Ella gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto.
Deciden contactar a un amigo de la familia q...
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Estaba encerrada en mi habitación, la luz de la computadora iluminaba tenuemente mi rostro mientras hablaba en videollamada con Dahyun. Le explicaba cada detalle de la llamada que tuve con el jefe Jung Hoseok
—Y por esa razón debemos trabajar el jueves —dije finalmente, intentando mantener la calma. Justo en ese momento, mi teléfono sonó.
—Es él de nuevo —le dije a Dahyun, mostrándole la pantalla de mi teléfono con la llamada entrante.
"Ponlo en altavoz" me sugirió ella
—Está bien —respondí, atendiendo la llamada y activando el altavoz.
"Mi querida estrella Usagi "dijo él con su habitual tono autoritario. Rodé los ojos "Encontré un departamento cerca de su universidad."
—¿Cómo sabe en qué universidad estamos estudiando? —pregunté, sintiendo una mezcla de enfado y preocupación que se reflejaba en mi voz.
Escuché su risa, una risa fría y calculadora que comenzó a inquietarme. "Mi querida estrella Usagi, a mí no se me escapa nada. Aquí, todo se sabe " respondió con una frialdad que me puso la piel de gallina "El contrato del departamento lo firmarán entre mañana y pasado; más de eso, no hagan esperar. El dinero ya fue depositado. Está pagado por cinco meses. La ubicación ya debe estar en nuestro chat. Ah! Y eso no es todo: esto que está pagado por cinco meses, lo descontaré de sus ganancias. Pero este mes, no se preocupen, su primer pago será suyo al cien por ciento. Hasta el mes siguiente, que ya lo empezaré a descontar. Tendrán que ir entre hoy y mañana a ver el departamento, allí tienen que consultar en recepción por el jefe, Park Jimin. Es mi amigo, dueño del edificio; él ya sabe el trato que tenemos. Ustedes solo se van a encargar de firmar, y ya es todo suyo."
—Gracias, supongo —dije, sin poder ocultar mi resignación.
"El jueves deberán venir mucho más temprano. A las diez de la noche las quiero aquí. A ti te tomarán medidas para tus próximos vestuarios. Hemos quedado en que el conejo será tu marca."
Rodé los ojos, y Dahyun hizo lo mismo desde la videollamada.
"Si todo quedó aclarado, nos vemos el jueves" concluyó.
—Sí, Jefe. Quedó todo claro —dije, y la llamada fue cortada.
"Ay, por Dios. Esto cada vez me asusta más" dijo Dahyun desde la videollamada, su voz reflejando una preocupación creciente.
—Créeme, no eres la única —le respondí, sintiendo un peso en mi pecho que parecía oprimirme más con cada segundo.
"Ese hombre se quiere aprovechar, Lea. Tienes que ponerle límites. En el contrato que firmamos, solo quedamos en ir los sábados y a eventos importantes. Si le sigues aceptando cada vez más, irá en contra del contrato y terminará utilizándote a su manera"
—Dahyun, lo entiendo. Pero en este caso, es un evento importante. Tampoco soy tan tonta para dejar que se sobrepase. Le pondremos limitaciones.
