Capítulo 38.  Un ultimátum que provoca desastres 2. 

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Brandon. 

Boston, 2024, Parque de bomberos del distrito doce. 

- "¿Lunática? ¿Quién es Lunática? ... ¿No me digas que llamas así a Mackenzie? ¿Verdad?"- mi silencio lo dijo todo- "Pero ¿se pude saber que hiciste con la educación que te he di? ¿Cómo es que has terminado siendo tan grose...?"- la interrumpí. 

- "No es un insulto, mamá, ese su maldito estado mental, esa mujer esta como una puta cabra, no es normal. ¿A quién se le ocurre quedarse para recoger unos papeles, en medio de un incendio, o a discutir con tu rescatador cuando te va a salvar? Definitivamente no está bien del coco, y yo no tengo culpa de que tú no lo quieras ver."- le dije pensando que, con esa explicación, mi madre razonaría que, esa loca CEO, no era la mejor opción para sus pretensiones casamenteras.  

Pero claro para eso mi madre tendría que estar entre la categoría de mujeres razonables y lógicas, y eso justo eso es lo que no es mi madre, Kiara Hernández es un ser de instintos, momentos, y también, como principal característica, obsesiones, justo lo que es en parte la maldita Lunática, así que mi explicación cayó en saco roto. 

- "Yo lo único que sé es que, por culpa de tu bocazas, esa pobre niña tendrá que estar pegada a su madre, cosa que, por otro lado, yo también haría en su caso, ya que sólo quiere proteger a su hija, incluso tú lo harías si fuera una de tus hermanas las amenazas, y lo sabes."- me dijo y tuve que darle la razón, si fuera una de mis hermanas, me pegaría a ellas como una lapa, y buscaría a los culpables, hasta debajo de las piedras.  

Mi silencio ante su certeza le dio fuerza a mi madre. 

- "Tú sabes que eres de los mejores en seguridad, y no hace falta que estes a su lado siempre, puedes seguir con tu trabajo, sólo te pido que la vigiles en tus días libres, y tendrás ayuda. Sabes lo que hay que hacer en estos casos, si fuera un caso donde usaran métodos más violentos para acabar con su vida, entendería que fuera la policía quien interviniera, pero están usando accidentes provocados para lograr su objetivo, y tú eres uno de los mejores expertos analizadores de accidentes del cuerpo, no por nada eres uno de los mejores investigadores de accidentes del cuerpo, que te guste más ser bombero en activo no quieta lo otro. "- la explicación de mi madre tenía parte de razón, pero no toda. 

- "Puedo asesorarles, me ofrecí a ello, pero no tengo porque vivir con ella, y eso es definitivo."- le dije a mi madre, más relajado por haber dejado clara mi posición de una vez. ¡Como si eso le valiera a mi madre! Esa mujer nunca juega limpio. 

- "Bien pues si la pobre de Mackenzie tiene que estar pegada a su madre, tú no serás menos, pasamos muy poco tiempo juntos, hijo, sobre todo desde que te mudaste al edificio de Carrigan, la mamá pata, por otro lado, yo tengo mucho tiempo libre desde que tu padre se jubiló, no sé si me entiendes. Además ¿crees que podrás vivir tranquilo, sabiendo que a Mackenzie le pasó algo porque tú no quisiste ayudarla?"- 

La entendía perfectamente, vamos que mi madre me estaba diciendo claramente que me iba hacer la vida un infierno, a menos que accediera a vivir con la loca CEO. Por no hablar del claro y directo chantaje que me estaba haciendo, apelando a mi sentido de responsabilidad como bombero, sobre todo con esa estúpida pelirroja, a la que siempre había decidido, sin entender el por qué, sobre todo la segunda vez, salvarla yo mismo.  

Sopesé un segundo las opciones, que para mí eran igual de malas a primera vista, aunque la diferencia radicaba en que, tanto la Lunática como yo odiábamos la idea de vivir juntos, y eso podía dar lugar a algún tipo de acuerdo encubierto de nuestras manipuladoras madres, la CEO era una empresaria, sabría de un buen acuerdo que nos beneficiará a ambos. 

Por el contrario, mi madre sólo respetaba los acuerdos que tenía con lo que ella creía que era lo mejor para sus hijos, eso sí, usando como excusa ineludible del amor incondicional que sentía por nosotros, cosa que en ocasiones agobiaba.  

El Ardiente Capricho de la CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora