No sé cuál fue el trato que hicieron con Hoseok, pero el mío era claro: no hacer bailes privados. Me habían dado una promesa, una garantía de que no tendría que cruzar esa línea. Y no lo haré, no importa quién lo pida ni cuánta autoridad tenga.
—Tenemos que arreglarte, Usagi. Quieras o no, debes salir a bailar. Así son las cosas en este club. Aunque haya un contrato y todo, cuando alguien más superior a nosotros aparece, debemos cumplir con sus deseos —dijo él con firmeza, su voz cargada de una autoridad que me heló la sangre. —Y en este caso, debes bailar para el jefe. El dueño del club
—¿Pero... Hoseok acaba de decir que debo escoger a quién bailar... ¿quiere que lo elija a él? —pregunté, la confusión nublando mis pensamientos.
—No, Usagi. El dueño del club no es Hoseok. Es otro hombre, y al parecer la mafia Kim, el menor, también desea un baile tuyo. Y bueno, si le decimos que no a uno de los dos estamos jodidos. Es por eso que "debes escoger", pero al que debes dar el sí es al dueño —explicó, sus palabras cargadas de una urgencia que no podía ignorar.
—¿Y cómo se supone que debo escoger al "dueño" si ni siquiera sé quién es? —dije, el miedo y la frustración empezando a burbujear en mi interior.
—El dueño tiene piercings en los labios y la ceja, unos ojos grandes y oscuros, tatuajes que cubren sus brazos. Es imposible no reconocerlo. Cuando lo veas, sabrás quién es. Tienes que ser rápida, segura. No puedes mostrar miedo.
Cuando me lo describió, supe en ese instante de quién se trataba. En esa fracción de tiempo, una de mis mayores dudas se confirmó: definitivamente Jungkook era el dueño del club. La revelación fue un golpe doble, uno que me dejó sin aliento y me hizo sentir que el mundo se cerraba sobre mi.
Si me descubre, temo que todo se vaya al carajo.
Y fue en ese momento cuando mis piernas empezaron a temblar aún más, como si el suelo se desmoronara bajo mis pies.
Jungkook no puede verme. Él no puede saber que estoy aquí. La simple idea de enfrentarme a él me llenaba de un terror abrumador, como un manto oscuro que me envolvía y me sofocaba. Mi corazón latía frenéticamente, cada golpe resonando en mis oídos como un tambor de guerra.
La adrenalina corría por mis venas, impulsándome a actuar, a encontrar una solución antes de que fuera demasiado tarde.
De alguna manera, tenía que evitar que esto ocurriera. No podía permitir que me viera, no podía dejar que supiera que estaba atrapada en este lugar. Mi mente corría frenéticamente, buscando una salida, una forma de liberarme de esta pesadilla que se cerraba a mi alrededor como una trampa mortal.
Cada segundo contaba. El chico sombra seguía observándome, esperando una respuesta, su mirada penetrante aumentaba mi ansiedad. Sabía que debía actuar rápido. No podía permitirme fallar. No ahora. No con Jungkook tan cerca.
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Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoel
FanfictionElla gana una beca para estudiar en la Universidad de Corea, un sueño que se convierte en realidad. Sin embargo, sus padres, preocupados por su seguridad, se resisten a dejarla sola en un país tan vasto. Deciden contactar a un amigo de la familia q...