Capítulo 75. Un movimiento extraño antes de una trampa.

343 48 9
                                    

Mackenzie.

Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O 'Sullivan, en ese momento.

- "Por mucho que intentes explicármelo, Carlos no veo la conexión de que pretendamos casarnos, o fingir hacer una fiesta de compromiso, con atrapar a ese maldito cabrón del señor X."- le dije a mi asistente mientras él me hablaba a través del mano libre, de mi móvil.

En un principio tenía mi teléfono en la mano, mientras él hablaba conmigo y me explicaba todo lo que se había descubierto a través del esbirro que habíamos atrapado en la sala de control del edificio del último incendió, el tal señor Milton, pero ante la ira que me provocaba conocer todos los datos, las razones para atentar contra el hombre que amo, y la propuesta inicial de Carlos, para atrapar al cerdo asesino del señor X.

Tuve que poner el manos libres porque mis manos no aguataban ya los temblores, además necesitan tomar algo fuerte, o cometería una locura, como subirme a mi niña bonita, y presentarme en la casa de cada uno de mis primos, para sacarles la verdad a golpes, cosa que, por otro lado, haría que el Vader se subiera por las paredes, entre otras cosas.

- "La idea es que simulen, un compromiso o una boda, esto activará mucho más las ansias del señor X, no sólo asistir sino a demostrar algo de nerviosismo. Hasta ahora ha sido muy inteligente, no mostrando sus verdaderas intenciones, solo sospechando de sus motivos, que comparte con dos más de tus familiares, es muy probable que sea capaz de vender a su hermano, o incluso a su padre para salvarse, ha demostrado que no tiene escrúpulos para acabar con la vida de alguien, con tal de salirse con la suya."- me dijo Carlos con algo de razón, para mi estado mental actual.

- "¿Y porque tenemos que simular?, hagámoslo de verdad."- una voz ronca y segura, detrás de mí, me sorprendió tanto que me ahogué con el trago que le di a mi copa de Gin tonic. Decididamente este maldito Vader flota en el aire, y es indetectable para el oído humano.

- "¡Joder! ¿Quieres matarme, idiota?"- dije mientras trataba de no ahogarme con mi propia saliva, mientras tosía sin control. Ni me planteé en analizar lo que acaba de decir el maldito Vader, ni la risa que se escapó, a través del teléfono, de quién se supone que es mi fiel asistente.

-"Y bien Lunática, ¿Estás de acuerdo, en ...hacerlo real?"- me dijo acercándose a mí y colocando su cara muy cerca de la mía, a pocos centímetros, sus labios casi rozaban los míos, haciéndome que respirar, fuera más bien difícil, y esta vez, no era precisamente por haber sido sorprendida.

- "Mientras discuten el nivel de veracidad, comenzaré con los preparativos para el evento, sólo tienen que decirme que será ¿una boda, o un compromiso?"- dijo Carlos a través de mi móvil, sin poder evitar que su voz sonara con algo de humor, al parecer a mi asistente le divertía los intercambios dialecticos entre el Vader bombero, y yo.

Al menos su esposa, y mi mejor amiga, no entraba en esta conversación, esa loca controladora psiquiatra, era como mínimo perturbadora, y desde luego un maldito dolor de cabeza.

- "Compromiso fingido"- dije y segundos después como sentenciando la conversación, Vader dijo.

- "Boda real."- al mismo tiempo que lo decía me acercó a él, elevándome entre sus brazos, mientras apagaba el móvil dejando claro, que esa decisión, ya estaba tomada. - "Y ahora tú y yo hablemos del castigo que mereces, futura señora Hernández."- no puede replicar a nada a lo que él me decía, cuando me di cuenta, estaba siendo besada como si no hubiera un mañana.

Ante esto, bien porque mi boca estaba atrapada entre sus labios, y que su lengua estaba en el interior de mi boca, evitando que pudiera decir nada, o bien, porque desde que sus labios tocaron los míos, mi cuerpo se rindió, dejando a mi mente ahogada en un lago de necesidad y descontrol, ni pude, ni quince, discutir si tenía que ser castigada o no, si tenía que serlo, que así fuera, siempre había un mañana para dejar claro, al controlador Vader, que había mucho de qué hablar sobre una boda real, o de mi posible cambio de apellido, por ahora cumpliría con mi castigo.

