𝑨𝒍𝒍 𝒊𝒔 𝒇𝒂𝒊𝒓 𝒊𝒏 𝑳𝒐𝒗𝒆 𝒂𝒏𝒅 𝑷𝒐𝒆𝒕𝒓𝒚 | Spencer Reid

° 01 °

❝ One look, dark room
Meant just for you
Time moved too fast ❞

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Emma suspiró al ver que cuando abrió sus ojos, seguía estando oscuro, y cuando observó el reloj de aquella mesa de luz, vio que marcaban las tres de la mañana.

Últimamente había muchas noches así. Ella levantándose en plena madrugada ya que el castaño estaba sufriendo de muchas pesadillas, y estaba en medio de una al parecer.

— ¡Spence! ¡Despierta! — lo agitó poco al verlo removerse en la cama asustado, pero nada — ¡Spencer es solo un sueño!

A ella casi le da un infarto cuando el chico se levanta exaltado de la cama, gritando — ¡Emma!

Spencer sostuvo su pecho al sentir que no podía respirar, y que todos sus sentidos estaban sobreestimulados. Observó su alrededor para darse cuenta de que estaba en su departamento, que la luz de la luna se colaba por la ventana (Emma no podía dormir sin la luz exterior, así que dormir juntos significaba dormir con las ventanas abiertas) y la rubia lo observaba preocupada.

— ¿Estás bien? — preguntó mientras ponía una mano en su espalda y dejaba algunas caricias — Te estabas moviendo mucho y hacías ruidos… pero no te despertabas por nada del mundo, lo siento.

Él negó con la cabeza, y agradeció cuando ella le pasó el vado de agua qué ahora siempre tenían allí — No importa, gracias. Lamento despertarte.

— Sabes que no me molesta — negó ella, y el genio agradecía lo calma que sonaba su voz, porque ayudaba a tranquilizarlo — ¿Quieres contarme?

Spencer asintió, y luego de tomar agua comentó, hablaba agitado porque el malestar todavía no había pasado, pero había descubierto que el contarle las cosas a Emma ayudaba mucho — Estábamos de vuelta en aquella capilla que había sido tomada por la secta ¿Recuerdas?

¿Cómo olvidarlo? Casi se le sale el corazón del pecho.
El genio y Emily habían ido por órdenes de Hotch, ella se había opuesto y trató de ir a toda costa, pero, desde lo ocurrido en Central Plaza con Kate, su jefe estaba mucho más reacio a dejarla hacer ese tipo de cosas. El problema fue cuando esa capilla fue tomada por la misma secta que habían ido a investigar y tuvieron que atacar, Emma sentía que a medida que pasaban los minutos y Spencer estaba allí dentro lo perdía.

Emily resultó muy malherida, y el genio estaba intacto, pero aún así, Emma sabía que se culpaba.

— Estábamos allí, y el hombre descubre que había agentes del FBI y Emily dice que era ella antes de que yo pudiera hacer algo — siguió relatando Spencer, tratando de mantener la calma — El problema es que en cuanto la agarran del brazo y comienzan a torturarla eras tú. Emma me pedías a los gritos que hiciera algo y yo no podía ni moverme, era como si algo me lo impidiera… Vi como te torturaba frente a mis ojos.

Ella se acercó lo suficiente para abrazarlo, limpiando las lágrimas que habían salido — Spence… Solo fue una pesadilla, te recuerdo que tu, aquí en nuestro plano astral, me has salvado en más de una ocasión.

— Pero y si alguna vez sucede ¿Y no puedo hacerlo? — preguntó el castaño asustado — Ver a Emily fue horrendo, me sentí tan mal como nunca pero si hubieras sido tú…

— No fui yo, y Emily ya está recuperada — cortó Emma, tomando su rostro entre sus manos con cuidado, y dejando un pequeño beso en la punta de su nariz — Todo estará bien.

Spencer asintió, y se dejó cuidar cuando ella lo atrajo hacia su cuerpo con fuerza, su cabeza quedando contra el pecho de la rubia mientras ella se encargaba de dejar caricias peinando su cabello. El genio sonrió adormilado. Claro que todo estaría bien, porque ahora ya la tenía a ella a su lado otra vez.