Ella gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto.
Deciden contactar a un amigo de la familia q...
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Dahyun abre la puerta de su casa con las manos temblorosas y la cierra detrás de mí. Lanza las llaves sobre la mesa y se agarra la cabeza, comenzando a llorar. Me acerco a ella y la abrazo.
—Lo siento, Lea. Realmente lo siento. Fue culpa mía, yo insistí en irnos a ese lugar —dice entre sollozos.
—Dahyun, no te culpes. Vamos a resolver esto. Por ahora, necesitamos encontrar una solución. Llorar y desesperarnos no nos llevará a ningún lado. Ya firmamos ese contrato, ¿verdad? Mantente calmada, estamos juntas en esto y no te dejaré sola. Después de todo, el problema más grande es mío
—Yo tampoco te dejaré sola en esto, Lea —me dice mientras me abraza más fuerte.
Tenía miedo, no sabía exactamente en qué nos habíamos metido, pero estaba consciente de que no había vuelta atrás. Solo debíamos encontrar una manera de que esto no nos afectara demasiado y evitar meternos en más problemas.
—No sé cuánto dinero podemos juntar, pero podemos ahorrar un poco, pagar un alquiler y vivir juntas hasta que pase esta situación. Estaremos más complicadas si cada una sigue por su lado. Jungkook se dará cuenta si no estoy en casa, y tu madre también. No podemos salir por las noches sin levantar sospechas. Hablaré con mi madre; tengo algo de dinero guardado, pero le pediré un poco más para cubrir el primer mes y así podremos salir tranquilas los sábados. Trataré de convencerla de que me deje vivir sola contigo. No creo que diga que no
—¿Y Jungkook? —preguntó ella.
—Ese es el otro problema. Mis padres pueden darme el sí, pero no sé cómo lo tomará él. Deberé hacer que mi padre o mi madre hablen con él y se lo expliquen ellos mismos para que no tenga otra opción más que aceptar —suspiré.
Ella asiente.
—Por ahora, vamos a darnos un baño, distraernos un poco viendo una película y luego a la cama, ¿está bien? —le dije.
—Sí, eso estaría bien —respondió ella, asintiendo.
Agradecía que Dahyun se hubiera tranquilizado, porque eso también me hacía sentir más calmada. Ella dormía sobre mi hombro mientras yo seguía viendo la película, aunque mis pensamientos no dejaban de rondar en mi mente.
A mi corta edad, ¿por qué estoy pasando por todo esto? ¿Por ser curiosa? ¿Por meter la pata donde no debía?
Me dejé llevar por esos pensamientos hasta que finalmente el cansancio me venció y logré quedarme dormida.
—Chicas, buenos días —nos despertó la madre de Dahyun. —El desayuno está listo, lávense los dientes y bajen, ¿sí?
Asentimos y nos levantamos para hacer lo que ella nos pidió. Nos lavamos y bajamos a la cocina.
—¿Qué tal la noche? —preguntó su madre mientras tomaba su café.
—Todo bien. Nos divertimos mucho —respondió Dahyun.
