Capítulo 33. Peligrosa Adicción

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Esos dos días habían pasado rápidamente, sin mayores acontecimientos más allá de estar follando y la clase con el profesor de música Yoongi

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Esos dos días habían pasado rápidamente, sin mayores acontecimientos más allá de estar follando y la clase con el profesor de música Yoongi.

Cuando llegó el momento, Jungkook me llevó a casa de Dahyun. Lo preocupante fue que había dicho que quería hablar con la señora Kim. Solo esperaba que Dahyun pudiera inventar una buena excusa.

Pero cuando la señora Kim nos recibió, casi se me detuvo el corazón. ¿Y si mencionaba que ella no estaría en casa toda la noche hasta el día siguiente? ¿Qué haríamos?

—Hola, Lea. Hola, Jungkook —nos saludó ella con una sonrisa cálida desde la puerta. —Pasen, por favor —nos invitó amablemente mientras hacíamos una reverencia

Dahyun descendió las escaleras y se acercó a su madre. —Hola, Jungkook, Hola Lea.

La madre de Dahyun nos llevó a la sala de estar y comenzó una conversación amistosa. —Es genial verlas juntas de nuevo. Siempre han sido tan unidas desde pequeñas —comentó con una mirada afectuosa hacia nosotras. —Y Jungkook, recuerdo la última vez que Dahyun se quedó en tu casa. Me alegra saber que estuvieron bien cuidadas —agregó con una nota de complicidad.

Dahyun asintió con entusiasmo. —Sí, mamá, Lea y yo siempre nos cuidamos mutuamente —dijo con una risita nerviosa.

Después de un rato agradable de conversación, Jungkook se despidió educadamente. —Gracias nuevamente por todo. Pasaré por Lea, mañana en la tarde.

Llegamos a su habitación y le pregunté a Dahyun
—¿Tu madre se va a quedar?

—No, ya lo he planeado todo —respondió ella con confianza. —La convencí de que Jungkook no te dejaría quedarte si ella estaba aquí. Me arrodillé y le rogué que mintiera, y funcionó

Pocos minutos después, su madre tocó la puerta. —Chicas, ya me voy. Por favor, Dahyun, sabes bien la responsabilidad que tengo. No quiero decepcionarme si hacen algo malo. Cuídense mucho y no hagan nada que me ponga en riesgo mientras están bajo mi supuesto cuidado —nos advirtió.

Ambas asentimos. —No se preocupe, señora Kim. No haremos nada —le aseguré amablemente.

—Muchas gracias, Lea. Siempre tan considerada —respondió ella con una sonrisa. —Que tengan una buena noche —se despidió antes de marcharse.

Una vez que estuvimos solas y la casa quedó en silencio, expresé mi preocupación: —Creo que sería mejor no ir, Dahyun. ¿Y si nos pasa algo o nos perdemos? No quiero tener problemas con tu madre

—No pasará nada. Solo vamos a echar un vistazo y listo —me tranquilizó Dahyun.

Suspiré. —Está bien. Vamos, miramos y regresamos —acordamos.

—Así será. ¿Trajiste algo bonito para ponerte? No creo que nos dejen pasar si no vamos bien vestidas —me preguntó.

Asentí. —Sí, con lentes y todo. Debemos pasar desapercibidas —comenté.

Peligrosa Adicción. Jungkook ©bnsoelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora