Brandon.
Boston, 2024, Torre O 'Sullivan.
Lo primero que me di cuenta cuando llegamos a la plaza central de la Torre del Holding O 'Sullivan, es que ya se encontraba allí uno de los dos camiones de bomberos del equipo dos del distrito nueve.
Tras organizar a mi equipo para sacar el material que de seguro necesitaríamos, fui a informarme de la situación con el jefe Evans, que era el encargado del equipo dos del distrito nueve, lo encontré en el vestíbulo junto a alguien de mantenimiento del edificio, nada más verme, Paul me hizo una señal para que me acercara.
- "¿Cuál es la situación?"-pregunté a ambos.
- "Ahora mismo me estaban informando el jefe de mantenimiento, nosotros prácticamente acabamos de llegar."- me dijo el jefe Evans, mirando de nuevo al encargado.
-"Como le iba diciendo a su compañero, hay cinco ascensores afectados, cuatro de ellos tienen gente encerrada en ellos, dos son de uso público, y los otros dos son únicamente para uso de los ejecutivos de la empresa, es importante que liberen la de los ejecutivos cuanto antes, porque entre ellos se encuentra la CEO de la empresa, es la única que está sola en una de las cabinas, en el ascensor número dos, según nos ha notificado su asistente."- nos dijo el encargado, señalando a un hombre que yo reconocí , como el que la primera vez, durante el incendio del hotel, nos avisó de donde estaba la estúpida pelirroja.
Tras oír esto, solo confirmé las sospechas que tenía, como siempre esa lunática pelirroja, de una u otra manera se metía en problemas, y volví mirada al asistente, el cual me devolvió la mirada asintiendo de reconocimiento desde lejos.
El asistente junto a otros hombres trajeados estaba sosteniendo la mano nerviosa de una señora madura, y muy atractiva, que miraba con angustia al ascensor número dos, y eso me llevó a suponer que era un familiar de la lunática.
Al revisar la situación, tanto el jefe Evan, como yo, decidimos dividirnos, su equipo, que era mucho más numeroso que el mío, se encargaría de los ascensores con mayor volumen de gente atrapada, que era los de uso público, por mi parte, los dos escuadrones de mi equipo se encargarían de los ascensores ejecutivos, dividiéndonos en dos para abarcar lo antes posible el rescate.
Tras informar a mi equipo de lo que iba a suceder, nos dirigimos a los aparcamientos para ver, desde abajo, a qué altura exacta se encontraban detenidos los ascensores, pero no habíamos acabado de abrir la puerta del hueco del ascensor número uno, para ver la situación, cuando el ascensor dos, que ya tenía la puerta abierta con anterioridad, tras una fuerte y sonora sacudida, comenzó a precipitarse a gran velocidad, sin detenerse, hasta golpearse en el suelo del hueco del ascensor de forma violenta, quedando seriamente dañado, fue el grito de advertencia de uno de mis hombres el que me avisó de lo que sucedía.
El fuerte estruendo que se formó al estrellarse la cabina fue el que me hizo saltar, ese era el ascensor donde estaba la CEO, y con una emoción de ansiedad, y miedo, que se apoderó de mí, cegándome a todo, sin pensarlo, y a pesar del peligroso que conllevaba entrar en esa estructura deformada y rota, como puede, saltándome todos los protocolos, me introduje entre los hierros retorcidos en los que había quedado la maltratada cabina, llamando sin control a la maldita Lunática, temiéndome lo peor.
- "¡Mackenzie, por dios contesta!"- grité.
No me importó que mis hombres trataran de detenerme, simplemente necesitaba encontrarla, tenía la esperanza de que, aunque estuviera herida, aún estuviera con vida. Lo sorprendente es que no encontré nada allí, esa maltrecha cabina estaba vacía.
Unos gritos resonaron en lo alto, sobre mi cabeza, como pude escale a la parte alta de la cabina, donde vi, a varios metros de altura, una silueta se balanceaba suspendida en una cuerda sobre mí, y pese a la distancia, por el reflejo de la luz indirecta que había en el hueco del ascensor, identifiqué un brillo rojizo en su cabello.
- "No sé por qué no me asombra que estés en esta situación, loca pelirroja"- le dije alertándole que era yo el que estaba allí, mientras el sonido se propagaba como eco por el hueco del ascensor.
Vi como ella se giraba, y miraba hacia abajo, balanceándose peligrosamente, y sin control, en medio de esa peligrosa trampa.
-" ¿Qué demonios haces aquí? ¿Es que no hay más bomberos que trabajen en esta maldita ciudad?"- me dijo la maldita pelirroja, mientras el sonido de su voz se transmitía lejano, y con ligeros toques de eco.