Claro que mientras era llevada entre los brazos fuertes de mi verdugo castigador a su cama, para iniciar mi dulce tortura, no contemplaba que, en algún momento, la fuerzas oscuras y manipuladoras de Vader, iba a echar abajo todas mis objeciones, pero eso sólo lo descubrí a la mañana siguiente, mientras, me dejé llevar por el poder que, ese hombre que amaba ejercía sobre mis maltratado corazón y mente, por no hablar de mi traicionero cuerpo.

Brandon.

Boston, 2024, Apartamento de lujo de Mackenzie O 'Sullivan, en ese momento.

Miré a la preciosa mujer que dormía a mi lado, totalmente agotada, me había costado, con mucho placer, dicho sea de paso, castigar como se merecía, a la rebelde mujer de la que me habia enamorado.

Sabía que me pondría aprueba en cualquier otro momento, mi lunática era un maldito espíritu rebelde, pero tenía claro que, prefería que me volviera loco, mientras la tenía a mi lado, a estar cuerdo, lejos de ella.

En algún momento desde que esa mujer entró en mi vida, poco a poco se habia vuelto necesidad para mí, necesidad de verla, de discutir con ella, de oir su voz cada mañana, necesidad de olerla, de que me mire, y me haga temblar. Pero sobre todo necesidad de no dejarla ir, a pesar de que sé que mi vida a su lado será una maldita montaña rusa de emociones descontroladas. Pero esto, es mejor que perderla, o dejarla ir.

El miedo a no sentir, a perder ese poder que ella tenía sobre mí, fue justo la idea que motivo que por primera vez en mi vida recurriera a las tretas más injustas, y controladoras que nunca pensé en usar en mi vida.

Con cuidado, me levanté, no sin antes besar la frente de la preciosa dama que dormía tentadoramente a mi lado, en alguna parte del suelo, estaba mis vaqueros, que una entregada CEO, había desabrochado con prisas para dejarlo caer al suelo, antes de que yo la derribara sobre mi cama, completamente desnuda, mientras ella gemía de placer al sentir los besos que yo, sin control, les prodigaba a esos tentadores pechos que me volvían loco.

Como esperaba, en el bolsillo de mis vaqueros encontré lo que buscaba, y tras ponerme mi ropa interior, salí de la habitación. No pretendía que Mackenzie se despertara, sobre todo porque, mi estrategia controladora consistía en que el problema le cayera encima, sin que ella pudiera reaccionar.

Una vez en la terraza, sentado en una hamaca junto a la piscina, con Estuco a mi lado mirándome, extrañando, de que hubiera abandonado la habitación a esas horas, comencé a ejecutar mi plan.

- "Pero ¿Estás loco? ¿Sabes la hora que es, Brandon?"- una voz, molesta, y muy conocida por mí, durante toda la vida, se oyó a través del teléfono en español.

- "Bueno mamá, pensé que querías saber antes que nadie, y sin importar la hora que sea, que me voy a casar, eso sí, si consigues convencer a tu adorada nuera para que no ponga problemas para casarnos lo antes posible."- solté sabiendo que ahora mismo tras la sorpresa inicial, mi madre tendría la mente trabajando a mil por hora.

- "Maldito seas Brandon Miguel Hernández, hijo desagradecido y rebelde, ¿Cómo te atreves a soltarme esta noticia a estas horas, y de esta manera? Como odio a veces que, en estas cosas, no te parezcas más a mí, y menos a tu padre, en fin, déjamelo a mi mañana estará todo resuelto, ahora cuida a mi nuera, y vete pensando que, para el próximo año, como compensación, quiero mi primer nieto o nieta, no digo más."- y tal como vino se fue, mi madre había dejado su orden urgente, e ineludible, y había colgado la llamada, el problema estaba en que mi preciosa loca CEO, estuviera de acuerdo en cumplir el deseo de su futura suegra.

Pero todo eso lo sabríamos al día siguiente, si no era asesinado por una enfada y iracunda CEO, al descubrir que había maniobrado a sus espaldas, pero bueno la vida con tensión y peligro se disfruta mejor.  

El Ardiente Capricho de la CEODonde viven las historias. Descúbrelo ahora