𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid

° 07 °

❝ For you, I would cross the line
I would waste my time
I would lose my mind
They say, he's gone too far this time
Don't blame me, love made me crazy ❞

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Emma suspiró con pena al ver el mal tiro que Spencer había hecho.

— En el swat te enseñan a disparar en tres pasos — habló Hotch, que estaba ahí con ellos, ayudándolo al genio a practicar para su examen como siempre hacía — Paso uno, enfocarse en la mira no en el blanco; pasó dos, controlar el gatillo; y por último, tras disparar vuelve al blanco.

El mayor había dado un tiro limpio a aquel blanco de papel, dejó el arma en el escritorio y miró al castaño, que no tenía la mejor cara.

— Ahora ¿Qué hiciste mal?

— No volví al blanco — respondió Spencer.

— Exacto, dejaste de apuntar para ver donde disparaste — afirmó el mayor.

— Hotch, mi examen de tiro es mañana — contó el genio, preocupado — Apenas aprobé el último.

Hotch tomó de vuelta el arma del escritorio y se la pasó a la rubia junto con las orejeras anti sonido y los antojos. Emma se puso en posición para disparar a las órdenes del mayor.
Él la había ayudado a practicar todas las semanas, y así había aprobado y tenía su licencia.

— Usar la mira.

La chica apuntó el arma con firmeza.

— Apretar el gatillo.

El sonido del disparo casi dejó sordo a Spencer.

— Y hacer el seguimiento — Hotch miró orgulloso a la rubia, que no hasta después del tiempo indicado había bajado el arma. Le había dado un perfecto tiro a la silueta, justo en la cabeza — Si sigues estos tres pasos siempre acertarás, así lo hizo Emma.

La rubia le pasó el arma al genio — Tú puedes, Spence.

Usualmente se burlaría de él, pero no cuando sabía que afectaba su autoestima, de hecho, ella lo había estado ayudando hace días porque sabía que era un asunto importante para él.

El genio lo intentó, pero volvió a fallar al blanco.

— ¿Eso te enseñó Elle? — preguntó Hotch.

La castaña también estuvo ayudando al genio, ella, Hotch, y Emma estuvieron presentes en todo el proceso pero Spencer estaba frustrado, porque ni importaba la ayuda, el simplemente no podía lograrlo.

— Van a quitarme mi arma — se quejó el genio.

— No es obligatorio para los perfiladores — le recordó Hotch en un intento de subir su ánimo.

— Pero tú llevas dos — le recordó el genio, señalando su cadera y su tobillo, donde el mayor siempre llevaba su segunda arma, para después señalar a la rubia — Hasta Emma logró pasar su examen.

— ¡Oye! — se quejó la castaña, cruzándose de brazos — Que soy yo la que se queda hasta tarde ayudándote a mejorar esa puntería.

— Si, tu amiga con un arma puede llegar a causar miedo — afirmó Hotch con una sonrisa solo para molestar a la rubia, que los miraba a ambos ofendida — Cuándo yo llegué a la UAC Gideon me dijo que no necesitas un arma para matar a alguien.

— No lo entiendo — negó Spencer.

— Lo harás — afirmó el mayor — Con el tiempo.

(...)