Capítulo 22. Peligrosa Adicción

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Me despierto con el primer rayo de sol que se filtra por la ventana y, todavía adormilada, decido darme un baño para empezar bien el día

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Me despierto con el primer rayo de sol que se filtra por la ventana y, todavía adormilada, decido darme un baño para empezar bien el día. El agua caliente relaja mis músculos y me despierta por completo. Al salir del baño, lo veo aún dormido. Me acerco suavemente y le doy un beso de buenos días. En ese instante, siento cómo sus brazos se apoderan de mi cintura y me estiran encima de su cuerpo. Abre los ojos y me mira con una mezcla de deseo y diversión.

—¿Por qué no me esperaste para bañarnos juntos? —susurra con una sonrisa traviesa, dándome una nalgada juguetona que hace que mi piel se erice.

Río suavemente, sintiendo una oleada de emoción recorrerme. —Soy tuya, puedes pedirme lo que sea. No tendré problema en repetir la ducha.

Sus ojos se oscurecen de deseo mientras me sostiene con fuerza. —Entonces, prepárate para mucho más que solo una ducha. Porque contigo, cada momento es una aventura.

Antes de que pueda procesar sus palabras, en un movimiento rápido y decidido, se levanta conmigo en brazos. La fuerza y la pasión con las que lo hace me dejan sin aliento, y siento cómo mi corazón late con fuerza.

Me lleva de vuelta al baño, y la tensión entre nosotros crece con cada paso que da. Su agarre firme y su mirada intensa me hacen saber que lo que viene será otro momento inolvidable.

Cierra la puerta por detrás, empujándome hacia la ducha para desnudarme y abrir la ducha mientras besaba cada parte de mi cuerpo con delicadeza.

Me apoyo sobre la pared cuando uno de sus dedos está acariciando sobre mi sexo. Levanto mi pierna dándole mejor entrada, aumentando sus movimientos provocándome gemidos que son callados por sus labios.

Bajo mis manos para masturbarlo mientras el lo hace conmigo. El agua seguía cayendo sobre nosotros, fundiendo nuestros gemidos

Me arrodillo para chupárselo con frenesí, haciendo garganta profunda como le gustaba. Su mano amarrado a mi cabello empujaba con fuerza dentro de mi boca una y otra vez. Gemía como loco

—No me quiero venir aún, quiero disfrutarte más, Lea. —aparta su pene de mi boca. Se inclina hacia mi, y me toma del cuello para besarme ofreciéndole mis labios y lengua envolviéndonos en un beso salvaje abre mi boca apretando mi mejilla y escupe. —Levántate.

En un movimiento brusco apoya mi cara sobre la pared, sin soltar mi cabello.

Masturba su pene sobre mi nalgas, antes de meter con desenfreno y facilidad. Follándome duro contra la pared

—Si! Si! Duro daddy...!

Me azota y penetra más duro dos veces chocando fuerte contra la pared. —Repítelo.

—¡Más duro Daddy!

Me embiste con fuerza y se mantiene dos segundos dentro en cada penetración dura. Con un grito fuerte, los dos alcanzamos el punto máximo.

Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora