𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid

° 03 °

❝ I spy with my little tired eye, tiny as a firefly
A pebble that we picked up last July
Down deep inside your pocket,
we almost forgot it
Does it ever miss
Wicklow sometimes? Ooh, ooh ❞

🤍◦ ✨ . . ✒️ ೃ࿔ 📜 • ༄

— Ey, tranquila, yo voy.

Spencer se levantó luego de decir eso a la cuna que estaba pegada a su cama para tomar en brazos a su hijo, que estaba llorando.
Se suponía que la cuna estaría en la habitación de abajo, pero Emma se rehusaba a dormir sin tener a su hijo al lado y el castaño tampoco era fiel partidario de ello, así que por el momento, los tres dormirían en la misma habitación.

— Tiene hambre… — habló ella, sentándose en aquella cama grande y sacando su camiseta de pijamas, que era una de Spencer, para poder amamantar a su hijo. — Siempre tiene hambre.

El castaño se lo pasó con cuidado y ella simplemente se quedó allí, observando como Ollie comía ya sin hacer ni un solo ruido.

— Mi hijo se ha convertido en mi rival — se burló el castaño, sentándose a su lado con cuidado, porque su pierna seguía con el cabestrillo y una muleta. — Yo también puedo hacer eso.

— No te golpeó porque lo despertaría y en realidad necesito dormir — gruñó la rubia en respuesta, con su rostro suavizandose cuando el castaño la acomodó para estar acostada en su pecho — Bueno, pero aún así sigo enojada.

— Era una broma.

Los dos sabían que no, pero lo dejaron pasar. Más cuando escucharon a su bebé soltar unos soniditos los segundos que se despegó del pecho de su madre.

— ¿Ves? Ollie dice que te calles que quiere comer — se burló ella ahora, y Spencer rodó los ojos.

— Ese traidor no está haciendo nada más que ponerte en mi contra desde que los tres pisamos este departamento — se cruzó de brazos, actuando ofendido — No me agrada.

— Spence… — llamó ella, y él se giró a verla — Lo amas.

Él suspiró asintiendo, con una sonrisa mientras se ponía a acariciar sus mejillas rosadas.

— ¿Sueno cursi al decir que tú y él son la luz de mis ojos? — preguntó, mirando a su hijo embobado — Porque no hago nada más que pensar en ustedes dos todo el día.

Y es que esos días estaban sin duda siendo los mejores, y los más duros de sus vidas.

Ambos estaban en licencia por maternidad, cosa que se les da ambos padres cuando su bebé nace (aunque Spencer se quejó porque quería tener la misma cantidad de días que Emma, no porque creyera que él necesitaba más días, sino porque irse antes significaba estar fuera de casa sin Emma y Ollie, y el no quería eso).

Era hermoso saber que ahora eran una familia, que ahora eran tres, y que tenían un hijo que por suerte para ellos, era muy tranquilo, pero no era fácil, claro que no.

Los primeros días no dormían, ni siquiera cuando el bebé si lo hacía, estaban asustados de que algo le pasara en sueños así que controlaban a cada hora, cosa normal en padres primerizos.
Luego estaba el problema de desapego… Entraban en pánico por hacer cualquier actividad sin tener a Ollie en sus brazos. Cocinar era un martirio porque significaba no estar cargándolo.

Esas son solo algunas cosas, luego están los cólicos, Emma tuvo que tomar medicación para que su leche sea apta para alimentar a Ollie y manchaba toda ropa que se ponga (había llorado tantas veces por eso ya, y el genio trataba de consolarla cada vez), las hormonas, Spencer asustado de cargarlo temiendo que algo le suceda, el hecho de que, pese a que ya estaban en casa, su hijo debía ser en observaciones, habían comenzado un historial médico y todo… Eran muchas cosas nuevas a las que acostumbrarse, afrontar, y podía llegar a ser abrumador.