilar? — ambos pararon en seco al reconocer la voz que hablaba, girándose — ¿Saben quien soy?