𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid

° 16 °

❝This love left a permanent mark
This love is glowing in the dark❞

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Spencer observaba los autos pasar desde aquella ventana, el cómo cada una de las personas que aparecían en su vista caminaban de manera acelerada, como hablaban a través de sus celulares, cómo llevaban bolsas. No conocía a ninguno de ellos, o su vida, o que hacían, y sin embargo todos comparten el mismo mundo.

A veces eso lo dejaban pensando, era loco el solo hecho de que él, Emma, Hotch, todos en la unidad compartían mundo con los criminales más despreciables del mismo. Muchas veces lo pensaba y le daba escalofríos, porque si compartían el mismo mundo entonces podían llegar a irrumpir el suyo, y a Spencer le había costado mucho construir uno feliz como para que alguien se lo arrebate.

- Luces como un acosador, Spencer.

Sin voltearse aun, sonrio al escuchar aquella voz burlarse de él, y después se puso triste, porque ella siempre le decía "Spence", que lo haya llamado por su nombre completo significaba que estaba enojada, y siendo honesto consigo mismo, Emma tenía todo el derecho de estarlo.

Una semana había pasado desde el caso de Adam Jackson, y las cosas no estaban bien. No habían podido resolver nada.

No es que volvían a hacerse la ley del hielo, porque ya no funcionaba así, pero dormían en camas separadas, tomaban el desayuno en silencio, no había besos ni palabras bonitas, solo un trato cordial y eso los tenía mal a ambos.

- Spencer, he estado pensando...

No le gustaba como sonaba eso, así que se giró, asustado.
Emma estaba en pijamas, su vientre estaba cubierto por una vieja camiseta de él, tenía el rostro triste, él podía decirlo con solo ver lo profundo que se ponía el azul de sus ojos.

- Creo que quizás adelantamos todo demasiado - comenzó ella y el pánico llegó a ambos al saber lo que esas palabras significaban - El bebe, la boda, mudarnos juntos... Quizás es mucho de golpe, quizás necesitamos dar un paso al costado.

- No, Emma, espera... - él maldijo internamente por darle una semana a la rubia para formular aquella idea, que no podía estar más errada.

- Spencer entiendo si te resultó agobiante, puedes decirmelo, incluso si lo del bebe te resulta demasiado, siempre puedes...

- ¡No! - cortó en un grito, y ella saltó porque sus palabras hasta el momento no habían sido mucho más fuerte que un susurro - ¿Por qué dices esta estupidez? ¿Creer que no quiero una familia contigo?

- Spencer duermes en un colchón tirado en el cuarto que se supone iba a ser de nuestro hijo hace una semana... Tuvimos un mal caso y eso bastó para que tu simplemente funciones en automático - señaló la chica, con dolor en su voz, conteniendo las lágrimas - Ni siquiera se que hice mal para que cambiaras tu forma de dirigirte hacia mi o que tengo que cambiar para que vuelva a ser como antes.

- Nada, no tienes que cambiar nada ¿Si? -. negó el castaño, yendo a zancadas hasta ella y tomando ambas manos - Amo todo de ti tal cual es, Emma, esto no tiene que ver contigo.

- ¿Y qué es entonces? - preguntó ella, desesperada - Porque te juro que he estado la semana entera tratando de entender.

- Tienes razón en que todo esto es mucho - asintió el genio y el mundo a Emma se le vino abajo - Es gigantesco, yo fui quien decidió tomar todos esos pasos y no me arrepiento de nada...