Ella gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto.
Deciden contactar a un amigo de la familia q...
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Una vez que Niki y yo subimos al ascensor con las cajas, nos quedamos esperando a que el ascensor llegara al piso del departamento. Mientras esperábamos, conversamos sobre Kendrick y Drake para pasar el tiempo. Finalmente, cuando llegamos al piso, las puertas del ascensor se abrieron y caminamos juntos hasta la puerta 97.
Introduje el código para ingresar al departamento y, con un suave clic, la puerta se desbloqueó. Empujé la puerta abierta y entramos al vestíbulo, donde dejamos las cajas en el suelo.
—Parece que los perdidos terminaron siendo ellos —comenté, rompiendo el hielo con una sonrisa.
Niki soltó una risa. Mientras estábamos ahí, desde las escaleras se escuchó el eco de los pasos apresurados de Dahyun y Haruto bajando.
—Nadie se perdió. Estamos aquí —anunció Dahyun con un tono triunfal— ¿Ya no quedan cajas?
—Todavía quedan dos por subir —respondí
Dahyun, con una expresión decidida, le dio una señal a Haruto —Ve a ayudar a Niki— y él, sin dudar, se puso en marcha. Ellos salieron, dejándonos solas
Mientras acomodábamos las cajas, Dahyun, con un aire conspiratorio, comenzó a hablarme:
—Creo que le gustas a Niki.
—¿Por qué dices eso? —inquirí, sintiendo un nudo en el estómago mientras movíamos una caja pesada.
—Después de ese beso que se dieron, lo noté raro. Se apega mucho a ti. Además, Haruto me contó que la idea de que vinieras con él en su coche fue de Niki. Era un secreto, pero entre amigas no podemos ocultarnos chismes como estos —explicó Dahyun, mientras ajustaba la ubicación de una caja grande.
—Niki y yo decidimos mantener solo una amistad después de ese beso —dije, intentando restarle importancia mientras colocaba una caja en una esquina.
—La amistad ya se rompió una vez que se besaron. Siempre habrá tensión, y uno de los dos terminará enamorándose. Esa es la ley. Y en este caso, fue Niki. Se va a enamorar de ti —afirmó Dahyun con seguridad
—¿Tú crees eso? —le pregunté, sintiendo una mezcla de curiosidad y aprensión mientras organizábamos las cajas.
Ella asintió justo cuando la puerta del departamento se abrió. Me hizo un gesto para que no dijera nada y solo asentí, dejándome llevar por la curiosidad.
—¡Niki es el peor! Me dio la caja más pesada a mí. Es un flojo —se quejó Haruto al entrar, exagerando su descontento.
—No mientas. Tú quisiste subirla —contestó Niki con una sonrisa traviesa.
—No discutan. Mejor divirtámonos —intervino Dahyun, sacando unos soju de su bolsa con un aire de fiesta.
—¿Y eso cuándo llegó aquí? —pregunté sorprendida al ver las botellas.