- "Ninguno que esté tan loco como para salvarte dos veces en menos de un mes."- le respondí como se merecía a la descarada e insufrible CEO, mientras interiormente me alegraba que, a pesar de que fuera un maldito incordio y un desastre de la naturaleza, no hubiera estado dentro de la cabina cuando esta se descolgó, estrellándose contra el suelo. –"No te muevas subo a buscarte."- le dije, pero ella grito.
- "No hace falta que lo hagas tú mismo, Vader bombero, puedes enviar a otro, uno menos gilip..."- no la deje terminar, antes de responderle.
- "¿Por qué tengo que castigar así a alguno de mis hombres? Los aprecios mucho para hacerles eso. No te muevas no sabemos cuál es la estabilidad de esa cuerda."- le dije ignorando sus gritos, mientras descendía entre los hierros retorcidos para salir de la cabina maltrecha.
- "Rescatad a las personas del otro ascensor cuanto antes, para que no haya más accidentes. la CEO está suspendida varios metros por encima, sobre el piso treinta y dos, yo voy a rescatarla."- les dije a mis hombres cogiendo una cuerda, una polea, y unos ganchos para abrir la puerta de seguridad y asegurarlas, después iba a subir hasta un piso superior a ese, con velocidad, por la escalera de incendios.
- "Por lo visto tu novia, como tú, tiene recursos."- me dijo Louis entregándome la cuerda, con una sonrisa burlona.
Lo miré serio. Y luego le dije.
- "Haced el rescate todos, menos el bombero de primera Turner, él tiene que ir a verificar la coordinación con el equipo dos del distrito nueve, creo que la coordinadora es el bombero de segunda Pinkerton"- le dije yo sonriendo, junto con los otros compañeros que conocía la historia entre Louis y Daniele, además de la evitación constante que hacia el primero de no acercarse a la mujer, que todos sabíamos que amaba. Como esperé, la sonrisa de mi mejor amigo se borró de inmediato.
No espere sus protestas, tenía treinta y tres pisos que subir en tiempo récord, cargado con mi equipo, más las cuerdas y los ganchos, al menos no llevaba las botellas de oxígeno esta vez.
Aunque estaba feliz de que la loca CEO no hubiera estado en la cabina, sabía que aún no había pasado el peligro. Me asombraba que la pelirroja se hubiera acordado de las cuerdas que, desde hacía tres años, era obligatorio dejar como medidas de seguridad por reglamento urbanístico, en los huecos de los ascensores, para uso en caso de reparación o emergencia, para los equipos de mantenimiento, o en caso de rescate, los propios bomberos. Pocas personas sabían eso, pero claro, eso funcionaba para el caso que fuera sólo una persona la que quedara atrapada, esas cuerdas de seguridad no estaban preparadas para más de dos personas, la víctima y el rescatista.
Batí mi récord en subida, por escalera, estable de emergencias, claro está que, sin todo el equipo obligatorio, o por lo menos no todo. Según mis cálculos, debía subir un piso más de treinta y dos para poder quedar unos metros por encima de donde se encontraba descolgada la Lunática, mi idea era atraer su cuerda con un gancho, y atando otra cuerda de seguridad, que ella debía enrollar alrededor de su cuerpo, así la alzaría, a pulso, con ayuda de una polea, que engancharía a los gachos de seguridad que había en las puertas hasta el piso treinta y tres.
Nada más abrir la puerta de seguridad un metro por debajo de mí, en el hueco del ascensor, una seria, y nada sonriente CEO pelirroja me miraba desde abajo.
- "Te has tomado tu tiempo ¿no? Pensé que los bomberos eran más rápidos."- esta maldita mujer no dejaba de luchar ni, aunque su vida estuviera en serio peligro.
- "Depende de la víctima."- le dije ignorándola después de eso, tenía que trabajar, y no podía permitirme perder el tiempo en discutir con la ridícula y nada agradecida CEO.
Al fin al cabo, y pese a sus protestas, esto de ir a rescatarla cada vez que se ponía en peligro se está convirtiendo en una maldita costumbre, el gobierno debería pedirle un impuesto especial, y más elevado, a la Lunática, por el uso asiduo y constante, del servicio de bomberos de la ciudad de Boston. Así por lo menos compensaría el ser tan incordio.
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El Ardiente Capricho de la CEO
RomansaMackenzie O 'Sullivan es la heredera de Holding O 'Sullivan Park, ha tenido que luchar mucho para convertirse en el CEO. Ya que su tío, Rónan O 'Sullivan, siempre había creído que sus dos hijos, Shane y Murphy, serían los verdaderos herederos de su...