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❝ Distance, timing
Breakdown, fighting
Silence, the train runs off it's tracks
Kiss me, try to fix it
Could you just try to listen?
Hang up, give up
For the life of us we can't get back ❞

🤍◦ ✨ . . ✒️ ೃ࿔ 📜 • ༄

Actualidad...

La mañana era bastante fresca para ser primavera, pero eran las favoritas de Emma, así que cuando la alarma sonó y ella se percató del frío que venía de su ventana porque la noche anterior se la había olvidado abierta, automáticamente su humor cambió.
Tuvo una mala noche, había discutido con su novio, Leo, y como siempre que discutía con él, ella terminaba bastante deprimida.

Emma muchas mañanas de su vida se preguntaba porque seguía con Leo cuando todo lo que hacen últimamente era discutir, pero la respuesta no llegaba tan fácil a su mente. Quizás estaba ya acostumbrada a su presencia, llevaban juntos desde su último año en el secundario, eran ya seis años juntos y su vida sin el rubio ya casi no la recordaba.

Miro el espacio vacío al lado de su cama y suspiro. Siempre que discutían él hacía lo mismo, le decía que dormiría en el sofá, luego tarde en la noche sentía como su cama se hundía a su lado, y cuando pensaba que todo había mejorado, a la mañana siguiente encontraba una nota en el refrigerador que le avisaba que había salido temprano a trabajar.

Era mentira, él entraba a su trabajo a las diez, pero Leo haría lo que fuera para evitar una confrontación, y a esas alturas de la relación, ella también.

Se preparó para ir a trabajar, su ropa siempre había terminado en lo clásico y todos sus amigos decían que tenía un estilo muy marcado y la embellece aún más pero esa mañana Emma no se sentía bonita, y procedió a hacer cada día que no se sentía bonita. Alisarse el cabello.

Tenía rizos naturales, su cabello era de un rubio dorado y unos rizos muy marcados, aunque a Leo le gustaba más el lacio.

Terminó de ponerse una ligera capa de maquillaje encima, dejó un poco de comida para el gato de la vecina que siempre iba a comer a su terraza y emprendió viaje.

Cuando llegó a la edificio saludó a toda persona que se giraba a saludarla, tenía su té de siempre en la mano y una pequeña bolsa de papel en su otra mano con unas galletas, hoy iba a ser día de papeleo según les había dicho Hotch y ella tenía poco para completar por lo que se iba a dar el lujo de desayunar en el trabajo.

— Buenos días rubiecita — saludó Morgan cuando la observó entrar y dejar las botanas en su escritorio, que justamente estaba frente al de él — ¿Algo de eso es para mi?

— He horneado galletas para compartir — respondió con una sonrisa cómplice — Variadas. Traje simples, de canela, de chispas de chocolate y de nueces para el genio.

Spencer, que hasta ese momento estaba concentrado escribiendo en su libreta, levantó su vista. Frunció el ceño cuando vio las galletas y el pelo alisado.

Eso significaba que Emma había vuelto a discutir con su novio, y era la tercera vez en la semana.

Ella siempre hacía lo mismo cuando discutía con Leo.

— ¿Trajiste de nueces para mí? — preguntó emocionado, ella le pasó la bolsa y él descubrió que cada galleta estaba separada y les había puesto el nombre de cada miembro del equipo, sus galletas de nueces tenían su nombre y un corazón en la tarjeta — ¡Gracias Emma!

𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora