Capítulo 73. Peligrosa Adicción

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Sentir la realidad en cada fibra de mi ser, entender que, finalmente, ambos habíamos llegado a este momento

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Sentir la realidad en cada fibra de mi ser, entender que, finalmente, ambos habíamos llegado a este momento. Habíamos cruzado barreras, desafiado nuestras propias promesas y ahora, por primera vez, podía abrir las puertas a mis sentimientos. Sentimientos que antes eran imposibles de aceptar, y que ahora estaban siendo correspondidos en su totalidad. Era como si hubiera luchado toda mi vida, como si hubiera muerto y vuelto a nacer solo para llegar hasta aquí, hasta este instante en que él estaba a mi lado y, por primera vez, me permitía sentirme completamente feliz y en paz.

Una parte de mí, mi versión más pura y alegre, brincaba de felicidad dentro de mí. Al fin estaba junto al hombre al que amaba con toda mi alma, un hombre que se entregó de la misma manera, que me trataba con una delicadeza que tocaba cada rincón de mi ser. Nos habíamos amado, él me había hecho suya una vez más, y ahora estábamos aquí, juntos, envueltos en el silencio y en la calma de nuestros corazones latiendo al unísono.

Nuestras miradas se encontraban, y en sus ojos brillaba algo único, un destello que solo compartíamos él y yo, como si este amor nuestro viniera de otro mundo. Me pierdo en esa sensación, en ese vínculo casi irreal que hemos creado.

—¿Qué tanto piensas, princesa? —su voz suave rompe el silencio, mientras con una sonrisa mueve un mechón de mi cabello, colocándolo con cuidado detrás de mi oreja.

Me cuesta encontrar las palabras, como si hablar pudiera romper este momento que parece un sueño. —Aún no puedo asimilar esto. —susurro.

Él enarca una ceja, divertido. —¿Asimilar qué? ¿Lo nuestro? —pregunta, y la manera en que dice "lo nuestro" provoca que todo mi cuerpo se estremezca. Esas palabras, saliendo de sus labios, me hacen sentir que esto es algo real, tangible, algo que puedo abrazar sin miedo.

Tomo una respiración profunda, tratando de calmar los nervios, aunque sé que es inútil.
—Sí... No puedo procesarlo... Es tan irreal.

Su sonrisa se suaviza, y coloca su mano en mi cintura, acariciándome con ternura. —Lo entiendo, Lea. Yo también me sentí así cuando me confesaste tus sentimientos. A pesar de que juramos no involucrarnos de esta manera... aquí estamos, cayendo juntos —dice él, con una sinceridad que me hace sentir aún más conectada a él.

—¿Cómo te diste cuenta de que lo estabas? —pregunto, intrigada, queriendo conocer el momento exacto en el que su corazón empezó a latir como el mío.

Él suspira, sus ojos profundos mirándome intensamente.

—Cuando supe que ya no podía estar sin ti. Que mi vida no tenía sentido si no estabas en ella —responde, y siento cómo mi corazón late aún más fuerte al escuchar esas palabras.

Recuerdo entonces las veces que susurraba cosas mientras nuestros cuerpos se unían, palabras cargadas de una pasión que ahora entiendo como amor.

Estaba a punto de preguntarle si sus sentimientos existían desde entonces, cuando su teléfono suena, interrumpiendo mi pregunta.

Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora