Eramos dos en cuerpos unidos, sus caricias
suaves en mi espalda mientras mi cabeza reposaba en su hombro me llenaban de cariño.Sentía el impulso, pero no estaba segura si era el momento adecuado para hacer la pregunta. No quería arruinar este momento tan intimo entre nosotros.
Y como si fuera un lector de mentes, él se adelantó, captando mis pensamientos antes de que pudiera expresarlos en voz alta.
—¿No tienes algo que decirme, Lea? —susurró roncamente.
Levanté mi rostro de su hombro y lo miré directamente a los ojos. —¿Areum tiene algo que ver con las cosas que no sé? —pregunté.
—No. —respondió él lacónicamente.
—¿Puedo saber qué es lo que realmente tienen...?
—No. —su respuesta fue firme.
Moví mi cuerpo ligeramente y él dejó escapar un jadeo. Fue entonces cuando recordé que aún estábamos unidos. Con suavidad, adentro mi mano por debajo y con cuidado retire su miembro de mi culo
—Entonces... creo que tendré que esforzarme un poco más —dije con determinación introduciendo su pene en mi vagina.
—Lea...—jadea
—Me debes la explicación del tatuaje aún. —me movía en circulos provocandole jadeos —Winner never quit. —susurre besando su cuello y el se deja llevar tomando fuertemente de la cadera. —¿Que significa esa palabra?
—El ganador.. nunca se rinde. —las palabras apenas se escapaban de sus labios entre jadeos entrecortados —Por la fuerza en cada desafío persistiendo al éxito. Es..su ah..significado.
Busqué su boca, enroscando mi lengua con la suya ávidamente mientras notaba como empezaba a moverme sobre su miembro. Yo hacía movimientos con la cadera, hacia arriba y hacia abajo, elevandome un poco y dejandome caer sobre su pene mientras él acompañaba mis movimientos moviendo su cadera contra mi, embistiendome fuerte, de forma que cuando yo me deslizaba hacia abajo sobre su pene él la empujaba fuertemente contra mi, como si quisiera hundirse más. Y mientras sus manos volvian a marcar el ritmo de mis caderas sus labios atrapaban uno de mis pezones completamente duro y lo succionaban, intercambiándolo a veces con mordiscos. A los pocos minutos soltamos un largo gemido y él dejó de moverse, temblando.
Quedamos exhaustos, tirados en el suelo del gimnasio. Había sido demasiado para lo que se suponía iba a ser una mañana tranquila.
Con un suspiro, él dijo:
—Cada vez me sorprendes más, superas mis expectativas. Me dejas acabado, pero... no puedo darte la respuesta que quieres oír. Tendrá su momento, algún día. Solo espera.Sentí la frustración ardiendo en mi interior. Estaba enojada, sí. Pero, podía hacer algo al respecto? No.
Hiciera lo que hiciera, no obtendría la respuesta que quería.
Solo me quedaba esperar a que todo se revelara, y esperaba que cuando ese momento llegara, no me afectara de golpe. No quería salir lastimada y mucho menos estar enamorada para ese tiempo. Por algo me había advertido que no lo hiciera.
A pesar de esos pensamientos, dije
—Lo entiendo. Está bien. Todo a su tiempo.No lo entiendo, no está bien y no quiero esperar.
Mi subconsciente gritaba lo contrario.—Me iré a dar un baño. Tengo tarea que hacer —dije, tratando de mantener la compostura.
Él asintió y, con una sonrisa juguetona
—Aquí hay baño. ¿Nos bañamos juntos? —sugirió¿Cómo puede pedirme que no me enamore mientras me da todas las razones para hacerlo? Esto solo confundía más a mi mente, haciéndome pensar que realmente estaba jugando a ser mi novio.
Y como debía ser, acepté.
Me bañé con él, porque ¿cómo podría decirle que no? Me encantaba compartir estos momentos juntos.Era la primera vez que vivía algo así con un hombre. Nunca había tenido una experiencia como la que estaba teniendo con él.
Solo había llegado a dormir una vez con mi exnovio, y ni siquiera en la misma cama. Nunca me bañé, amanecí o viví todo lo que estoy viviendo ahora. Pero no, aún no estoy enamorada, solo no quería que esto acabe jamás. Eso es lo que me asusta.
El contrato vencía en un año, así que no sé qué pasará en ese tiempo. Pero, como ya lo había pensado anteriormente, si me enamoro, intentaré conseguir también su corazón.
Me dolían las piernas al caminar; siendo sincera, estaba devastada. Hoy había sido un día agotador, y eso que apenas comenzaba. Me quedaba ir a la universidad, soportar cinco horas sentada prestando atención a las clases, y quién sabe qué más en la noche.
Solo quería que el día terminara ya y poder estar en mi cama, durmiendo profundamente.
Llegó la hora de la universidad, y como Jungkook no pudo llevarme por una urgencia, Choi me hizo el favor. Cuando me encontré con los chicos, Niki apenas me saludó, lo que me pareció raro.
Cuando Haruto y Dahyun se distrajeron hablando, aproveché para preguntarle a Niki qué pasaba.
—Tenemos que hablar. —dijo con seriedad.
Nos alejamos unos pasos y comenzamos a caminar sin rumbo. Finalmente, Niki me preguntó. —¿Tu encargado es realmente solo tu encargado?
—¿Por qué preguntas eso? —le respondí, preocupada.
—Me advirtió que no me acercara a ti y que, si me encontraba en un momento íntimo contigo, no me sorprendiera si amanecía en un hospital.
—¿Es en serio?
Él asintió. —Lea, ¿quién es realmente él?
—Es mi encargado, Niki. No hay nada más.
—Entonces él te ve como algo más. No cualquiera amenaza a un simple estudiante universitario por una razón así.
—No sé qué pensar, Niki. Esto me parece muy extraño.
—Solo ten cuidado, Lea. Si te incomoda o intenta hacer algo que no quieres, no dudes en buscarme. Mi padre es abogado y ha ganado muchos casos como estos. Los adultos como él solo buscan a las jóvenes para aprovecharse.
Me quedé pensando. Quizás Niki tenía razón. Tal vez estaba romantizando lo que él hacía conmigo. ¿Y si realmente Jungkook es así?
Durante toda la clase no pude dejar de pensar en lo que me había dicho Niki. El miedo de ser utilizada me invadía. ¿Y si él ya había hecho esto antes con otras chicas pero ninguna puede decir nada por el contrato? Por eso el me había dicho que no me enamore por que hay cosas que podrían hacerme cambiar de opinión.
Quería dejar de pensar en ello, pero era inevitable. Las dudas y el temor se instalaban en mi mente como una tormenta que no podía disipar.
—¿Estás bien, Lea? —preguntó Dahyun, notando mi distracción.
Asentí, intentando sonreír. —Sí, solo estaba pensando en el próximo examen.
Quería hablar con ella, necesitaba desesperadamente el consejo y el punto de vista de alguien más. Pero el maldito contrato no me lo permitía. No podía contarle nada, y eso solo aumentaba mi sensación de soledad y angustia.
Jeon Jungkook. ¿Quién realmente eres?
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Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoel
FanficElla gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto. Deciden contactar a un amigo de la familia q...