Capítulo 14. Peligrosa Adicción

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Cuando llegué a casa, tuve la suerte de no encontrarme con él

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Cuando llegué a casa, tuve la suerte de no encontrarme con él. Sentí un alivio inmediato, como si hubiera esquivado una bala emocional. Me dirigí rápidamente a mi habitación, cerrando la puerta detrás de mí con un suspiro de alivio. Dejé caer mi bolso en el suelo y me deslicé en mi escritorio, decidida a terminar algunas tareas pendientes.

Empecé a trabajar, inmersa en mis deberes, cuando de repente mi teléfono vibró en la mesa. Miré la pantalla y vi un mensaje de Niki.

NIKI
¿Vamos a hablar de lo que sucedió el sábado o vamos a seguir fingiendo que no pasó nada?

Te seré sincera, Niki. Esa noche el alcohol me ganó y me dejé llevar por el momento

NIKI
Me agrada que seas tan directa y digas las cosas sin rodeos. Si quieres, podemos dejarlo en el olvido y continuar conociéndonos como amigos.
Si tiene que pasar algo más con el
tiempo, lo sabremos

Así será. Formemos una bonita amistad
Gracias por entenderme, Niki.

Tras contestar el mensaje, mi estómago rugió, recordándome que no había comido en horas. La sensación de vacío se hizo más pronunciada, y me di cuenta de lo hambrienta que estaba.

Bajé a pasos nerviosos, con la ansiedad de verlo.
Pero para mi suerte, aún no había llegado. Me adentré en la cocina para saludar a la señora Lee, quien estaba ocupada cocinando la cena. Con él todavía ausente, sabía que podía conversar tranquilamente con ella, sin preocupaciones ni distracciones.

—La cena estará lista en poco tiempo —me dijo la señora Lee, con una sonrisa amable.

—No hay problema —respondí, devolviéndole la sonrisa —Venía a saludarla. Si quiere la puedo ayudar.

—Tan linda siempre, Lea. —elogió mi consideración. Sin embargo, justo en ese momento, oímos el ruido de la puerta principal cerrándose. Mis ojos se abrieron como platos al pensar que podría ser Jungkook. La señora Lee, notando mi reacción, preguntó si estaba bien.

—¿Estás bien? Pareces un poco nerviosa —dijo, con una mirada de preocupación.

—¡Sí, sí! Estoy bien —respondí rápidamente, tratando de disimular mi inquietud.
Pero en mi interior, estaba en pánico.
—¿Podría cubrirme, por favor? Si me menciona, simplemente dile que me siento un poco enferma.

Confundida, accedió. —Parece que esta viniendo para acá. Escóndase yo me ocuparé de él.

Rápidamente me oculté detrás de un mueble justo cuando Jungkook entraba a la cocina
saludando a la señora Lee.

—¡Huele muy rico! —comentó Jungkook, con una sonrisa.

—Ya está lista para servir —respondió la señora
Lee, devolviéndole la sonrisa.

—Llamaré a Lea para que baje a cenar —anunció
Jungkook.

—No se preocupe, joven. Ella ya ha bajado. Le prepararé una sopa, ya que tenía dolores. Subiré con la comida en cuanto esté lista —respondió la señora Lee con una sonrisa tranquilizadora, aunque sus ojos reflejaban una preocupación genuina.

—Suba corriendo señorita. Le llevaré un poco de comida enseguida, coma esta sándwich mientras—avisa entre susurros la señora Lee. —Corra, corra.

—Gracias, señora Lee —susurré, agradecida por su ayuda, y me dirigí a mi habitación en pasos silenciosos.

A pesar de saber que estaba actuando de manera inmadura, no podía evitar sentir la necesidad de esconderme de Jungkook. La confusión y las emociones complicadas me invadían, creando un torbellino en mi mente que no lograba controlar. Cada vez que pensaba en él, una mezcla de miedo, deseo y resentimiento me abrumaba.
No quería enfrentarme a esos sentimientos, así que prefería evitarlo.



Eran las ocho y media cuando escuché un toque suave en mi puerta. Traté de ignorarlo al principio, pero la voz reconfortante de la señora Lee confirmó que era ella. Me levanté y abrí la puerta, dejando que pasara con una bandeja de comida en las manos. Cerré la puerta detrás de ella y la observé mientras colocaba la bandeja sobre mi escritorio.

—¿Todo está bien, querida? —preguntó la señora
Lee con preocupación en su voz — ¿Hay algo que te preocupe? ¿El joven Jungkook le hizo algo?

Tratando de mantener la calma, respondí: —Oh, no, solo un poco de nerviosismo, supongo. No estoy segura de por qué, pero no ha pasado nada.

La señora Lee me observó con atención, como si intentara descifrar mis pensamientos. Sus ojos reflejaban una mezcla de sabiduría y ternura, algo que siempre encontraba reconfortante.

—A veces, los nervios aparecen sin razón aparente —dijo con una sonrisa comprensiva—
Pero estoy aquí para ti si necesitas hablar de algo.

Agradecida por su apoyo, asentí con la cabeza.
—Gracias, señora Lee. Usted también cuente conmigo.

Ella sonrió, aunque su expresión aún mostraba un leve rastro de preocupación. —Debo irme, mi nieto debe estar esperándome.

—Cuídese, señora Lee. —le dije mientras se despedía con un gesto amable.

Me quedé sola en mi habitación, cenando tranquilamente lo que me había traído.

Mientras comía, mis pensamientos volvieron a Jungkook. ¿Por qué me afectaba tanto su presencia? ¿Por qué sentía esa necesidad de esconderme? Era frustrante no tener respuestas.

Después de comer, me puse la pijama y me cepillé los dientes. La rutina nocturna me proporcionaba un poco de consuelo, una serie de acciones que podía controlar en medio del caos emocional.

Me tumbé en la cama, encendiendo la televisión para distraerme un poco antes de dormir. Sin embargo, las imágenes en la pantalla no lograban apartar a Jungkook de mi mente.

Me di vuelta en la cama, tratando de encontrar una posición cómoda. Mis pensamientos volvían una y otra vez a las mismas preguntas sin respuesta. ¿Y si intentaba hablar con él?
¿Y si enfrentaba esos sentimientos en lugar de esconderme? La idea era aterradora, pero quizás era lo que necesitaba para encontrar paz.

Con esos pensamientos en mente, me quedé mirando la película que había puesto en la televisión, pero apenas podía concentrarme en la trama. Los personajes en la pantalla parecían moverse en cámara lenta, y mis pensamientos volvían una y otra vez a Jungkook.

Decidí que seguiría viendo la película hasta que el cansancio finalmente me venciera. Mientras las escenas se sucedían, me prometí que, de alguna manera, encontraría la forma de enfrentar mis miedos y resolver la confusión que Jungkook había traído a mi vida.

Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora